La apertura de la ceremonia se llevó a cabo en la explanada del edificio Rectorado en el que realizaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas desaparecidas. El galardón fue otorgado por unanimidad al grupo Curas en Opción por los Pobres.
A 30 años de la primera edición de este premio, la Dra. Sonia Riveros expresó: «nos llena de orgullo que año tras año la Universidad siga reconociendo y conmemorando la memoria de nuestro primer rector desaparecido en la última dictadura cívico militar argentina. Su legado aún habita tan presente en cada uno de nosotros, en cada pasillo, en cada espacio, en cada estudiante, docente y nodocente».
La Directora del Archivo Histórico UNSL reflexionó que a través de las múltiples fuentes de consulta se puede dilucidar la vocación y la recurrente preocupación del filósofo profesor Mauricio López, por instalar una universidad democrática en el que el diálogo entre los diferentes actores involucrados en el proceso pedagógico es la principal herramienta de transformación. Brevemente, destacó hitos de su historia como militante del movimiento ecuménico latinoamericano y su expansión intelectual a nivel nacional e internacional.
En este emotivo evento sonaron las canciones Como la cigarra y Soy pan, soy paz, soy más en la voz de Yeka Ramos. Asimismo contó con la presencia del rector C.P.N. Víctor Moriñigo y autoridades de las distintas Unidades Académicas de la Institución. Este premio fue otorgado por unanimidad al grupo Curas en Opción por los Pobres, por su compromiso social, la importancia de su lucha ante la desigualdad, su propósito de ofrecer un trato digno y configurar condiciones contra la pobreza, el hambre, la falta de reconocimiento social y horizontes de vida en la vulneración de derechos y las profundas y múltiples desigualdades sociales.
Al respecto, el Rector expresó que este premio es el más emblemático que entrega la UNSL año a año. «El jurado está compuesto por diferentes organizaciones. Miramos con mucha atención a quién elegimos porque es algo trascendente para la historia del premio y sobre todo de la Institución. (…) Mi admiración y respeto para el grupo Curas en Opción por los Pobres por su enorme compromiso social, por su lucha cuerpo a cuerpo con la desigualdad, por el propósito de luchar por un techo digno, contra el hambre y la falta de reconocimientos, por derechos sociales y por poder cumplir los sueños de todos».
Asimismo, Moriñigo afirmó que no se ayuda desde la comodidad cotidiana. «El dolor del prójimo es nuestro dolor, se es solidario no con las sobras sino con lo que nos duele y cuando ese gesto se realiza vale el doble. Padre, ustedes prestigian a la UNSL al recibir este premio, venir a nuestra Institución es algo que no olvidaremos, gracias por su aporte y por el servicio a los demás», dijo el funcionario.
Carlos Paulino Gómez, en representación del Grupo, agradeció el premio y lo consideró una gran honra. «Este Grupo no tenía nombre pero teníamos un fin común. Nosotros no somos ni buenos ni malos, procuramos y nos interesa el bien de toda la comunidad. Sabemos que si nos unimos podemos multiplicar estas acciones», dijo. Parafraseando un versículo bíblico, el sacerdote expresó: «tengamos siempre hambre y sed de justicia. La Universidad es muy necesaria en la comunidad, es fundamental en sus investigaciones, en las tareas de extensión que llegan a todos/as».
Crédito de nota: Leisa González, estudiante de la Licenciatura en Periodismo. Becaria en Prensa Institucional de la UNSL.