En el marco del 3 de diciembre, la Universidad Nacional de San Luis llevó adelante una serie de intervenciones simultáneas impulsadas por el Programa Universidad y Discapacidad, junto a referentes de las Unidades Académicas, equipos técnicos y diversas áreas institucionales. Las acciones se desarrollaron en las tres (3) sedes de la UNSL, sus ocho (8) Unidades Académicas, el Comedor Universitario San Luis y la explanada del Rectorado, convocando a la comunidad a reflexionar sobre accesibilidad, derechos y participación plena.
En el contexto político y social actual, donde las personas con discapacidad ven tensionados y en riesgo muchos de sus derechos conquistados, la universidad pública se posiciona como un espacio central para resguardar, defender y promover políticas inclusivas. Estas intervenciones tuvieron como propósito visibilizar las barreras existentes, interpelar las prácticas cotidianas y reafirmar que la accesibilidad es un derecho fundamental sostenido por la legislación vigente y por el compromiso ético de las instituciones públicas.
La jornada comenzó con una intervención disruptiva mediante la colocación de carteles en pasillos, patios y espacios de circulación en cada sede, instalando preguntas y mensajes para problematizar la accesibilidad y las experiencias de las personas con discapacidad dentro del ámbito universitario. En Villa Mercedes y Merlo, la acción de las Sillas Vacías generó un fuerte impacto simbólico: cuando no hay accesibilidad, quienes quedan fuera son personas concretas cuyas trayectorias y derechos se ven vulnerados.
A lo largo de la mañana, en la explanada del Rectorado, se desarrollaron espacios de visibilización que combinaron cartelería, entrega de folletos informativos y material audiovisual, propiciando diálogos con estudiantes, docentes y nodocentes sobre barreras, apoyos y derechos.
En paralelo, en el Comedor se implementó la actividad Sentir la diversidad, un espacio sensorial donde las personas pudieron experimentar texturas, sonidos, aromas, braille y pictogramas. La propuesta buscó acercar la comprensión de la diversidad sensorial, despertar interrogantes sobre los modos de habitar el entorno y mostrar cómo las instituciones pueden facilitar o dificultar esa experiencia.
En la Biblioteca Universitaria Esteban Agüero, la intervención Información inaccesible? instaló una reflexión concreta sobre la accesibilidad de los formatos informativos. A través de una mesa con libros disponibles únicamente en braille y señalización específica, se evidenció la importancia de asegurar materiales accesibles y múltiples formas de lectura.
Cada una de estas acciones remarcó un mensaje fundamental: la accesibilidad es un derecho, y su garantía exige compromiso colectivo, voluntad política y recursos institucionales. En un momento histórico signado por incertidumbres y discursos que buscan minimizar o fragmentar derechos.
Prensa UGPE









