Ante el reporte de casos autóctonos en la ciudad de San Luis, el Dr. en Bioquímica César Almeida nos explica qué es el dengue y cuáles son los síntomas que lo diferencian del Covid-19, y el Dr. en Biología Walter Lapudula nos comenta cuáles son las características del mosquito vector de la enfermedad.
La fiebre del dengue es una enfermedad producida por un virus, transmitido por un mosquito de la especie Aedes aegypti. El virus pertenece a la familia flaviviridae y tiene cuatro (4) serotipos: DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4.
Cualquiera de las variantes que ingrese al torrente sanguíneo producirá en la persona síntomas como: fiebre muy alta (cercana a los 40º), acompañada por dolor de cabeza, dolor articular, ardor detrás de los ojos. Otros síntomas de la enfermedad son los vómitos, náuseas, inflamación de ganglios linfáticos y manchas rojas o sarpullidos en la piel.
Estas reacciones aparecen cuando pica una (1) variedad del virus. Sin embargo, si en otra oportunidad esa persona es picada por otro mosquito infectado con una variante diferente, se produce una reacción inmunológica exacerbada. En esta oportunidad se observará una gran hemorragia, diarrea intensa y bajará la temperatura corporal. Dichas hemorragias pueden ocasionar la muerte.
Por esta razón las personas que alguna vez fueron picadas por una (1) variedad deben cuidarse de por vida para evitar una segunda picadura.
En el contexto actual de pandemia, algo importante a tener en cuenta ante el inicio de síntomas, es que a diferencia del Covid-19 en los casos de dengue la temperatura corporal es más elevada. «Generalmente el coronavirus produce febrículas o temperaturas que rondan los 38º, otra diferencia entre ambas enfermedades es que en los casos de dengue aparecen manchas en la piel», explicó Almeida.
Cuando un/a paciente manifiesta los síntomas, los/as profesionales de la salud hacen una primera revisión y solicitan un análisis bioquímico para confirmar el cuadro.
Para el dengue no hay tratamiento específico. En los casos leves se les da a los/as pacientes tratamientos paliativos para contrarrestar los dolores musculares y bajar la fiebre. Sobre esto el Dr. Almeida destacó que es muy importante realizar la consulta médica correspondiente y no usar aspirina, porque magnifica las hemorragias.
«El dengue está entre nosotros, si bien estamos hablando más de Covid, al dengue tenemos que tenerle respeto, porque está recién comenzando y tenemos que hacer todo lo posible para evitar que siga creciendo, ya que en otros países tropicales, muchas personas mueren por dengue», enfatizó Almeida.
Formas de transmisión y cuidados
El dengue es transmitido por la picadura de la hembra (previamente infectada) de la especie Aedes aegypti. Según explica el Dr. en Biología y docente del área de zoología de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF), Walter Lapadula, los machos y hembras de esta especie se alimentan de plantas, sin embargo para la ovoposición las hembras necesitan consumir sangre.
Los huevos son colocados cerca de una superficie con agua, para que cuando emerjan, las larvas vivan en el medio acuático. «La especie Aedes tiene una tendencia a poner huevos en zonas oscuras, por eso una de las recomendaciones fundamentales para evitar los virus que transmite este vector es tratar de sacar los cacharros y cubiertas de auto en los que el agua esté quieta», explicó Lapadula.
Antes de su etapa aérea adulta, el ciclo de vida de los mosquitos pasa por distintos estadios de desarrollo: huevos, cuatro (4) estadios larvales (en los que cambia el tamaño de la larva), y el de pupa, todos estos se desarrollan en agua. Finalmente de la pupa emerge el mosquito adulto, que en la especie Aedes se distingue en su coloración negra, con rayas blancas en sus patas y cuerpo.
El experto explica que aproximadamente el ciclo completo de vida del mosquito, a una temperatura de 37º, es de 15 a 20 días. Si bien es la hembra la que consume sangre, no todos los mosquitos de la especie Aedes son vectores de enfermedades, ya que para que lo sean es necesario que sean portadores de algún virus. «Si el mosquito no está infectado, no transmite nada, pero es imposible saberlo a simple vista», afirmó el Dr. Lapadula.
Si bien la presencia de mosquitos se relaciona a los climas cálidos, el experto sostiene que algo que llamó su atención en sus desarrollos fue la longevidad de los huevos de Aedes, que pueden aguantar en ese estado hasta un (1) año, sin que emerjan. Al mismo tiempo, agregó que Aedes es una especie que se encuentra en muchos lugares y que se ha dispersado de manera muy relacionada a la forma en la que el ser humano se ha desplazado a lo largo de la historia. «La evolución de esta especie se encuentra muy ligada a nuestro modo de vida e incluso se la está empezando a encontrar en zonas de temperaturas no tan cálidas, en lugares en los que antes no estaba», agregó.
Por todas estas razones y por la imposibilidad de conocer si los mosquitos son portadores de virus, es necesario que toda la sociedad colabore en evitar que crezca el vector y que sigan aumentando los casos. Por ello algunas de las principales recomendaciones que brindan ambos expertos son:
- Utilizar repelentes respetando las indicaciones del rótulo,
- Procurar usar de ropa de mangas largas,
- Colocar barreras físicas en el hogar (como telas mosquiteras en las aberturas),
- Eliminar tarros que junten agua en el jardín (floreros, macetas, cubiertas de autos, cacharros),
- Cambiar el agua periódicamente de los bebederos de animales,
- Mantener las piletas hogareñas con los químicos necesarios para evitar el crecimiento de mosquitos y darle movimiento al agua,
- Mantener corto el pasto.
«La humedad y el calor son el caldo de cultivo perfecto para que se desarrollen los mosquitos de manera más rápida, y en menos tiempo haya más individuos adultos que puedan poner huevos, sin embargo es la higiene ambiental el factor central para que no se desarrolle esta especie», finalizó Lapadula.