«Una institución autónoma sin financiamiento, no es autónoma»


En el marco de las actividades en conmemoración por los 30 años de autonomía universitaria, el Dr. Gonzalo Álvarez brindó una Conferencia. En diálogo con Noticias UNSL, el presidente de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba) y ex rector de la Universidad Nacional de la Defensa, nos explica por qué es importante hablar de la constitucionalización de la autonomía universitaria y cómo este suceso es un legado para pensar la actualidad.

¿Cómo llegó la invitación para que seas parte del evento por los 30 años de la autonomía universitaria?

Fue un enorme honor haber sido invitado por el rector y presidente del CIN, Víctor Moriñigo. Nos conocemos hace tiempo y sabe que trabajo académicamente estos temas. En lo personal, he sido rector y tengo toda una vida dentro del sistema universitario. En lo particular, trabajé e investigué cómo fue el proceso de constitucionalización de la autonomía universitaria. Este año se cumplen 30 años de ese hecho y con muy buen criterio el Rector realizó este doble acto, para discutir sobre autonomía y también fundamentalmente para homenajear a quienes desde San Luis formaron la constituyente y tuvieron ese tan destacado rol en nuestra historia.

¿Cómo fue el proceso de creación de tu libro: Misión cumplida. Cómo la Reforma Universitaria llegó a la Constitución Nacional?

El origen del libro es una tesis doctoral. Misión cumplida pretende no ser una tesis impresa, sino es un libro hecho a partir de ella. La base de la tesis doctoral le aporta al libro mucha rigurosidad en la investigación, en el trabajo de fuentes poco visitadas o sobre las que no se trabajó con anterioridad. Hay mucho escrito sobre los discursos de los constituyentes en el pleno de la Asamblea. Se trabajó muy poco sobre las actas de la comisión de competencia federal, no hay o no relevé trabajos que hicieran foco, por ejemplo, en los proyectos sobre educación que fueron presentados en la Asamblea Constituyente.

Después, tiene fuentes jurisprudenciales, se analizan algunas sentencias que se consideran paradigmáticas de la Corte Suprema para mostrar cómo evolucionó el tema de la interpretación de la autonomía universitaria luego de sancionada la Constitución de 1994. Para mí, uno de los aspectos más interesantes del trabajo son las entrevistas. Hay casi 20 entrevistas a protagonistas de la Constituyente, hay asesores, todas personas que tuvieron directa intervención en el proceso de negociación y discusión política y jurídica de lo que se estaba aprobando en materia universitaria.

Una de las cosas más interesantes, es cómo fue el acuerdo entre el peronismo y el radicalismo, que durante todo el siglo XX se habían disputado en las universidades cómo debían organizarse las instituciones, cómo debería ser su relación con el poder ejecutivo, si tenían que tener más o menos autonomía o ninguna. Entre las peleas de radicales y peronistas se explica gran parte del desarrollo universitario de ese siglo, cómo llegan a un acuerdo en la Asamblea Constituyente y le dan jerarquía constitucional a la autonomía universitaria en el marco del modelo reformista. Había que explicar ese proceso y el libro lo hace de forma bastante detallada.

¿Por qué es importante hablar de la autonomía universitaria?

Sin dudas el tema tiene un aspecto histórico, han pasado 30 años que es mucho tiempo para una realidad tan dinámica como la de Argentina. Creo que lo más importante tiene que ver con cómo esas decisiones que se tomaron en esa época se proyectan en la actualidad, al menos en dos (2) aspectos: por un lado en un aspecto general de la Constituyente del ´94, que tiene que ver con cómo podemos aprender mucho de ella como un fenómeno político atípico en la historia política argentina, el nivel de consenso alcanzado por una pluralidad de fuerzas políticas, no solo el peronismo y el radicalismo, sino que estaban todos en la Asamblea, la juraron todos, no todos la aprobaron, pero sí una inmensa mayoría.

Junto a esto, mucho diálogo político, mucho acuerdo, mucho consenso sobre temas muy complejos. Hay una dinámica de diálogo y consenso que la política argentina no nos tiene acostumbrados. La historia, sobre todo la más reciente, se construye en base de las grietas, las disidencias; parece que sentarse a discutir, negociar y acordar no está dentro del vocabulario de los políticos argentinos y la Constituyente del ´94 nos regala ese legado, que tiene muchísima actualidad. Aspiro a que la dirigencia política argentina se inspire en esos sucesos ocurridos hace 30 años y al menos en parte, reproduzca ese comportamiento.

Respecto a la autonomía universitaria en particular: ¿Qué pasaría hoy con las universidades si lo que son, hacen y deben hacer, su organización y el trabajo de sus integrantes, dependiera de un decreto del poder ejecutivo? Esa sería la pregunta: ¿Qué pasaría hoy si la Constitución no garantizara la autonomía universitaria y las universidades estuvieran a tiro de decreto del poder ejecutivo? Creo que la respuesta viene sola.

En tu Conferencia afirmaste que la autonomía es una responsabilidad de quienes forman parte de las universidades. ¿Cómo pensás que esto debe cuidarse y asegurarse tanto al interior como al exterior de las instituciones?

Todos los universitarios en la historia de las luchas por la Universidad reclamamos autonomía. La autonomía supone una limitación de la potestad reglamentaria sobre las Universidades del poder ejecutivo y, hasta en una medida, una limitación de la potestad normativa del Congreso en algunos aspectos específicos de la función de la Universidad. Puede alguien pensar que la autonomía es un privilegio de los universitarios, porque en otras instituciones no se tiene esta autonomía. Lejos de eso, yo creo que la perspectiva correcta para ver el tema, es pensar en las responsabilidades.

La Universidad es una institución a la que la sociedad crea y le asigna una función muy importante. Toda sociedad debe desarrollar y promover el conocimiento, preservarlo para las generaciones futuras y difundirlo socialmente, para que el conocimiento y la cultura beneficien al conjunto. Entonces, esa función de promover, preservar y difundir socialmente el conocimiento y la cultura es una responsabilidad, no única, pero central de las Universidades, porque dedican su existencia a eso. Por lo tanto, lo que recae en las comunidades universitarias es una enorme responsabilidad, de estar a la altura de las circunstancias, de cumplir esa función, dar cuenta que los universitarios no investigamos o enseñamos solo lo que nos interesa, sino que tenemos pertinencia social, que hacemos cosas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las sociedades y resolver problemas vinculadas a la salud, el trabajo, la organización social, la economía, desde las distintas disciplinas científicas.

La autonomía no es un atributo del privilegio universitario, sino que es una herramienta que nos otorga la sociedad a través de la convención constituyente para cumplir ese legado.

Teniendo en cuenta el actual contexto y la situación que están atravesando las instituciones ¿cómo ves el futuro de las Universidades Nacionales?

Como te decía, la garantía constitucional de autonomía creo que afortunadamente está vigente y es un momento muy adecuado para su vigencia, porque obliga a todos los que quieren discutir sobre Universidad a sentarse en una mesa y no a un poder ejecutivo de turno a imponer criterios circunstanciales de cómo deben organizarse las Universidades. Pero, hay formas de violar la autonomía aun existiendo garantías constitucionales, por ejemplo: con el presupuesto. Una institución autónoma sin financiamiento, no es autónoma. Si una institución tiene que ir a reclamar el presupuesto que por ley le debieran asignar y esto depende de la decisión de un funcionario del poder ejecutivo, la autonomía está condicionada. ¿Qué pasa si la Universidad no se organiza como ese funcionario cree que debería hacerlo y entonces decide si la institución recibe o no ese presupuesto?.

Los temas económicos y financieros de las Universidades no son secundarios, son centrales, incluso desde la perspectiva de la autonomía universitaria. Creo que al día de hoy es una de las cosas más riesgosas, el cómo se puede alterar o vulnerar la autonomía universitaria y condicionar desde el poder ejecutivo a partir de las políticas de desfinanciamiento y la no actualización de las partidas presupuestarias en una economía de alta inflación. Hoy, queda pendiente el aspecto más importante del presupuesto universitario que son los salarios de docentes y nodocentes y ahí el nivel de desactualización es enorme, el deterioro del poder adquisitivo es notorio y aparte es injusto y desigual respecto al resto de los empleados del sector público.

Desde donde uno lo mire y lo analice hay un castigo a las Universidades que no se condice con el rol de las instituciones en la sociedad argentina y con la garantía de autonomía y autarquía de las universidades nacionales.

¿Algo más que quieras decir?

Reconocer y felicitar a la UNSL por la iniciativa. Creo que fue muy importante no solo por recordar y darle la vigencia actual a este tema, sino por reconocer el valioso aporte de los convencionales constituyentes. Era un acto de justicia que alguien tenía que hacer y estoy agradecido en lo personal por esta invitación.

X