Cadmio es un elemento químico tóxico que no tiene ninguna función biológica y se puede encontrar en el organismo. Produce toxicidad por acumulamiento y efectos severos en la salud. Este metal se encuentra en suelos, aguas, alimentos y otros componentes de uso cotidiano.
La Dra. Ethel Larregle dirige una investigación que estudia el efecto de la contaminación con cadmio en los intestinos. La experta, quien primeramente estudió el efecto de este compuesto en el metabolismo lípido hepático, consideró que estudiarlo en intestino era relevante debido al rol fundamental en la distribución de los nutrientes y vitaminas, y su nexo con otros órganos vitales del cuerpo humano.
Sus primeros estudios versaron en una alteración en la absorción del ácido graso linoleico. Al terminar sus estudios doctorales centrados en hígado, decidió indagar los efectos en intestino. Por un tiempo realizó estudios relacionados con estrés oxidativo y apoptosis, y explicó que cuando las células se alteran pueden generar una transformación que a nivel intestinal irrumpiría en una patología inflamatoria, de intolerancia alimenticia, y hasta cancerígena si la concentración de cadmio es elevada.
Los estudios se realizan con un modelo animal al cual se le suministra agua contaminada. Actualmente estudian la membrana intestinal, que cuando se altera permitiría el paso de moléculas de gran tamaño que pueden generar una reacción inflamatoria pudiendo afectar a todo el organismo.
Las alteraciones se presentan debido a un problema de absorción. Según detalló la científica todo está centrado en estudiar la permeabilidad de la membrana. «Las alteraciones las vamos a ver ya que existen cada vez más alergias alimentarias», dijo porque se absorben moléculas que no tienen que atravesar la membrana, por ejemplo proteínas o péptidos que primeramente deben digerirse. Eso puede generar que una vez en sangre sean reconocidas como extrañas y en una próxima exposición se produzca una reacción alérgica.
Cadmio tiene una forma de actuar compleja. Tal es el caso que puede ocupar el lugar del zinc, un metal importante para el metabolismo porque se utiliza en encimas celulares, que son moléculas que van a catalizar reacciones metabólicas, «son las moléculas que van a permitir que ocurran las reacciones químicas dentro de la célula». Esto se debe a que tienen un tamaño parecido pero no cumplen las mismas funciones.
Una de las formas en las que procede el cadmio es ocupando el lugar del zinc en esas encimas impidiendo obrar, de esa manera se altera una vía metabólica que está en constante equilibrio. También puede actuar a nivel genoma desencadenando reacciones que harán que proteínas reguladoras del genoma se desregulen.
Alcance social. La científica explicó que en la UNSL se realiza investigación básica y la idea es llegar a la sociedad aportando un conocimiento que contribuya a la medicina a tomar precauciones. Con estas investigaciones se estudian cómo estos efectos alteran la salud en general.
«Estamos hablando de un estado inflamatorio que se haga más propenso a una alergia alimentaria o también que actúe como un disruptor hormonal que significa que te va a afectar de distintas maneras y lleve a un síndrome metabólico. Es decir a desarrollar un estado de afección por causa de un contaminante y no manifestado hereditariamente», señaló. También destacó la importancia de concientizar sobre los incendios forestales utilizados para limpiar campos, ya que generan contaminación de cadmio, y regular el uso de pinturas y colorantes que poseen toxicidad.