Se trata de la Dra. Bibiana Barbero quién ganó la categoría Senior de la convocatoria por su proyecto: Desarrollo de un sistema automatizado, a escala piloto, para el tratamiento de aguas residuales industriales mediante un proceso de oxidación. Este logro permitirá acceder tanto a un financiamiento para continuar su investigación, como así también realizar una movilidad a Francia para conocer instituciones que trabajen sobre la temática.
La decana de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF), Dra. Mercedes Campderrós, fue quién le brindó la información a la Dra. Barbero sobre la convocatoria. Luego de leer las bases y condiciones y de ver la pertinencia de su proyecto en la instancia, la docente investigadora accedió a ser parte de ella.
La convocatoria tenía como objetivo el estimular y difundir los procesos de transferencia de conocimientos y tecnología, aplicados a productos y/o procesos que mejoren la calidad de vida de la sociedad y busquen promover las innovaciones tecnológicas en el área de energías renovables y otros. Estuvo destinado a grupos de investigación y/o investigadores argentinos que presentaron proyectos de innovación y desarrollo con especial consideración en calidad del aire, tecnologías del agua y energías e innovación tecnológica.
Fue así, como el pasado 3 de diciembre en una ceremonia privada, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, junto con la embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse, y el director General de Total Austral y Country Chair Argentina, Dominique Marion, le entregaron a distancia la Distinción Franco-Argentina a la Innovación 2020, en la categoría Senior a la Dra. Barbero.
El reconocimiento implica un premio en euros otorgado por Total Austral en conjunto con un subsidio de $243.630,50 otorgado por el Ministerio de la Nación para realizar una estadía de investigación en una institución francesa, acorde al tema de investigación premiado.
Sobre la distinción, la Dra. Barbero sostiene que lo considera un gran reconocimiento, ya que el proyecto fue aprobado en una convocatoria en la que se presentaron trabajos de investigadores de todo el país. Además agregó la importancia de haber obtenido un financiamiento que les permitirá desarrollar el proyecto presentado.
El grupo de trabajo del desarrollo de tratamiento de aguas residuales es interdisciplinario, ya que está integrado por un grupo de químicos que trabajan en la reacción, junto a docentes y estudiantes de Ingeniería electrónica. Son parte de este proyecto junto a Barbero el ingeniero Marcelo Spina y el alumno Mauro Chávez, junto a la Dra. María Gabriela Amaya y dos (2) estudiantes de posgrado doctorandos Paula Gómez Largo y Esteban Álvarez Urbano, pertenecientes al Instituto de Investigación en Tecnología Química (INTEQUI).
El trabajo de los/as investigadores apunta a aplicar un sistema de tratamiento de aguas residuales en un reactor a escala piloto, en el cuál implementarán un sistema automatizado de control de variables: temperatura del reactor y la dosificación de reactivos. «Cuando uno controla estos parámetros, se busca optimizar el proceso, que resulte lo más efectivo posible en cuanto al objetivo y a la vez, lo más económico posible», afirmó la experta.
De aquí en adelante y al recibir los fondos del proyecto, procederán a comprar los elementos necesarios para implementar el reactor y ponerlo a funcionar. «Haber logrado este financiamiento nos permite escalar el proceso que hemos estudiado a escala laboratorio, ahora lo podemos empezar a pensar en una escala mayor, en la que podamos estar más cerca de una transferencia de tecnología hacia el sector productivo», afirmó la científica.
Las aguas residuales son generadas en casi todas las industrias, principalmente químicas, textiles y farmacéuticas. Son aquellas que los efluentes tienen compuestos orgánicos de baja biodegradabilidad y que necesitan la aplicación de un proceso de oxidación avanzada, solución que proponen los investigadores para su tratamiento.
La distinción incluye además un financiamiento para realizar una movilidad a Francia, para visitar alguna institución dedicada a la investigación científica o desarrollo tecnológica que esté trabajando en el mismo tema desarrollado en el proyecto. «Esto permitirá también la posibilidad de establecer vínculos con investigadores de Francia que en el futuro permitirán cooperaciones en el desarrollo de otros proyectos u obtener más capacitación y conocimientos de lo que sucede en el primer mundo», finalizó.
Fuente consultada y foto: https://www.argentina.gob.ar/