Un estudio científico que se desarrolla en el Área de Microbiología e Inmunología de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), busca nuevas alternativas terapéuticas frente a bacterias patógenas resistentes, como lo son las cepas Yersinia enterocolitica y Salmonella entérica serovar Enteritidis y serovar Thyphimurium, aisladas de embutidos de cerdo y huevo líquido respectivamente. Específicamente estas bacterias generan una infección que comienza con la ingestión de alimentos o agua contaminadas.
La licenciada en Bioquímica, Florencia Amancay Colocho estudia esta temática. Actualmente se encuentra realizando el Doctorado en Bioquímica en la UNSL, en el área de Microbiología e Inmunología, y se desempeña como becaria doctoral del CONICET, en el Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis (IMIBIO-SL) de doble dependencia UNSL/CONICET.
¿De qué se trata la investigación?. Florencia explicó que se centra en el estudio de la actividad antibacteriana y anti-biopelícula de enteropatógenos transmitidos por alimentos mediante el uso de compuestos aromáticos policíclicos oxigenados y nitrogenados. «Las porfirinas con las que trabajo en la actualidad son compuestos orgánicos con múltiples aplicaciones, entre ellas como agentes antimicrobianos, especialmente bajo irradiación con luz», dijo. El objetivo es evaluar el potencial de las porfirinas como alternativas terapéuticas frente a bacterias patógenas resistentes, como Yersinia enterocolitica y Salmonella.

Las porfirinas son macrociclos orgánicos que tienen una estructura química característica: cuatro (4) anillos pirrólicos unidos formando un sistema altamente conjugado que le otorga propiedades fotodinámicas que pueden ser aprovechadas para eliminar bacterias cuando son activadas con luz (fototerapia o terapia fotodinámica) debido a la formación de especies reactivas de oxígeno. «Están presentes en la naturaleza en moléculas esenciales como la hemoglobina y la clorofila, pero en mi investigación trabajamos con porfirinas sintéticas», sostuvo la científica.
¿Por qué comenzaron a investigar en este tema?. Cada año alrededor de 600 millones de personas en todo el mundo se enferman debido al consumo de alimentos contaminados, y aproximadamente 420 mil mueren, siendo los más vulnerables los/as niños/as menores de cinco (5) años que constituyen un tercio de las muertes por año. Sumado a esto, el problema de la resistencia bacteriana a los antibióticos es una amenaza creciente para la salud pública mundial, siendo ahora la salmonelosis incluida por la OMS en la lista de patógenos prioritarios para la investigación y desarrollo de nuevos antimicrobianos.
Según explicó Florencia, esta resistencia se incrementa cuando las bacterias forman una estructura donde se aglomeran, llamadas biopelículas, ya que estas les confieren una mayor protección. En este contexto, las porfirinas aparecen como herramientas prometedoras por su capacidad antibacteriana y baja toxicidad. «Los estudios comenzaron formalmente con el inicio de mi doctorado en el año 2022, aunque el grupo de investigación ya contaba con una línea de trabajo previa en el desarrollo y caracterización de compuestos aromáticos policíclicos oxigenados y nitrogenados con actividad biológica. Mi plan doctoral se enfoca en aplicar y profundizar esos desarrollos para evaluar la eficacia de estas moléculas en modelos bacterianos relevantes», contó.
El desarrollo de nuevas estrategias antimicrobianas es crucial ante el avance de las bacterias multirresistentes. El uso de luz y porfirinas podría permitir tratamientos más localizados y con menor probabilidad de inducir resistencia, beneficiando tanto al sistema de salud como a los/as pacientes. «La investigación es interdisciplinaria. Involucra conocimientos y técnicas de la bioquímica, la microbiología, la química orgánica, la fotobiología y la biología molecular», concluyó la investigadora.