Recientemente la Dra. Stella Bogino fue nominada en la 3ª edición de los Premios Lía Encalada, reconocimiento que celebra las contribuciones invaluables de las mujeres en el ámbito rural argentino. En diálogo con Noticias UNSL, Bogino nos relata cómo vivió la nominación, cuál es el rol actual de la mujer en el ámbito rural y los desafíos a los que se enfrentan.
¿Cómo te enteraste de la nominación? ¿Cómo se llevó a cabo la premiación?
Me llamaron de la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina (MRA) informándome que me habían nominado para el premio. Como la nominación es anónima, no sabés quién la realizó. La premiación fue el día 26 de octubre en el Museo de la Constitución Nacional en la ciudad de Santa Fé. Fuimos convocadas 169 nominadas y se entregaron los premios a las 17 ganadoras.
¿Cuál pensás que es el rol de la mujer en el ámbito rural?
Esta respuesta te la puedo dar después de haber ido a la premiación. En esos espacios te das cuenta que la motivación que tiene una mujer que trabaja en el ámbito rural es totalmente diferente a la de un hombre. Los objetivos y logros se miden de una manera completamente diferente. Es un entorno muy masculino, menos del 20% de las explotaciones agropecuarias están gestionadas o dirigidas por mujeres, el cual, la mayoría de ellas son minifundios, es decir, empresas sumamente pequeñas. O sea, nuestro rol como mujeres en el campo está limitado solamente a establecimientos de poca magnitud.
El rol de la mujer es sumamente prolijo, son los sistemas productivos más eficientes, porque la mujer está mucho más en el detalle, sobre todo en un sistema de producción que requiere tanto detalle como el entorno rural. Incluso tenemos un aliado, que en algunos casos pasa a enemigo, que es el clima. Cuando tenemos ese factor que es tan impredecible tenés que saber qué tenés que llevar adelante en una explotación productiva, porque el éxito o fracaso de un cierre anual tiene que ver justamente con las condiciones del clima.
¿Cuáles son los desafíos que tienen por delante las mujeres?
Justamente uno de los mensajes fundamentales que se desprendió de este encuentro fue visibilizar, mostrar que es posible cumplir este rol tan importante en el entorno rural. Destaco la presencia de Andrea Sarnari de la actual presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), es la primera vez que la Federación está dirigida por una mujer. La FAA es una de las organizaciones agropecuarias que forman la mesa de enlace, integrada por las cuatro (4) organizaciones agropecuarias más importante del país y que se reúne con el gobierno nacional para debatir distintos aspectos del campo. Estoy convencida que hechos como ése permiten visibilizar que estamos sumamente cualificadas para cualquier rol y que no necesitamos cupos para ello, que obligue a incorporarnos, sino que somos capaces de hacerlo por nuestras capacidades.
Dentro de esta visibilización está esta entrevista, que a veces llega a lugares inesperados y a otras mujeres que pueden estar en la disyuntiva o que están desempeñando roles o han pensado como una posibilidad.
¿Qué le dirías a otras mujeres que están comenzando su camino en el ámbito rural? ¿Qué consejos les darías?
Es importante mostrarles que es posible. Creo que es la mejor herramienta que podemos aplicar en este momento. Siempre destaco el rol de las pioneras, Lía Encalada fue la primera mujer en Argentina que se atrevió a cursar ingeniería agronómica, recibiéndose en el año 1927 y me saco el sombrero ante aquellas que se animaron a ser las primeras. Ella lo fue, la única egresada junto a 21 varones. En el acto de premiación estuvo su nieto, que es Ministro de Economía en Neuquén y contó la trayectoria de su abuela. Es un orgullo para todas nosotras ser convocadas en nombre de Lía. Hoy por hoy el porcentaje de mujeres y varones que cursan carreras de ingeniería agronómica es equivalente, sin embargo, el entorno de trabajo sigue siendo muy machista.
En este sentido reflexiono sobre mis alumnas. Yo estoy en 5to año de la carrera, o sea que son cuasi ingenieras y veo su desempeño en el aula. Indudablemente si para mi PyME tuviera que contratar a alguien, no dudaría un segundo en contratar a cualquier de ellas, por su dedicación, prolijidad, por su compromiso en el trabajo. Les puedo decir que es un camino duro, difícil.
Casi siempre tu voz va a tener menos valor en el entorno rural porque viene de parte de una mujer, ya que es un espacio muy masculino y dentro de eso, muy brutal. Yo escucho cosas, como por ejemplo en el trato hacia los animales que están naturalizadas y nadie reflexiona acerca de la monstruosidad de lo que están contando y tengo que habituarme a eso, creo que eso es lo más desagradable dentro de mi actividad.
En mi PyME Virgen de Luján aplicamos prácticas de bienestar animal y esa es nuestra prioridad, vivir para el ganado que tenemos en el campo, porque su bienestar es un compromiso nuestro como mujeres frente a esa PyME.
Para las que empiezan en el ámbito rural o están transitándolo, mi total empatía, porque sé lo difícil que es, pero somos tremendamente capaces para llevar una empresa de ese tipo. Mi trabajo diario es ir a negocios o reuniones y ser siempre minoría, o si me escriben por WhatsApp, me escriben en masculino, sin sospechar que pueda haber una mujer detrás de ese mensaje. Hay muchos micro y macromachismos.
¿Algo más que quieras destacar?
El otro día vi un documental sobre las condiciones de vida de campesinos de la edad media, en el que hablaban de las casas de piso de tierra apisonado. Vi eso y pensé: entonces yo vengo de la edad media, porque me crié en una casa así, sin agua corriente, tampoco energía, ya que el campo tiene energía de red hace dos (2) años. Me crié en un entorno de mucho trabajo, de mucha responsabilidad, la prioridad de mis padres era ponerle combustible a la camioneta para traernos todos los días a la escuela, ese era su desafío más importante. A lo largo de nuestra educación primaria surgieron eventos que nos llevaron a casi no poder llevarnos a la escuela por la imposibilidad de comprar el combustible. Tanto mi hermana como yo cumplimos con creces esas expectativas de nuestros padres.
Siempre le digo a mis alumnos que obtuve una beca de la Unión Europea para hacer mi doctorado en España y Alemania, una beca que cubrió toda mi estadía. Por eso animo a mis estudiantes diciéndoles que el hecho que sus familias no tengan recursos no impide que ellos puedan llegar a lo más alto. Les aconsejo que estudien, que lleven a su carrera al día, que sean buenos estudiantes, que se reciban pronto, porque eso les dará muchas herramientas que les permitirán acceder a becas que puedan beneficiarlos. Nunca sentí vergüenza del entorno en el que me crié, siempre sentí mucho orgullo de eso y por eso lo estoy contando, porque mi historia puede servirle a otras personas.
Foto: FICA