Este año el Concurso Universitario de Innovación, que impulsa la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) a través de su Secretaría de Vinculación Tecnológica y Social, cuenta con 14 proyectos que trabajarán durante todo el año en la búsqueda de productos que promuevan la capacidad emprendedora.
Esta es la segunda edición del Concurso, que en 2018 tuvo resultados extraordinarios. Muestra de ello fue el impulso que tuvo uno (1) de los siete (7) proyectos presentados el año pasado, que se propuso crear un filtro purificador de agua elaborado a partir de residuos agrícolas y recursos naturales, que en noviembre se convirtió en embajador del Programa Nacional de Emprendedores para el Desarrollo Sustentable (PROESUS).
Este año quedaron seleccionadas el doble de propuestas que en 2018. Este lunes 1 de julio se desarrolló la Fase II del concurso que consistió en la primera capacitación para todos los integrantes de los proyectos. El objetivo de esta instancia es trabajar sobre el Modelo de Negocio/Impacto e ir mejorando algunos aspectos para que el producto que elaboren logre posicionarse dentro del mercado local, nacional e internacional.
«Lo que buscamos es que puedan elaborar un producto. El mismo debería surgir de los procesos de investigación que cada uno realiza en los laboratorios, con el condimento de que en estos espacios les damos las herramientas para convertir esa investigación en un producto que pueda ser aplicado en la sociedad», explicaron los expertos, miembros de la secretaría y capacitados en emprendedurismo y en gestión tecnológica y social.
Luego del receso de invierno se prevé la organización de la Fase III del concurso que consistirá en una capacitación sobre Marketing Tecnológico. En la Fase II los estudiantes y jóvenes investigadores trabajaron sobre CANVAS que es un modelo de negocio para el emprendedor.
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