Estudiantes de la carrera Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales (FCFMyN) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), acompañados por un equipo de docentes, ganaron el segundo premio en una competencia que reunió a alumnos/as de Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Bolivia.
El equipo de la Facultad, integrado por los/as estudiantes Matías Pereyra, Aylén Domínguez, Emanuel Morales y Fernando Carranza, el docente tutor, Gerardo Galo y la colaboración de Ivana Trento, Alfredo Debattista y el egresado Rafael Jofré, llegó a la final de certamen en el que compitieron 34 proyectos de seis (6) países.
La iniciativa forma parte del Programa Regional de Eficiencia Energética de Siemens, que convoca a universidades de varios países de la región.
El proyecto local, consistió en medir el consumo real de la UNSL durante el periodo comprendido entre diciembre de 2024 y julio de 2025. El registro total de energía eléctrica mostró variaciones estacionales vinculadas a la actividad académica y las condiciones climáticas, pero también, arrojó datos sobre usos y hábitos colectivos que luego se utilizaron para realizar una campaña de concientización.
El grupo, trabajó con un equipo medidor de energía (Siemens Sentron PAC 3200) que había sido ganado en una edición anterior del mismo Concurso y que fuera instalado en el transformador que alimenta sectores clave como el edificio de Rectorado, Auditorio Mauricio López, Bloque IV y Biblioteca Antonio Esteban Agüero.
Matias Pereyra, cuenta: «empezamos a tener mediciones en tiempo real de todos los factores eléctricos y de las variables eléctricas, lo que nos proporcionó reportes tanto del consumo eléctrico como de la parte económica. En base a eso, pudimos hacer distintos análisis para empezar a implementar mejoras y propuestas de solución. Además, realizamos una campaña de concientización social, donde pudimos observar los hábitos de consumo de toda la universidad y analizar si eso impactaba o no en gran medida con el consumo general».
«Nos hemos ganado unos dispositivos más modernos, consistentes en un Equipo SENTRON Gateway IoT Powercenter 3000 y dos (2) equipos avanzados de la familia «Sentron» con varias licencias para que estudiantes puedan hacer prácticas e incluso quienes estén pronto a graduarse puedan realizar sus tesis o trabajos finales. Nuestra idea es, además, extender esta iniciativa e implementar lo que ya hicimos, pero para toda la Universidad, instalando estos nuevos equipos en los otros transformadores y promoviendo así, un campus inteligente para toda la UNSL», concluyó.
Por su parte, Aylén Domínguez, destacó haber quedado en segundo lugar entre 34 equipos de seis (6) países latinoamericanos: «uno de los aspectos que se evaluaba era la innovación técnica, hubo equipos que presentaron pruebas de laboratorio o ensayos, la ventaja nuestra fue que todo el trabajo consistió en una implementación real. Nos sentimos muy orgullosos, sabíamos que nuestro proyecto podía llegar a estar en un buen nivel dentro de la competencia».
Rafael Jofré, graduado de la carrera y profesional del medio, destacó la particularidad de la propuesta de la Facultad: «muchas veces se hacen proyectos de eficiencia energética sin medir o se aplican solo aspectos teóricos para la toma de decisiones. Este proyecto dio cuenta del valor de los datos para poder ofrecer herramientas a las autoridades que toman las decisiones en la Universidad».
En ese sentido, la docente Ivana Trento resaltó la importancia que este informe técnico tendrá para la Universidad: «con este aporte se pueden desarrollar proyectos tanto de mejora en eficiencia energética como edilicias, e incluso hacer mantenimiento predictivo y preventivo». Asimismo, subrayó la colaboración del personal nodocente que acompañó a los/as estudiantes en la implementación de las distintas etapas del proyecto. «Los trabajadores de mantenimiento, del área de electricidad en la figura del señor Ramón Serrano, los técnicos de cómputos y del área de comunicación de la Facultad, fueron parte de este logro», finalizó.
Fernando Carranza y Emanuel Morales, por su parte, explicaron que el sistema de registro de datos está conectado a una computadora que da reportes cada 15 minutos de todo el consumo eléctrico en los espacios mencionados. «En adelante, la gente de mantenimiento puede tener sus reportes de la potencia, de alteraciones en la tensión, por ejemplo. El personal de la Secretaría de Hacienda puede tener los reportes económicos de cuánto gastaron en tal mes o en tal semana, qué eventos demandan más energía y cuales no y hacer comparativas de cuándo se gasta más o menos y qué podríamos hacer de manera que la Universidad sea más eficiente».
La implementación del Proyecto implicó no solo la realización de tareas técnicas y operativas, sino que puso a los/as estudiantes en contacto con distintas áreas, personal con diferentes roles y jerarquías, lo que les posibilitó ganar experiencia en aspectos comunicacionales y habilidades blandas que cualquier profesional requiere para su tarea cotidiana.
Una parte fundamental de la propuesta fue la campaña de concientización, y Fernando Carranza enfatizó este aspecto: «hicimos encuesta para recabar datos de hábitos de consumo en los espacios de trabajo. Luego, durante una semana, llevamos a cabo una campaña de concientización en la cual pasamos por todas las oficinas de Rectorado, conversamos con el personal, les contamos sobre los registros relevados y pensamos juntos en todo lo que podemos hacer para consumir conscientemente en la Universidad».
El docente tutor, Ing. Gerardo Galo, señaló: «el mayor valor de este proyecto fue el trabajo en equipo con las y los estudiantes fuera de la currícula: salir al campo, medir, dialogar con diversas áreas y resolver problemas reales, destacando la dedicación del grupo. Contar con mediciones y datos de calidad nos abre múltiples posibilidades: análisis comparativos, monitoreo continuo y nuevas líneas de investigación y acción para una UNSL cada vez más eficiente y sostenible. Este es un punto de partida muy sólido para seguir construyendo junto a la comunidad universitaria».
Prensa FCFMyN