Políticas públicas y pueblos indígenas en San Luis


A través de la convocatoria a los Proyectos de Investigación Iniciales (PROINI) que impulsa la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad, un proyecto de investigación indagará en políticas públicas provinciales vinculadas al reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de las comunidades originarias en San Luis. Estas políticas son pensadas como una forma de reparación a diversas injusticias que han sufrido los pueblos indígenas a lo largo de los años en la historia del país.

El abogado, magíster en Filosofía y doctor en Derecho, Manuel Serrano, sostuvo que uno de los hechos violentos más conocido, pero no por eso el único, fue La conquista del desierto. A raíz de luchas y protestas sociales llevadas a cabo por las comunidades indígenas para lograr su reconocimiento y el respeto de sus derechos, a nivel nacional una de las acciones más relevantes fue la reforma constitucional de 1994 donde expresamente se reconoce la preexistencia étnica y cultural.

El investigador y docente de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH), relató que en San Luis se comenzaron a implementar una serie de políticas, donde tal vez las más reconocidas sean las vinculadas con la creación del pueblo Nación Huarpe y del pueblo Nación Ranquel. Sin embargo, añadió que estas políticas tienen un carácter en principio provisorio, como si estuvieran allanando un camino para lograr que las comunidades en algún momento sean autónomas, puedan manejarse como un municipio real, y no deban estar intervenidas y bajo el control constante del Poder Ejecutivo.

En este sentido, el científico explicó que la idea del proyecto es poder evaluar cuáles de estas políticas tiene el carácter provisorio, cuáles son definitivas, qué significa el carácter provisorio de estas políticas y si se encuentra justificado ese carácter. Además, qué significa que estas comunidades no logren tener autonomía, cómo se ha construido la idea de autonomía y de ciudadanía entre los integrantes de la comunidad Ranquel y Huarpe. También, otro objetivo es indagar si hay otras comunidades en San Luis que aún no hayan sido reconocidas oficialmente, y en este sentido poder conocer cómo es la interacción entre políticas provinciales y nacionales en un contexto donde todas las políticas vinculadas a los pueblos indígenas están siendo atacadas o desmanteladas.

Para el desarrollo del trabajo el equipo de investigación utilizará una metodología etnográfica que principalmente consiste en un trabajo de campo, estar en el lugar, generar diálogos con los diferentes actores de las comunidades, registrar qué es lo que sucede en las comunidades, cómo funcionan algunas políticas, conocer e identificar cómo es la vida en la comunidad. Por otro parte, una segunda metodología está relacionada con el análisis conceptual, esto es por un lado la construcción de conceptos vinculados a lo que se observará en el análisis etnográfico, y por el otro el análisis hermenéutico que permitirá analizar cómo ciertas políticas se van materializando en normas, leyes, decretos, decisiones administrativas, entre otras. Esto permitirá evaluar valorativamente la concepción de: autonomía, democracia, participación, trabajo, cultura, lenguaje y religión.

Aporte social

En este punto el investigador remarcó que los resultados que se obtendrán tienen un importante impacto a nivel social en todas las dimensiones donde se pueden generar políticas. «Por ejemplo, una de las cuestiones fundamentales que atraviesa el proyecto tiene que ver con la idea de memoria. Cómo nosotros pensamos, reconstruimos y conceptualizamos ciertos hechos del pasado. Entonces, no es lo mismo pensar la conquista del desierto como un avance del Estado argentino sobre territorios vacíos, sobre un desierto para el desarrollo de la Nación, que pensarla como un genocidio. Al pensarla como un genocidio nosotros ya directamente lo estamos caracterizando como un hecho que implicó muertes, torturas, desaparición de personas, separación de familias, robo de territorios y una violencia extrema hacia un colectivo determinado», enfatizó.

Serrano explicó que pensar en términos de memoria implica tener en cuenta el pasado, como así también el presente y el futuro. Reconocer que la violencia no estaba justificada y no debe volver a repetirse. «Los pueblos originarios son hoy una de las comunidades que tienen peores índices de desarrollo social y son quienes más sufren violencia por el avance de sus territorios, por el desprecio a su cultura y a su idioma, por las barreras que hay culturales idiomáticas al acceso de ciertos derechos. Entonces, un punto fundamental es empezar a evaluar y pensar políticas que vayan vinculadas al respeto de la memoria (…) Creemos también fundamental pensar la interculturalidad y la ciudadanía», concluyó.

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