El espacio público como reivindicador de identidades y vínculos en Merlo


El espacio público como reivindicador de identidades y vínculos en Merlo

El Proyecto de Extensión de Interés Social (PEIS) El diseño participativo del Espacio Verde Público – Caso Plaza Barrio Horizonte Azul de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), tiene el objetivo de repensar el espacio como un escenario post pandémico y dar respuesta a las transformaciones sociales y culturales dadas en el marco del Covid-19. A través de distintos talleres y actividades buscan fortalecer el sentido de pertenencia al barrio Horizonte Azul de Villa de Merlo, por medio de su plaza como espacio público.

Este proyecto de diseño participativo cuenta con el aval de la Municipalidad de Merlo y es coordinado por la Mgtr. Mónica Cresmani, profesora de la Facultad de Turismo y Urbanismo (FTU – UNSL). Su equipo está compuesto por docentes y estudiantes de la FTU: Lic. María Inés Ciccarone, Tec. Luciana Silvestre, Arq. Ana Resio, Prof. Gabriela Segura, Lic. Leticia Aguilera Marturano, Ing. Belén Gurruchaga y Sandra Urquiza.

Cresmani explicó que a través de este proyecto de diseño participativo se puede crear espacios que favorezcan las relaciones sociales en las formas adecuadas, pero para ello es importante considerar el desarrollo de la capacidad de convivencia de las personas. «El individualismo creciente y la disminución de la solidaridad en la sociedad se expresa en estos espacios», manifestó.

La docente comentó que se han incrementado las situaciones altamente conflictivas, como el vandalismo, el mal uso de los equipamientos, el mantenimiento defectuoso, la inseguridad, la falta de usuarios, conjugado con ineficientes respuestas gubernamentales. Frente a esta problemática, expresó que es necesario repensar mecanismos asociativos con los/as ciudadanos/as en la búsqueda de soluciones concretas, tanto sea de proyecto como de gestión cotidiana.

Es por ello, que es fundamental que en el diseño del espacio verde público se considere a su población, más allá de los beneficios ambientales que estos le brindan a la Ciudad. Es decir, pensar otros beneficios para la comunidad, como son los sociales. Estos se relacionan con la recreación física, a través de la promoción de las actividades físicas y los deportes, el acceso a experimentar con la naturaleza y las distintas propuestas como talleres, baile y música para promover la cultura.

Por otra parte, la Directora del proyecto explicó que otro beneficio es el estético. Al respecto, dijo que los espacios públicos pueden ser un importante instrumento de identidad, significado y valores. «Si estos son agradables, favorecen a la recreación mental, embellecen al barrio, acentúan la legibilidad y la pertenencia», agregó. A su vez, aportan beneficios económicos, es decir, a partir de generar lugares de promoción económica, como la venta de comida y servicios, pueden beneficiar a su comunidad.

Previo al receso de invierno, el equipo de trabajo realizó un taller con estudiantes de 5° y 6° año de la escuela Antonio Esteban Agüero N° 288. Las docentes y estudiantes de la FTU propusieron actividades lúdicas en las que indagaron acerca de las expectativas, costumbres y anhelos que las juventudes tienen con respecto a la plaza. 

La coordinadora afirmó que este proyecto considera hacer protagonistas a los/as vecinos/as en el reconocimiento del espacio verde público. Esta participación comunitaria da respuesta a sus necesidades, ideas e imaginarios que manifiestan los deseos colectivos en un espacio verde público como lugar de interacción social por excelencia. «Hay una constante preocupación por parte de los/as vecinos/as a mejorar el lugar y generar actividades que integren al barrio en su conjunto», dijo.

Cresmani referenció que en el lugar se evidencian improntas de distintos proyectos emplazados de manera arbitraria y en distintos momentos, proponiendo usos y funciones que no se adecuaron a las necesidades de la comunidad. Esto generó falta de apropiación colectiva y de identidad, por ende, la disminución de la potencialidad social del uso del espacio verde público.

Finalmente, la extensionista expresó: «esta situación da cuenta de la ausencia de una adecuada comunicación entre gobernantes y gobernados, la distancia entre los proyectistas y las personas a las que debían atender esos proyectos». Remarcó que frente a esto es importante comenzar a trabajar de manera conjunta sociedad, gestión municipal y extensión universitaria en pos de la revalorización y puesta a punto de los espacios verdes públicos.

Crédito de nota: Leisa González, estudiante de la Licenciatura en Periodismo. Becaria en Prensa Institucional de la UNSL.

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