Galardonado con el premio Defensa de la Educación Pública por la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y en su paso por Argentina, el Dr. Álvaro Maglia (Uruguay), secretario Ejecutivo de la prestigiosa Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), explicó que las universidades son el motor de los desarrollos de nuestros pueblos.
Desde su extensa experiencia en AUGM, siendo desde el año 2009 secretario de una Asociación internacional que nuclea en red a 41 universidades públicas, autónomas y autogobernadas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, expresa su opinión sobre la internacionalización de la educación superior y la magnitud de la educación pública.
¿Cómo recibe el premio otorgado por la UNSL?
En el día de ayer llegaron varias notas de los/as rectores/as saludando a quien habla, pero también saludando la instalación de un premio de ese tipo. A nivel general recibo este premio pensando en que la AUGM es una red de universidades públicas desde el punto de vista formal estatal, a esto lo aclaro porque en Chile, por ejemplo, el concepto de universidad pública no atañe al concepto de universidad estatal.
Para nosotros el tema de lo público tiene que ver con, naturalmente, el ser parte de responder al país en el sentido de su pertenencia y pertinencia con él. Creo que es importante pensar en la vocación pública, lo rescatable del carácter público de nuestras universidades que inmediatamente nos lleva al compromiso social, que es con el pueblo, con la cultura, con la educación y salud, y con todas las dimensiones de la vida de nuestros pueblos.
En ese sentido ahora paso a lo personal. En algún momento me pregunté por qué a mí, si hay tantos, e hice una síntesis y entendí que en realidad represento a muchos. Para ese premio soy yo, con mis características, y también soy mis compañeros de oficina, los rectores, los delegados asesores, los académicos, son todos los que están en AUGM y los que están en nuestro pueblo regional, que merece que esa educación pública sea defendida.
¿Cómo define a la vocación pública?
Hay que partir de la base que vocación pública no es lo mismo que educación de servicio público. El servicio público puede también ser mercantil. Lo que no puede ser mercantilizado es el bien público social y el derecho de la educación, y eso nos lleva de la mano al deber indelegable de los estados en sostenimiento de nuestra educación toda, y la educación superior en particular.
Las universidades somos la clave del desarrollo y en Latinoamérica mucho más que en otras latitudes. El 75% de la producción científica académica, de producción original de cultura y artística viene de las universidades como motor de los desarrollos de nuestros pueblos, y si no lo somos, debemos serlo.
Hablando de la educación como bien público social: ¿cómo ve a la educación en los otros país miembros de AUGM?
Uruguay y Argentina tienen muchas cosas similares, muy influidas por la Reforma Universitaria. El sistema paraguayo lo he empezado a conocer desde que estoy en AUGM, no lo conocía antes, es un sistema que tiene un sentido muy especial para el pueblo paraguayo y que además ha venido creciendo por su desarrollo permanente. Hay una vocación de desarrollar y defender la educación superior con mucha fuerza.
Bolivia es casi inexplorado para mí. Chile tiene el karma de Pinochet que todavía crece fuertemente y que ha transformado a las universidades en una cuestión que muchos rectores chilenos, miembros de AUGM, lo dicen con cierta insistencia: en Chile el estado nos ha obligado a que las universidades públicas en vez de cooperar, compitamos. Y eso no le hace bien al sector público de la educación superior. Brasil es un mundo aparte, tiene otros intereses con toda la lógica interaccionista de los últimos gobiernos.
La AUGM está contribuyendo muy fuertemente con una interacción de otra índole en Latinoamérica y el Caribe a partir de la última Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) de Córdoba en los 100 años de la Reforma Universitaria, lo venía haciendo antes pero este evento le ha dado una dimensión particular. Creo que tenemos que empezar a rescatar la cooperación entre las universidades latinoamericanas en el sentido de pensar en nuestra independencia y economía del conocimiento, y también en nuevas posibilidades de desarrollo desde el conocimiento.
Desde el año 2016 que la UNSL fue admitida en AUGM: ¿cómo considera el vínculo de nuestra universidad con la Asociación y la interacción internacional de la educación?
En el momento que la Universidad Nacional de San Luis ingresa a AUGM el rector era el Dr. Félix Nieto. Él es una figura de una profundidad de intenciones interaccionistas, colaborativas y con perspectiva estratégica. De su mano venía el actual Rector, que en ese momento era Delegado Asesor.
Entonces integrar la UNSL a la AUGM fue fácil y sencillo porque había una determinación de integrarse. Y dentro de AUGM (ya integrados) desde el principio empezaron a contribuir con fomentar procesos de transformación en cuestiones esenciales que hoy tiene resultados palpables.
¿Actualmente AUGM hacia a donde apunta?
La vocación fundadora de la Asociación es la integración académica regional. La finalidad de AUGM es la construcción de un espacio académico común ampliado de integración en la educación, cultura, tecnología y ciencia. Ese es el objetivo.
Actualmente con ese objetivo y finalidad, la orientación estratégica principal es el bien público social, el derecho humano universal y la sostenibilidad de los estados de la educación. Tenemos un plan con ocho (8) objetivos estratégicos, 25 objetivos específicos y otras tantas metas que son las que marcan el rumbo de hacia donde tenemos que caminar.
Todo lo que hacemos es para integrar a la educación superior con un fin estratégico y tener una educación superior fuerte y comprometida. El primer objetivo es la educación pública.
¿Cómo ha marcado la educación pública en toda su trayectoria científica y académica?
En la Universidad de la República (Uruguay) en la que fui estudiante en la época de la dictadura, era una universidad intervenida por el poder ejecutivo, sin autonomía ninguna. Mientras fui estudiante me dediqué a estudiar y en aquel momento no había mucho más para hacer. Pero cuando termina la intervención y vuelve el Gobierno democrático en el año 85, inmediatamente me sumo al gremio de los docentes (ya era docente en ese entonces) y empiezo a descubrir un momento que durante 35 años he recorrido cada vez más entendiendo que eso era lo que correspondía.
Eso se relaciona con la educación pública al servicio del pueblo con el alto compromiso de servir al pueblo de diferentes maneras: investigando, enseñando, haciendo extensión y transferencia. El haberme formado desde el punto de vista intelectual en una Universidad con ese potencial, con un rector como Jorge Brovetto, en su momento, fundador de AUGM, no pensar de esta manera, hubiera sido una deslealtad con mi Universidad.
¿AUGM tiene vínculos con las universidades de la Unión Europea?
Con la Unión Europea nos hemos presentado a diversos proyectos. Nosotros nos identificamos muy fuertemente con el sector universitario de la educación superior y la Unión Europea es de los estados. Si tenemos un vínculo con una Red Universitaria de alrededor de 40 miembros de universidades públicas que no están en ciudades capitales. Hemos cooperado y seguimos cooperando muy fuertemente con ellos.
En el contexto de la pandemia: ¿cómo analiza la internacionalización de la educación? ¿Se frenó? ¿Se potenció?
Creo que ni se frenó, ni tampoco se potenció. Solo se transformó. Creo que la virtualidad es una herramienta poderosa pero peligrosa. Ha permitido cosas que no se permitían sobre todo por tema de costo económico y tiempo de las personas.
Creo que la virtualidad está sentando bases para muchas transformaciones en lo que es internacionalización que puede ir a través de la integración curricular, pero también tiene peligros enormes porque hoy las grandes universidades del mundo están preparadas para vender productos enlatados educativos impertinentes para cualquier parte del mundo, a bajo costos y sobrevalorando los rankings universitarios.
A mí la internacionalización es un fenómeno que me convoca fuertemente porque da herramientas fuertes para vincularse porque el conocimiento es universal, y formar parte de este conocimiento, aportar para él y usar de él, es fundamental. Para hacer internacionalización hay que tener buenas estrategias, y si no las tenemos, terminamos involucrados en las estrategias de otros y eso es muy peligroso.