Profesionales de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) trabajan en la creación de una empresa de base tecnológica orientada al deporte. Su objetivo es que cualquier persona pueda ver el resultado de su entrenamiento físico en tiempo real con un «kinesiólogo virtual». Su director es el Ing, Guillermo Larregay.
Lo que en un principio surgió como pasatiempo, fue transformándose en una idea cada vez más consolidada. Así explicaba Larregay los inicios del Proyecto destinado a asesorar a las personas sobre su entrenamiento. Este trabajo compitió en el Concurso de Innovación UNSL por i y obtuvo el tercer premio. Sus bases se centran en una articulación multidisciplinaria entre la economía, la kinesiología, el marketing y la difusión.
El Ing. Mauricio Gómez, integrante del equipo, fue quién tuvo la idea original y, junto a Larregay, trabajaron en lo respectivo a electrónica y sensores. Con el tiempo, los ingenieros crearon un prototipo electrónico que permitía realizar mediciones (por ejemplo, el peso). Junto al asesoramiento de profesionales y alumnos de la carrera Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría, pudieron tomar más conocimientos sobre anatomía, y sobre cómo medir y darle «un toque» más realista a las mediciones.
El proyecto está destinado a gimnasios y a todas las personas que asisten a los mismos o realizan actividad física y se preocupan por el entrenamiento y la salud. La finalidad de los científicos es que cualquier persona pueda ver el resultado de su entrenamiento en tiempo real, con un «kinesiólogo virtual» que les indique el impacto que se desarrolla en el cuerpo con el entrenamiento, la serie de ejercicios que debería realizar, cómo hacerlos, si los están haciendo bien o mal, con el fin de no generar lesiones y al mismo tiempo optimizar su desarrollo físico.
Sobre las máquinas ya existentes en los gimnasios, se colocará un dispositivo que tomará los datos de la tarjeta de identificación que tenga cada usuario. Una vez que la persona comience su actividad, se grabará la información y se asociará automáticamente al perfil del usuario de la tarjeta.
Los usuarios del dispositivo, podrán visualizar de dos (2) maneras el impacto de los ejercicios que realicen. Una de ellas es a través del display o pantalla de la máquina, que irá mostrando los ejercicios, repeticiones y series con un temporizador que indicará, por ejemplo, cuánto tiempo queda de descanso entre serie y serie. Otra de las maneras, es mediante un servidor o página web, en la que cada persona podrá ingresar con un usuario y contraseña. En el sitio, podrá encontrar gráficos del desempeño de todos los ejercicios que haya registrado en el sistema.
El dispositivo es adicional a las máquinas, es por ello que los dueños de los gimnasios no deberán adquirir nuevos equipos ni modificar los existentes. El usuario o su entrenador, tendrán la posibilidad de cargar una rutina de entrenamiento desde la página y, al ir a la máquina, el dispositivo le indicará qué ejercicios tiene que hacer, cuántas repeticiones y con cuánto tiempo de descanso. (Diazepam)
El ingeniero Larregay afirmó que es la primera vez que trabaja con personas de distintas especialidades, teniendo el mismo objetivo en común. «Uno se nutre de los saberes del otro, para lograr un producto y servicio óptimo para presentar en el mercado», dijo. Las tareas desarrolladas versan en reuniones para el armado del prototipo, la realización de diferentes pruebas en los gimnasios, la evaluación de los resultados y el trabajo en el plan de negocios, para tener una visión global de quiénes son los destinatarios y los proveedores más importantes, y al mismo tiempo analizar la rentabilidad del proyecto.
Con el dinero obtenido en el concurso, organizado por la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Social de la UNSL, el equipo planea comprar los materiales necesarios para hacer varios dispositivos y continuar trabajando. Ya cuentan con un gimnasio en el que harán las pruebas en condiciones reales del dispositivo, recabar datos y ver todo lo necesario para mejorar el sistema y la forma del muestreo de datos, para lograr que el sistema sea lo más amigable posible con el usuario. «El prototipo está funcionando, queda probarlo en el campo real para ver todo aquello que no tenemos en cuenta desde el laboratorio», afirmó Larregay.