El Dr. Félix Nieto Quintas, secretario de Relaciones Interinstitucionales y ex rector de la UNSL se desempeña actualmente en funciones en el Consejo de Rectores por la Integración de la Subregión Centro Oeste de Sudamérica (CRISCOS), la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). En entrevista con Noticias UNSL nos explica cuáles son las actividades que realiza en cada una de ellas y la importancia de ser parte de esas mesas de negociación.
¿Cómo puede describir su experiencia en los Consejos y Asociaciones?
Siempre la vinculación con redes de trabajo es una experiencia muy enriquecedora, porque permite ver cómo se solucionan problemas de la misma índole en otros lugares, de otras maneras y con otros mecanismos. Eso le permite a uno entender, mejorar la comprensión de los problemas y ser más eficiente para pensar posibles soluciones.
Después porque son experiencias muy distintas y valiosas, tanto personalmente como para la Universidad.
¿Cuáles son las características de cada uno de estos espacios y cómo se realiza el trabajo en cada uno de ellos?
En este momento funjo como Secretario Ejecutivo de CRISCOS. Este espacio es un Consejo de Rectores que busca la integración en la Región Centro- Oeste de Sudamérica y agrupa a 36 universidades públicas y privadas que están en la Cordillera Andina, en los países de Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Paraguay y Ecuador. En esas universidades hay una muy interesante tarea de trabajo conjunto para expandir las cooperaciones, no solo la movilidad académica, de docentes o gestores, sino en la idea de mejorar la producción científica conjunta, generar actividades de ciencia y tecnología en común. Eso se está llevando adelante con la tarea del rector Víctor Moriñigo como presidente. A mí me toca coordinar las decisiones del Comité Ejecutivo en Asamblea y llevarlas adelante. Ahora estamos gestando la Asamblea que será el 24 y 25 de abril de 2024.
Por otro lado, AUGM es una institución de similares características, en tanto que son universidades latinoamericanas del cono sur. En total son 41 universidades públicas, autogobernadas, autónomas y autárquicas, que tienen mecanismos de gobierno. Hay una presidencia y un Consejo Directivo que toma decisiones. Allí, la UNSL es representante y al formar parte del Comité Ejecutivo, los delegados asesores cumplimos el rol de trabajar para ese Consejo. Además, integro distintas comisiones de AUGM, la de ciencia y técnica y la de seguimiento de agrupamientos académicos, lo que me permite tener un contacto con toda la realidad de la Asociación.
Finalmente, CONICET es una institución muy grande y prestigiosa del país, que tiene más de 25.000 agentes. El organismo máximo que lo dirige es el Directorio, que está compuesto por ocho (8) miembros. Cuatro (4) representan a cada una de las grandes áreas del conocimiento (ciencias sociales y humanidades, ciencias exactas y naturales, ciencias agrarias, ingeniería y materiales, ciencias biológicas y de la salud). Además, hay un representante del campo, de gobiernos provinciales, de la industria y un representante del sistema universitario, que ese soy yo.
¿Cuáles son los desafíos de estos trabajos?
El desafío es trasladar a la Universidad las ventajas que tiene la asociatividad con distintas instituciones. Uno habla, genera acuerdos, genera vínculos y esos vínculos tienen que redundar en beneficios para las personas de la Institución, que deben aprovechar esos intercambios.
Lo del CONICET es muy satisfactorio, porque estoy en un lugar de decisión muy importante, donde pasa por ahí la ciencia argentina.
Al estar presente en encuentros y con representantes de tantos países e instituciones del país y la región ¿cómo ve a nuestra Universidad?
Yo veo que nuestra Universidad tiene muy buena perspectiva futura, fundamentalmente porque tiene consolidado un sistema de posgrado muy firme y establecido, entonces es referencia en el posgrado de Argentina y la región. Eso le da a la Universidad mucho margen para negociar, para hablar sobre diversos temas y apoyar a la investigación científica. Fomentar y agrandar las carreras de posgrado es muy importante para la Universidad, porque nos permite ser referencia regional, que las otras universidades estén interesadas en esas cuestiones. Creo que la UNSL tiene allí una capacidad de trabajo muy fuerte.
Si uno analiza la producción científica de la UNSL, se revela que solamente con Latinoamérica tenemos el 14,3% de nuestra producción y con Brasil es con quien más cooperamos, que es el 5,5% de los artículos, después sigue Uruguay con el 3% y luego otros países. El techo para crecer en cooperación no tiene límites. Tenemos mucho para hacer en eso, los números nos están diciendo eso, que es necesario, pertinente y posible hacer una tarea conjunta que se refleje en indicadores como este. Eso se está trabajando, haciendo contactos con grupos de investigaciones, generando acuerdo con esos grupos para mejorar las condiciones de trabajo, con intercambio de becarios y de profesores.
¿Qué enseñanzas le han dejado estas experiencias?
Esto te permite entender mejor el funcionamiento de la misma Universidad. Hay una tarea muy fuerte de trabajo, de hacer colaboraciones, generar acuerdos y todo lleva a una mejora en la calidad de la enseñanza. La UNSL siempre está en lugares de decisión más allá de su misión, lo cual es muy llamativo. Esto tiene muchas ventajas, entre ellas que uno conoce las decisiones de primera mano, forma parte de quienes generan los mecanismos de decisión. Eso ayuda a las universidades, porque pueden impulsarse cuestiones que convengan a la Institución.
Es importante que la Universidad tenga esta representatividad en lugares de decisión nacional e internacional, que reflejan cuál es el grado de madurez y acompañamiento que la Universidad tiene de otras instituciones colegas.