Investigan la causa de enfermedades articulares luego de una alteración intestinal


¿Sabías que tus articulaciones pueden ser afectadas luego de una alteración intestinal?. Un grupo de científicos/as de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) estudian los mecanismos por los cuales una infección que causa una patología en intestino, como una gastroenteritis, puede dejar una secuela crónica en las articulaciones.

La Dra. María Silvia Di Genaro es la directora del proyecto de investigación: Asociación intestinoarticulación en espondiloartritis periférica: rol de la microbiota intestinal, recientemente seleccionado en la convocatoria Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) financiados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT).

Los/as investigadores/as de la UNSL se encuentran estudiando un grupo de enfermedades inflamatorias articulares llamadas espondiloartritis. Dentro de ese grupo hay una patología particular que se desencadena como consecuencia de una infección gastrointestinal.

Para poder encontrar esa conexión entre intestino y articulación, en este proyecto se proponen profundizar la investigación en un escenario más amplio estudiando la microbiota intestinal (conjunto de bacterias que cumplen funciones importantes en la absorción de nutrientes, proveen de ciertas vitaminas fundamentales) y qué ocurre con ella cuando un agente patógeno la infecta. «Analizamos qué desequilibrio se produce a nivel intestinal que puede provocar que con el tiempo deje una secuela crónica articular (…) Hace bastantes años que venimos estudiando el mecanismo de esta enfermedad», dijo la científica.

La investigadora de la UNSL/Conicet, reconocida nacional e internacionalmente por sus estudios en inmunología, expresó que esta situación afecta fundamentalmente a jóvenes e indica limitaciones en su calidad de vida y en sus posibilidades laborales. «Es una enfermedad que se llama artritis reactiva y pertenece al grupo de las espondiloartritis».

En el laboratorio

A la convocatoria se presentaron con dos (2) líneas de investigación: una (1) básica proponiendo ahondar en el estudio de un modelo en ratones deficientes; y otra en humanos, trabajando articuladamente con reumatólogos de San Luis, centrando el estudio en los líquidos sinoviales.

En la primera línea se infectan los ratones con una bacteria que causa problemas gastrointestinales. «Hemos visto que estos ratones sobreviven a la infección pero desarrollan inflamaciones articulares. Lo hemos estudiado hace varios años y hemos publicado los resultados sobre el desequilibrio inmunológico», dijo.

En la segunda línea los estudios se centran en los líquidos sinoviales para determinar si en ese microambiente de articulación, representada por este líquido (componente que está presente en las cavidades articulares) hay componentes de la microbiota y están estimulando células de la articulación que se llaman fibroblastos que tapizan la articulación y les produce un desequilibrio inflamatorio.

En este caso las espondiloartritis son distintas a otras enfermedades articulares como la artritis reumatoidea y/o la artrosis. «En este caso las espondiloartritis son enfermedades que afectan articulaciones grandes en forma asimétrica, fundamentalmente las rodillas (…) Por lo general la inflamación articular aparece aproximadamente cuatro (4) semanas después de esa manifestación gastrointestinal».

¿Por qué afecta a los jóvenes?, la científica explicó que la asociación con la edad puede tener que ver con la vida y hábitos que cada uno tiene que lo expone más a ciertas infecciones. «Mientras más conocemos de esta patología es mejor para poder aportar blancos terapéuticos precisos para que se pueda resolver la inflación y consecuentemente la calidad de vida y posibilidades laborales de las personas que lo padecen».

¿Actualmente qué hacen en el laboratorio?. Con el modelo de ratones se estudia la microbiota intestinal tratando, primero, de analizar un tipo de bacterias en particular que se adhieren a la mucosa intestinal y se sabe que desencadenan una respuesta particular en la mucosa. «Lo que puntualmente queremos ver es que si estos ratones deficientes que desarrollan la artritis tienen una alteración en esas bacterias de la microbiota en particular. Comenzamos el estudios desde allí».

En el caso de los líquidos sinoviales, la Dra. María Silvia Di Genaro explicó que se ha realizado un paneo general de componentes proteicos y se han tratado de ver secuencias de péptidos y a qué bacterias lo podrían corresponder. «Hay partes de nuestro cuerpo que son estériles, es decir que no deberían tener bacterias. Hay otra partes que si están colonizadas por ejemplo: la piel, la mucosa bucal, y los intestinos, y otras que son estériles. Uno espera que el líquido sinovial no tenga componentes bacterianos. Sin embargo en estos pacientes con espondiloartritis pudimos identificar algunos componentes que se asociaron a los de la microbiota. Queremos ahondar en ese estudio».

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