Un fotodesinfectante para inactivar bacterias patógenas de transmisión alimentaria


Científica de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) trabaja en la elaboración de un fotodesinfectante para frutas y hortalizas con compuestos fotosensibles que se encuentran en plantas. El objetivo es que al utilizarlo en productos naturales y en presencia de luz, logre eliminar o inactivar bacterias patógenas que después producen enfermedades de transmisión alimentaria. Se han realizado ensayos sobre Escherichia coli, salmonella, y Candida albicans, con resultados favorables.

La licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y estudiante del doctorado en Farmacia en la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF), Agostina Riccardo, trabaja en el área de Farmacognosia y actualmente desarrolla un fotodesinfectante, que al colocarlo en productos alimenticios, lograría descontaminarlos.

Se trata de un producto que es formulado mediante compuestos naturales fotosensibles vehiculizados en nanotransportadores que le otorgan solubilidad en agua para poder luego aplicarlo y que sea completamente eficaz. «A la investigación la comenzamos con mi tesina de grado y se basa específicamente en extraer y/o purificar compuestos fotosensibles de origen vegetal (…) Estos compuestos en presencia de la luz visible y del oxígeno, tienen la capacidad de generar especies sumamente reactivas capaces de generar daños en membranas y paredes celulares microbianas, y así inactivar o eliminar microorganismos, en este caso patógenos», expresó la profesional.

Particularmente para esta investigación se estudian dos (2) plantas. Una es Hypericum perforatum (hierba de San Juan), una planta silvestre adventicia y que en San Luis se encuentra en la zona de Las Chacras. También se la puede encontrar en otras zonas del Centro-Oeste de Argentina. Tiene el aspecto de un arbusto con flores amarillas. La otra planta utilizada es la raíz de Curcuma longa, que es el condimento que se usa en la cocina.

El trabajo consiste en recolectar hojas y/o flores, secarlas y molerlas. Luego en el Laboratorio se realiza una extracción con solventes y purificación con cromatografía en columna y una vez que se tiene el compuesto purificado se realiza la vehiculización en unas vesículas microscópicas. Esa formulación acuosa es la que se utilizaría para aplicar sobre las frutas y verduras rociando el producto como spray.

Hasta el momento se han podido extraer y purificar dos (2) compuestos fotosensibles: hipericina y curcumina, y se han realizado ensayos sobre Escherichia coli, bacteria que vive en el intestino; salmonella, infección bacteriana que afecta el tracto intestinal; y Candida albicans, un hongo.

«La idea es que al rociar este fotodesinfectante en los productos naturales y en presencia de luz, produce la desinfección y pueda eliminar o inactivar las bacterias patógenas, que son las que después producen enfermedades de transmisión alimentaria (…) Hasta ahora hemos obtenido buenos resultados con los sensibilizadores de inactivación. La contaminación microbiana también es un factor importante respecto a la descomposición de frutas y verduras, entonces al eliminar los microorganismos de las superficies se puede alargar el tiempo de vida útil. Esto, en un futuro, se puede llevar a una escala industrial», concluyó.

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