Se trata de una propuesta desde el conocimiento científico para revalorizar un espejo de agua muy transitado, en beneficio de la preservación de su flora y fauna y la integración de la población como beneficiaria. Al trabajo lo llevó adelante la licenciada en Turismo, María Pilar Reinoso, investigadora de la Facultad de Turismo y Urbanismo (FTU) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
El embalse «Boca del Río» se encuentra ubicado en la provincia de San Luis a ocho (8) kilómetros y medio de la localidad de Villa del Carmen. Parte de este espejo de agua es transitado por la ruta 1 y es un portal de acceso natural que tiene la Provincia para la mayoría de los transeúntes que viajan al centro turístico de la Villa de Merlo. Según explicó María Pilar, es uno de los embalses más importantes y naturalmente es un potencial turístico al encontrarse ubicado a la orilla de la ruta como atractivo.
La investigadora sostuvo que no estaba puesto en valor, e incluso en el momento de su creación se postuló como esencial para la protección de un recurso vital tan preciado en la zona del Chaco Seco (región semiárida), y a su vez para darle un valor turístico que aporte a toda la localidad y su entorno, «por eso también la importancia de preservar la flora y fauna que está en constante desarrollo».
Paralelamente, añadió que se trata de un escenario de desarrollo secundario para la vegetación porque ya tuvo sus distintos impactos con la misma creación del embalse. Antes, la ruta pasaba por donde está este espejo de agua actualmente, por lo que la zona ya cuenta con consecuentes alteraciones, pero al ser un reflejo acuático en una zona semiárida tiene una importancia ecológica grande y un valor turístico aún mayor para toda la región porque permitió el desarrollo de especies animales y vegetales, que eran escasas en la zona por la falta de agua.

La docente en Geografía Turística Argentina y de Estadística Descriptiva Aplicada de la FTU, explicó que junto a sus directores Pablo Perepelizin y Daniela Girolimetto, quienes se dedican al estudio de índices teledetectados y bioindicadores de cambios ecológicos por embalses de espejos de aguas artificiales, empezaron a trabajar en el tema haciendo foco en la importancia del lugar y en el análisis de su potencial que aún no estaba puesto en valor y que se encontraba relegado en agendas. «Vimos también la posibilidad de dejar una impronta a la hora de futuras acciones», remarcó.
Aporte social. Esta investigación principalmente beneficia a la sociedad desde el conocimiento y el cuidado de la naturaleza. También beneficia la economía regional del lugar porque Boca de Río genera un atractivo como espacio de esparcimiento, tiempo libre y de ocio, para la población aledaña a la localidad de Villa del Carmen. «Es nuestra intención que este estudio aporte también a la educación y concientización turística (…) Cualquier persona que se encuentre transitando la ruta puede disfrutar del embalse y de este modo involucrarse con la naturaleza del lugar (…) Creemos que con el aporte de diferentes técnicas de información, como son las señaléticas, se ayuda a cuidar más y mejor este espacio», concluyó.
En este desarrollo intervienen múltiples miradas científicas, que van desde la biología, cuidados del recurso hídrico, geolocalización, turismo, botánica, observación de aves, uso del suelo, áreas protegidas, recreación y turismo educativo.
Dato
Recientemente este trabajo fue seleccionado por la UNSL para representar a la Institución en un evento internacional de jóvenes investigadores organizado por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), una red de universidades públicas, autónomas y autogobernadas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.