Nutrición: una profesión comprometida con la salud de la comunidad


Cada 11 de agosto se celebra el Día del y la Nutricionista en toda América Latina. La fecha se instauró en conmemoración del natalicio del Dr. Pedro Escudero, mentor y reconocido como el fundador de la enseñanza de la nutrición en la República Argentina. En este sentido, la directora del Departamento de Nutrición de la UNSL, Esp. Nora Sosa destaca los puntos más importantes de esta profesión.

Historia de la carrera de Nutrición en Argentina y en la UNSL

En 1928 el Dr. Escudero creó el Instituto Municipal de la Nutrición en la Ciudad de Buenos Aires. En 1933 por Ordenanza Municipal comienza a funcionar en el país la primera Escuela de Dietistas (título original de la profesión).

El 17 de febrero de ese año, por decreto del presidente de la Nación Agustín P. Justo, el Instituto de Nutrición y la Escuela de Dietistas pasan a depender del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que posibilita que la formación trascienda las fronteras argentinas a través de becas, para formar dietistas de distintos países de América Latina.

Esto posibilitó la formación de profesionales, que fueron los/as primeros/as que crearon centros de formación en sus respectivos países. «En ese momento el Instituto de Nutrición de la Argentina fue un referente para toda Latinoamérica, formando a los/as primeros/as egresados/as no solo en nuestro país, sino en países de toda la región», explicó Sosa.

La primera universidad que comenzó con el curso de dietistas inicialmente estuvo en Córdoba en 1950; luego, fue modificándose la formación académica. En el año 1965 y dependiendo de la Facultad de Medicina, se creó la Escuela de Nutricionistas y la carrera de Nutricionista Dietista, que duraba cuatro (4) años en su momento.

En 1983 comenzó a funcionar la Licenciatura en Nutrición, con una duración de cinco (5) años. Esta carrera comenzó en la Universidad de Salta, luego en Córdoba y Buenos Aires. A partir de allí se fueron iniciando las Licenciaturas en distintas universidades públicas y privadas del país.

«En la UNSL la carrera se crea y se pone en marcha a fines del 2009, iniciando su primer año en el 2010, continuando en la actualidad con varias camadas de graduados/as recibidos/as de la UNSL», sostuvo la Directora. La carrera fue planteada inicialmente en la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF), lugar donde nació. Luego pasó a la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) desde su creación.

«En la UNSL la carrera tiene el propósito de formar profesionales idóneos/as, con un plan curricular abarcativo, que forme profesionales capacitados/as por experiencia para actuar individualmente o como integrantes de un equipo de diversos niveles, de acuerdo a las prioridades y necesidades del país», explicó la Especialista.

Sus egresados/as pueden desempeñarse en sectores públicos y privados cumpliendo funciones preventivas, asistenciales, educativas, de administración, investigación, asesoría y consultoría. Sobre la formación, la Directora agregó además que se enseña siempre desde una filosofía humanista, que se identifique con los problemas nutricionales de la comunidad y que comprometa su actuar en la solución de estos problemas, con el propósito de mejorar la alimentación y nutrición de la comunidad y de las personas, para el desarrollo del más alto nivel de salud.

El propósito de la carrera siempre ha sido promover la formación de profesionales capaces de percibir la magnitud y naturaleza multi-causal del problema nutricional, y asumir el compromiso de contribuir a la solución del mismo. Los/as egresados/as de la UNSL además son capaces de analizar objetivamente la realidad social presente, y adaptarse a los cambios que van experimentando siempre las profesiones de las ciencias de la salud.

«En este sentido, especialmente en este tiempo, ante la situación alimentaria y nutricional existente, creo que con la formación de estos/as profesionales de una manera tan integral como la tienen en nuestra Universidad, pueden verdaderamente participar de manera activa, solidaria y comprometida a contribuir en las soluciones de las problemáticas afines a la nutrición», agregó Sosa.

El campo laboral de la carrera se ha ido modificando en las últimas décadas. Hasta hace unos 30 años, el/la profesional en Nutrición estaba más abocado/a y convocado/a desde el sector salud, sobretodo a nivel gubernamental y de a poco en el sector privado. Inicialmente en un accionar más focalizando en la clínica, tratamiento y rehabilitación de distintas patologías relacionadas a la nutrición. También en la salud pública desde el enfoque preventivo, en la importancia que tiene la alimentación en el crecimiento y desarrollo en niños/as, durante el embarazo y en distintas actividades y programas que provienen de políticas de Gobierno.

A medida de que pasaron los años y de lograr una mayor valoración de la profesión y de la formación de los/as estudiantes, se fue ampliando el campo laboral, extendiéndose a actividades relacionadas con la agronomía, tecnología, industria, actividades de prácticas específicas como el deporte, la educación. «Se ha visto mucho en nuestra Provincia la actividad de participar en escuelas generativas, con proyectos relacionados con alimentación, nutrición y huerta. En especial, al menos desde la UNSL muchos/as de nuestros/as graduados/as se han iniciado en la formación en investigación, otra área de formación y laboral en la que se han insertado», sostuvo la Directora.

En la práctica privada, tanto en consultorios o como parte del equipo multidisciplinar de salud, se fue ampliando y consolidando la profesión. En este sentido, la Esp. Sosa explica que desde hace años desde el Gobierno de la Provincia se tomó a un número importante de nutricionistas que están desempeñándose en hospitales, programas y centros de salud pública.

Con respecto a la formación de profesionales, Sosa explicó que la UNSL tiene la particularidad de que si bien hay materias troncales que están presentes en la mayoría de las carreras del país, nuestra universidad tomó muchos de los recursos humanos y cursos existentes de otras carreras, por lo que tiene su particularidad. Además, la currícula está integrada por materias de todo tipo, existiendo también varias optativas, que van cambiando en forma dinámica de acuerdo a las necesidades que van surgiendo tanto de los/as alumnos/as como a propuesta de los/as docentes.

«Es una formación holística, completa, con bases importantes para poder desarrollar en su futuro, de acuerdo a las posibilidades, preferencias y habilidades de cada uno/a. Hoy existen cada vez más especializaciones para hacer luego del egreso, en la que pueden perfeccionarse y dedicarse en áreas específicas», sostuvo Sosa, destacando además que desde el Departamento se ha propuesto una especialización relacionada a la actividad física, deporte y nutrición, que está en vías de ser aprobada por el Ministerio de Educación de la Nación.

Consultada sobre qué le diría a los/as futuros/as ingresantes interesados/as en estudiar la Lic. en Nutrición en la UNSL, agregó que es una carrera muy importante, comprometida, con una muy buena formación que les permitirá desempeñarse en distintos ámbitos públicos o privados, brindándoles múltiples herramientas para el desarrollo de la profesión y para la posibilidad de seguir incursionando en nuevas áreas que aún están sin explotar. «Es una excelente carrera para estudiar y para después poder contribuir de una manera importante a la salud y nutrición de nuestra población», enfatizó.

Sobre la importancia de mantener una alimentación sana

En este sentido, la Directora del Departamento de la UNSL explicó que la alimentación está presente en nuestras vidas a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Desde el primer minuto en el que somos concebidos/as hasta el último minuto de vida nos acompaña la necesidad y el derecho de alimentarnos. Es un proceso fundamental que va relacionado con la salud.

Las personas no pueden gozar de salud si no tienen un buen estado nutricional. Son muchas las enfermedades que se pueden evitar a partir de una buena alimentación, generadas tanto por déficit como por excesos.

La experta explicó que hace tiempo la situación nutricional tiene una doble carga de morbilidad, porque coexisten situaciones de mal nutrición por déficit, como la carencia de micronutrientes, como la anemia, enfermedad importante y prevalente, y la desnutrición. Sobre esto dijo: «Si bien se fue erradicando la desnutrición severa, sigue existiendo un porcentaje aún importante de desnutrición crónica o baja talla, relacionados con problemas del tipo social, cultural y económico. Esto nos debe doler a todos/as, porque se podría evitar trabajando de una manera más constante de la prevención y con políticas de Estado adecuadas».

La doble carga de morbilidad existe también por el número importante de situaciones de sobrepeso y obesidad, distribuidas en distintos sectores de la comunidad y en diferentes grupos etarios, viéndola cada vez más en edades más jóvenes y niños/as. Es una enfermedad con múltiples causas, por lo tanto el poder evitarlas y prevenirlas requiere de múltiples abordajes, de una manera holística.

«Una alimentación adecuada, inocua, nutritiva, suficiente, equilibrada es necesaria en todas las edades para poder no solo desarrollarnos en forma apropiada, sobretodo en los primeros años de vida, sino también para tener una vida útil, saludable, ser adulto, joven, medio o mayor con buenas posibilidades de tener una vida activa y saludable», sostuvo Sosa.

La experta además agregó que una alimentación adecuada nos va a permitir estar en un buen peso, evitar enfermedades crónicas, del tipo de sobrepeso, hipertensión, diabetes, prevenir también otras enfermedades como las caries dentales, algunos tipos de cáncer y problemas cardiovasculares.

«Una alimentación sana no significa necesariamente más costosa, sino tener conciencia de los alimentos más importantes y esenciales que hay que priorizar, teniendo en cuenta los hábitos, gustos, costumbres y la economía individual, familiar y comunitaria», finalizó.

Mirá acá más información sobre la Lic. en Nutrición de la UNSL.

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