Estudiantes de la UNSL alfabetizan a sectores vulnerables de la sociedad sobre el uso de Internet


Diez estudiantes de la Universidad Nacional de San Luis formaron parte de los más de 100 jóvenes de diferentes universidades públicas de todo el país que se convirtieron en la primera camada de la Red de Alfabetizadores Digitales de Argentina (Rad.ar), un programa que forma parte del Plan Nacional de Inclusión Digital dependiente del Ministerio de Modernización de la Nación.

Con el apoyo de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, los estudiantes se reunieron en el mes de marzo en la ciudad de Buenos Aires, donde fueron capacitados para enseñar sobre el uso de Internet a los sectores más vulnerables de la población de sus provincias.

Durante dos jornadas, los chicos se interiorizaron sobre la inclusión digital con referentes de la tecnología, la educación y movimientos solidarios. También aprendieron a pararse frente a un aula y enfrentar sus miedos como futuros profesores, y recibieron consejos de dinámica de acercamiento a los alumnos.

Gustavo Gitto, alumno de la carrera de Contador Público Nacional de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales, se convirtió en uno de los capacitadores cumpliendo su tarea de alfabetizador en el Centro Cultural Municipal de la ciudad de San Luis (Av. Lafinur S/N).

El futuro Contador desempeña sus actividades los días lunes y miércoles por la mañana y tarde con dos comisiones distintas de trabajo integradas por 24 personas de distintas edades. La capacitación tiene una duración de seis semanas y se desarrolla en distintos módulos formativos los cuales comprenden el desarrollo expositivo de temas; ejercicios para ser realizados en computadora con acompañamiento del alfabetizador (por ejemplo, abrir una cuenta de correo electrónico, descargar un mapa); ejercicios para hacer en forma oral y grupal; y dinámicas de integración y/o tareas administrativas (presentación del capacitador, presentación de los estudiantes, tomado de asistencia, entre otros).

Uno de los propósitos de la cursada es la enseñanza de las competencias necesarias para desenvolverse en el escenario de las nuevas tecnologías. No se trata simplemente de tener acceso a estas herramientas; lo importante es saber utilizarlas y poder aplicarlas para mejorar la calidad de vida.

«Se trata de integrar a estos grupos al uso de internet (…) Empezamos a ver los buscadores de Google, cómo conectarse a una cuenta de internet por wifi o a través de una red telefónica, hacerse un correo, ingresar a redes sociales (…) Es poder acceder a distintas aplicaciones que hay dentro de internet para que ellas conozcan cómo aprovecharlas al máximo», expresó Gitto.

A las clases asisten beneficiarias del programa nacional «Ellas Hacen» del Ministerio de Desarrollo Social, el cual está integrado por mujeres que atraviesan una situación de vulnerabilidad, y es por ello que se busca que tengan la posibilidad de acceder a oportunidades de trabajo y formación para que puedan crecer y ganar autonomía.

Ellas Hacen acompaña a las mujeres para que puedan terminar sus estudios; promueve su ingreso a estudios terciarios y/o universitarios; les brinda oportunidades de formación en oficios, talleres de prevención de la violencia y salud sexual y reproductiva, entre otras temáticas; y las integra en grupos asociativos autogestivos para que puedan aprender a desarrollar actividades productivas.

María Alejandra Cocozella es una de las alumnas que participa de las jornadas de instrucción. En el pasado desempeñaba su trabajo en una cooperativa de construcción, que desde el 2012 pasó a pertenecer al programa «Ellas Hacen», donde comenzó a ser capacitada en diferentes cursos que le servirán para desarrollarse como profesional en el futuro. La misma, expresó su agrado y el pedido de extensión de estos cursos de formación relacionados al manejo de las nuevas tecnologías. 

«Este curso especialmente creo que es el más productivo para muchas, yo soy una mujer grande, tengo 54 años y nula en computación (…) El profesor es muy bueno, nos enseña muy bien, por lo menos a mi me sirve muchísimo, a mi edad, el uso de una computadora es muy básico, siempre tuve que pedir ayuda», dijo Cocozella.

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