A través del Laboratorio de Microbiología Ambiental del Instituto de Química de San Luis (INQUISAL) de doble dependencia UNSL/Conicet, un equipo científico lleva adelante un monitoreo aerobiológico de partículas microscópicas presentes en el aire, provenientes de fuentes biológicas. Estos bioaerosoles podrían encontrarse en diversos ambientes de la Universidad Nacional de San Luis. La identificación precisa de las partículas podría arrojar soluciones para mejorar la calidad del aire de los ambientes que habitan las personas y así, consecuentemente, las enfermedades respiratorias podrían mejorar si se utilizan sistemas adecuados de ventilación y purificación de aire.
La licenciada y doctora en Bioquímica, Andrea Isaguirre, profesora de Biología General y Celular, estudia esta temática a través de un proyecto de investigación titulado: Monitoreo aerobiológico de bioaerosoles presentes en diversos ambientes de la Universidad Nacional de San Luis. La aerobiología es una ciencia que analiza los organismos vivos que se encuentran en el aire y su estudio podría intervenir en la salud y en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Además podría contribuir en aplicaciones medicinales y urbanísticas.
Los estudios aerobiológicos tienen diferentes objetivos y alcances, entre ellos se encuentran el recuento de polen y esporas que son de gran utilidad clínica, principalmente como método preventivo para el/la paciente y como herramienta de diagnóstico para el/la profesional médico/a. En la atmósfera exterior es frecuente la presencia de granos de polen, especialmente durante la fase de polinización de las plantas. Los granos de polen están íntimamente relacionados con el desarrollo de enfermedades alérgicas de tipo respiratorio. En la atmósfera interior el polen es menos frecuente, mientras que las esporas de hongos son las partículas más abundantes. Muchas especies de hongos pueden, a través de sus esporas u otros elementos, producir cuadros de alergias como rinitis, asma, conjuntivitis y, en algunos casos mas graves, cuadros de inflamación del pulmón llamados neumonitis. También son capaces de generar aisladamente sinusitis micóticas alérgicas, que son enfermedades crónicas y particularmente difíciles de tratar.

Paralelamente, las partículas biológicas que se determinan a través de técnicas aerobiológicas pueden contener sustancias tóxicas, como metales pesados, que se generan debido a la contaminación ambiental ocasionada por la actividad antropogénica.
En este caso particular, con este proyecto, Andrea explicó que se pretende analizar la calidad del aire de diversos ambientes de la UNSL, habitados por la comunidad universitaria. La información obtenida permitirá informar sobre la calidad del aire y la posibilidad de tomar medidas necesarias para reducir las patologías alérgicas. «Durante el proyecto, se espera obtener resultados para ser aplicados a la conservación y mejoramiento de la calidad del ambiente y de los seres vivos que lo habitan», enfatizó.
Tramos de historia. La pionera en San Luis sobre este tema fue la Dra. Marta Moglia, actualmente docente jubilada, quien realizó su doctorado sobre aerobiología en España y a su regreso puso en marcha lo aprendido con el desarrollo de estudios de aerobiología en la UNSL. Posteriormente el grupo fue creciendo y se sumó luego el estudio de contaminantes, como metales pesados, en ambientes externos e internos de la provincia de San Luis.

«Toda esta investigación comenzó en el año 2010 (…) El estudio de los metales pesados se ha realizado en colaboración con el grupo de Espectrometrías Atómicas. Además se llevaron a cabo numerosos proyectos de extensión universitaria relacionados a la disciplina de la aerobiología», sostuvo la investigadora. Durante la pandemia se realizaron aportes de cómo disminuyeron las partículas aerobiológicas y los contaminantes ambientales, cuando la circulación de personas se limitó por las restricciones nacionales. «Cuando se jubila la doctora Moglia, me contacto con la doctora Liliana Villegas (directora del Laboratorio de Microbiología Ambiental) quien muy amablemente me abrió las puertas de su laboratorio para que podamos continuar juntos el desarrollo de la investigación en aerobiología», dijo.
Metodología de investigación. Para la recolección de partículas biológicas en suspensión en el aire se utiliza un captador volumétrico basado en el principio del impacto por succión. Este captador posee una bomba de vacío que aspira volúmenes constantes y conocidos de aire. El aire introducido impacta contra una superficie receptora constituida por una cinta Melinex con una fina película de aceite de silicona, que se dispone tensada alrededor de una pieza cilíndrica llamada tambor. Este tambor se monta sobre un eje que contiene un mecanismo de relojería, que lo hace avanzar continuamente, a razón de 2 mm/hora. Así, las partículas impulsadas contra la superficie receptora quedan retenidas de forma secuencial. Las dimensiones que posee el tambor le permiten retener en la cinta, que se sustituye semanalmente. Asimismo, la cinta se prepara cortándose por la mitad: una de las mitades se utilizará para el recuento de partículas aerobiológicas y la otra, para la determinación de metales pesados.
La cinta Melinex es posteriormente cortada en fragmentos, correspondientes cada uno a un día de la semana. Cada uno de estos siete (7) fragmentos se ubica en un portaobjetos rotulado con la fecha a la que corresponde, en el que se distribuye una línea de glicerogelatina teñida con fucsina básica que, con la ayuda de un dispensador de gotas, se dispone una línea continua sobre el cubreobjetos, que se colocará posteriormente sobre la muestra y el portaobjetos, confeccionando así una preparación semipermanente que puede ser almacenada y analizada al microscopio óptico. «El recambio de tambor es semanal, con el fin de obtener datos que permitan conocer las concentraciones diarias y realizar comparaciones interanuales. Para el análisis y recuento de esporas fúngicas, se identificarán y contarán el número de cada una de estas aeropartículas que se hayan depositado en cuatro (4) franjas horizontales prefijadas, distribuidas homogéneamente en la superficie del portaobjetos», explicó Andrea.

Aporte social. Dentro del área de la salud, se prevé la interacción con las autoridades de la UNSL, así como la realización de un servicio informativo con los niveles de partículas aerobiológicas y metales pesados encontrados en el aire de diversos ambientes de la UNSL, con mayor y menor circulación de personas. Este proyecto sería el inicio de numerosos análisis en varios espacios físicos, incluso fuera de la Universidad para proveer información a la sociedad de la calidad de aire en lugares laborales cerrados y cómo mejorarlo con los distintos métodos de ventilación. Se espera aplicar otros métodos de purificación de aire para analizar la efectividad de los mismos.
«Las enfermedades respiratorias podrían mejorar si se utiliza sistemas adecuados de ventilación o purificación de aire. Así, las licencias por enfermedades respiratorias son muy frecuentes, lo que trae pérdidas o disminución de la actividad laboral y estudiantil. Conocer cómo el sistema de ventilación influencia la calidad de aire puede ayudar a prevenirlas», concluyó la científica.
Datos
El proyecto reúne diversas ramas de las Ciencias Naturales: la Biología, la Microbiología, la Química y la Estadística, a través de investigaciones en Atmósfera-Aerobiología y de temas ambientales relacionados. Implica la utilización de equipos para la medición de variables ambientales tales como: registro de partículas aerobiológicas y otras partículas aéreas.