Son de las carreras Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) e Ingeniería en Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). El grupo trabaja sobre el proyecto que busca ser una solución rápida ante un posible colapso del instrumental médico existente en instalaciones hospitalarias.
El proyecto pretende desarrollar un equipo de ventilación mecánica automatizado con tecnología accesible en todo el territorio nacional. El trabajo tiene el objetivo de brindar equipamiento de fácil uso y replicación para implementarse en instalaciones hospitalarias, como de campaña en situaciones de crisis. (https://theshabazzcenter.org/)
La idea del trabajo surgió al inicio de la cuarentena por parte de Mateo San Emeterio y Martín Manoni, quienes vieron la falta de respiradores artificiales como una problemática a la que podían brindarle una solución. A esta iniciativa se sumaron personas de distintos ámbitos, que colaboraron en la primera parte del proceso.
Actualmente, el grupo conformado por Matías Aprea, Gonzalo Bertello, Ramiro Gitto, Lucas Basilio Novello, Juan Pablo Rodríguez y Mateo San Emeterio, ha finalizado la fase uno (1) del proyecto, completando el prototipo, haciéndolo funcionar y monitoreando las distintas variables.
Vinculación institucional
Desde la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y la Facultad de Ciencias Físico, Matemáticas y Naturales (FCFMyN) se apoyó al grupo de trabajo desde el primer momento, facilitándole las instalaciones de uno de sus Laboratorios, los permisos de circulación y el instrumental y materiales que pudieran utilizar. «El trabajo, el desarrollo y el esfuerzo ha sido de los alumnos que se vieron sensibilizados por el COVID-19 y buscaron una manera desde lo tecnológico y desde los conocimientos adquiridos de aportar a la sociedad previendo que el pico de la pandemia podría saturar y superar las instalaciones y las capacidades del sistema de salud local», sostuvo el vicedecano de la Facultad, Ing. Alfredo Debattista.
Este viernes 22 de mayo inició una nueva etapa del proyecto, en la que el equipo de trabajo junto a la colaboración del rector, C.P.N Víctor Moriñigo, y del Vicedecano, podrá realizar las vinculaciones necesarias con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para hacer la certificación de algunos procesos del prototipo y luego comenzar las tratativas con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su certificación y aceptación final.
En una próxima etapa se agregarán elementos que tengan mayor precisión y sean aptos para uso médico, ya que el prototipo se realizó con los elementos conseguidos por donaciones y provistos por el equipo de trabajo. En esta futura instancia habrá una inversión más importante para realizar un segundo prototipo, mejorar la estética y funcionalidad y entrar en una tercera etapa, que podría ser una producción más masiva.
«La idea es lograr una aprobación por parte de entes reguladores, realizar las pruebas médicas y luego la fabricación a escala (…) Nuestro objetivo es que en caso de no ser necesario durante la pandemia, pueda usarse en lugares donde son escasos, como en el interior de la Provincia, en ambulancias y hasta tener uso domiciliario en caso de ser necesario», afirmó Juan Pablo Rodríguez.
Sobre los puntos fuertes del proyecto, Alfredo Debattista sostuvo que es muy importante ver que los estudiantes y graduados están en condiciones para asumir desafíos y enfrentar todo este tipo de proyectos, que implican un gran esfuerzo de aprender y reaprender para desarrollar dispositivos que tienen un fin social y con los que pueden volcar todos los conocimientos adquiridos en la Universidad Pública. «Para nosotros es un gran desafío poder darle vuelo, apoyar y que esto tenga una fase que no quede solo en un prototipo, sino que sea un dispositivo de uso real en nuestra sociedad y más en estos momentos», dijo el Vicedecano.
En caso de que el prototipo arroje los resultados esperados y cuente con el aval por parte del personal médico que colabora con el proyecto, el respirador artificial podrá ser replicado fácilmente en la Provincia. Para ello, se trabajará de manera conjunta con empresas de mecanizado y matrizado de la capital, asegurando un diseño sanitario al 100% junto a estudiantes y profesionales de carreras Técnicas e Ingenierías vinculadas a la electrónica de manera voluntaria.