Abordarán la salud integral en niños de nivel inicial y primario


El proyecto de extensión Salud en alerta trabajará aspectos nutricionales, psicológicos, fonoaudiológicos y bioquímicos, en el centro educativo Santa María Eufrasia, ubicado en el sector sur de la ciudad de San Luis, en el ingreso al Barrio Pucará.

Salud en Alerta fue seleccionado por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) para su financiamiento y se trata de una continuidad de un proyecto que se aprobó en el 2016/2017 de voluntariado que es Alerta neurodesarrollo. En esta oportunidad no se abocará solamente a la salud desde el neurodesarrollo, sino que se incluirán otros campos y más áreas que permitirán escuchar a las familias y conocer la calidad de vida que llevan y sus viviendas. Particularmente se trabajará con los/as docentes, niños/as y con padres, tutores y familias.

«La extensión va más allá de brindarle conocimientos desde la Universidad a la comunidad, es escucharlos, conocerlos. Yo siempre le digo a los/as chicos/as integrantes que una cosa es lo que se aprende dentro del aula con los libros que es fundamental, pero otra cosa es con la comunidad y más cuando son comunidades que están a distancia de una ciudad, del centro, son otras las realidades, es otra la práctica, es otra la experiencia, es otro el aprendizaje. Vemos al individuo de una manera integral y eso es un aprendizaje que lo da saliendo de las instituciones educativas a la comunidad», manifestó la Lic. María Verónica Salinas, directora del proyecto.

Lo que se hará en primera instancia será convocar a estudiantes de la Universidad que quieran sumarse al proyecto. Se procede luego a una entrevista para conocerse mutuamente y explicarles los objetivos y actividades, brindándoles las herramientas para decidir si desean continuar. En base a ello, una vez seleccionados/as los/as participantes, se dividen por disciplinas para una formación durante un mes, donde se abordará qué se trabajará y qué se busca, para luego asistir a la institución.

Desde lo nutricional harán hincapié en el crecimiento: parámetros nutricionales, perímetros cefálicos, talla, peso, índice de masa corporal. Con esos datos se los adecuará a una tabla respetando la edad de cada chico/a. En cuanto a bioquímica se dictarán talleres sobre enfermedades o situaciones problemáticas o peligrosas que puedan surgir en la zona donde viven: picaduras de insectos, accidentes domésticos, lavado de manos, etc.

Otras disciplinas se abocarán a un acompañamiento en el aprendizaje-enseñanza. Desde la fonoaudiología se hará una evaluación desde nivel inicial y los primeros años de la educación primaria, donde se buscarán dificultades o problemas que hacen a la comunicación y que pueden llegar a estar afectando al aprendizaje. Si ya hay chicos/as que estén incluidos/as con algún tipo de discapacidad, se trabajará con la/el docente en adaptaciones y acompañamiento para que la integración sea mucho más positiva y completa.

«Desde estructuras más superiores de gobierno, secretarios/as, reuniones, consejos, congresos, se está valorizando mucho la extensión, pero cuando eso se baja los/as docentes, se ve poco, porque cada vez más el/la docente tiene más responsabilidades docentes, más actividades. Me gustaría una mejor articulación entre lo que se está proponiendo con lo que se está haciendo. La extensión es algo que da un conocimiento, que en experiencia personal y grupal con los/as chicos/as, no la da ningún libro», finalizó la Directora.

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