Esto se investiga en una de las cinco (5) áreas que integran el Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). Se trata del Laboratorio de Farmacognosia, un espacio con múltiples miradas científicas que se articulan en el estudio de la flora.
Esta área se dedica a investigaciones en plantas desde el estudio de la materia prima, su control de calidad, su aislamiento en extractos responsables de la actividad farmacológica y el diseño de fármacos. La responsable del Laboratorio es la Dra. Elisa Petenatti. «Dentro de nuestra área intervienen distintos proyectos de investigación», sostuvo. Uno de ellos es la exploración botánica de la provincia de San Luis que data del año 1986 tendiente a aportar conocimiento sobre la flora de San Luis, especialmente en plantas medicinales.
Según expresa la científica, había poco conocimiento de la flora de San Luis hasta la llegada de estas investigaciones y a partir de allí se comenzó toda una exploración botánica de la Provincia. En este sentido remarcó que se han publicado distintas florulas (género de plantas) de una región determinada, tal es el caso del Parque Nacional Sierra de las Quijadas y la localidad de Villa de Merlo. «El objetivo es avanzar hasta constituir en general lo que formará la flora de San Luis en su conjunto», sostuvo.
Además de ser un Laboratorio de investigación, cuenta con un espacio anexo dedicado a la docencia. En este sentido la doctora Petenatti contó que se dictan en el área siete (7) cursos de la carrera de farmacia, y otros de posgrado.
Entre las temáticas científicas que se estudian se encuentra la fitofarmacognosia ya que el equipo se dedica especialmente a estudiar productos naturales de plantas superiores. «Hay una colección, clasificación y mantenimiento de todos los ejemplares documentales en el Herbario de la Universidad». dijo.
En el año 2018, con la incorporación del Dr. Matías Funes, se abrió una nueva línea de investigación dentro de la asignatura farmacognosia que es sobre productos generadores de oxígeno para distintos tipos de actividad. «El doctor Funes tiene un proyecto que incorpora algunos metabolitos secundarios fotosensibilizadores a productos para poder ser utilizados como microbicidas en frutas, verduras y otros productos, para la conservación. Actúa contra bacterias y hongos».
También cuentan con otra línea de investigación, dirigida por el Dr. Daniel Enriz, en la cual se realiza una modificación de estos productos naturales. «Sacan la toxicidad y aumentan la potencialidad de estas moléculas que nosotros vamos encontrando en el área».
Si bien se viene investigando en la temática desde hace más de 30 años, en 2019 se inauguraron nuevos espacios para el área, lo que permitió compartir ámbitos en común. «Anteriormente estábamos algo disociados. Algunos estaban en Chacabuco y Pedernera y otros en un espacio contiguo a Radio Universidad. A partir del año 2019 se inauguró el área en el Bloque I que presenta mejores condiciones y en el cual podemos desarrollar más acciones en conjunto», dijo la científica.
¿Cómo es trabajar en el Laboratorio?. La científica expresó que tienen un sector para la microscopía donde se realiza el control de calidad de las hierbas. Allí se hace el control de calidad farmacopeico de la materia prima y de productos de algún medicamento herbario. Con eso se aseguran que la calidad sea correcta, ya que la misma se correlaciona directamente con la seguridad y eficacia de ese medicamento.
También científicas y científicos realizan la recolección de las plantas, ya que son quienes tienen el lugar geográfico exacto de donde encontrar una determinada planta y conocen los protocolos de cuánto hay que recolectar para poder conservar los recursos y bajo qué normas hacerlo.
«Luego tenemos otro espacio donde hacemos farmacognosia pura», dijo. Una vez que está identificada la materia prima, se acondiciona, se hacen las extracciones y se van tratando de aislar distintos tipos de productos que son los responsables de esa actividad farmacológica. «La planta es un ser vivo, y como ser vivo tiene distintos tipos de metabolitos», especificó la científica.
En este sentido expresó que las investigaciones recolectan lo que es la etnobotánica, es decir cómo las personas y las culturas usan a las plantas y para qué. «Tratamos de validar los dichos populares sobre el uso de las plantas medicinales (…) Las plantas medicinales se utilizan generalmente como automedicación. Hay plantas que se utilizan para un montón de cosas, nosotros tratamos de buscar realmente para qué sirven», contó.
También expresó que se colecta toda esa información etnobotánica y la trasladan al Laboratorio haciendo control de calidad, extracción de los principios, viendo qué acción realmente tiene.
Medicina alternativa. La investigadora expresó que través de un proyecto de extensión de la SPU se capacitó sobre el uso correcto de las fitomedicinas a farmacéuticos, para que a través de la atención farmacéutica se logre formar a las personas. También se fue a escuelas primarias y secundarias «con la convicción de que los niños llevan todo lo que aprenden a la casa».
El objetivo del proyecto era que las personas entiendan que las plantas medicinales son un verdadero medicamento y como tal tiene que tener todas las condiciones de calidad, seguridad y eficacia. «Las plantas medicinales producen efectos en las personas que las consumen, puede ser positivo o tóxico, por eso es importante saber conservarlas y prepararlas para consumirlas», concluyó la profesional.
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Allí se publicará el álbum completo de fotografías:
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