«Me llevo de la Universidad un lugar donde la pluralidad se respeta, el otro no es el enemigo y los temas se discuten»


El próximo 17 de septiembre será la asunción de las nuevas autoridades de la Institución. En diálogo con Noticias UNSL, el C.P.N. Víctor Moriñigo, nos cuenta cómo vive este momento, cuál es su balance luego de dos (2) gestiones a cargo de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), cuáles son los hitos de su gestión y sus expectativas para el futuro de la Casa de Estudios.

¿Cómo viviste tus años al frente de la UNSL?

Estamos en épocas de balance y uno va pensando en todos los años que ha vivido en la Universidad, que en mi caso son más de seis (6) años de gestión. Recuerdo que la gestión comenzó con los últimos meses de la presidencia de Macri. Después pasamos por los cuatro (4) años de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, por la pandemia y luego, con el traspaso al gobierno de Javier Milei. Hemos tenido tres (3) presidentes en seis (6) años. Al ser la Universidad un organismo nacional, uno se da cuenta que las políticas nacionales pegan de lleno en lo que sucede, es una variable que uno no maneja y viene dada. Es algo con lo que uno no puede renegar, sino que hay que gestionar, entender, ver qué posturas tomar, pero es algo que condiciona mucho el devenir de la Universidad.

La pandemia fue un período muy difícil, ya que estaban en juego nuestras vidas. Fue una época muy dura, perdimos algunos compañeros de trabajo, tuvimos que sostener a la Universidad de alguna manera, ver los reportes e inmediatamente tomar decisiones sobre lo que iba a suceder al otro día. A pesar de todo, creo que fue muy importante la pandemia, porque nos convertimos en una comunidad universitaria unida, que después siguió así para lo que se vino del desfinanciamiento, que es una historia mucho más reciente.

¿Qué es lo que más has disfrutado de estos años de gestión?

Lo que más disfruto es que el Víctor le haya ganado al Rector y eso lo noté desde siempre. Eso me pone contento, porque habla que a pesar de los enojos, de lo vertiginoso que es esto, de las malas noticias que uno tiene que dar, de tanta información que se tiene del día a día, de los problemas personales o de salud, la cercanía de la gente conmigo ha sido muy importante. No me considero más que nadie por haber sido rector por seis (6) años, soy una persona que ocupó un lugar por un tiempo y ahora vuelve a la realidad de otras cosas, como hacer fila en el banco. Me pone muy contento que mis compañeros de trabajo siempre tengan una sonrisa para saludarme y vean que el Rector deja de ser Rector pero sigue siendo el Víctor que conocieron.

¿Cómo recibiste la Universidad y qué pensás de la Universidad que dejás después de tus años de gestión?

Tuve un gran profesor, que fue Félix Nieto Quintas, a quien acompañé en las dos (2) gestiones. Fue una persona que miré muchísimo y en la que me reflejé un montón para saber lo que tenía que decir un Rector. El día que él me tomó juramento, me dijo: «desde ahora en más tendrás una mochila muy grande, que es que cuando hables vos, hablará la Universidad». En ese momento no entendía lo que me estaba diciendo, pero es una responsabilidad muy grande. Uno por ahí quiere enojarse, decir cosas, pero como uno representa una organización de más de 80 años en San Luis, hablar en nombre de ella es muy pesado, hay que tener un aplomo especial, no buscar conflictos, sino acercar, juntarse con personas con los que uno no está de acuerdo, porque la Institución lo vale.

Creo que la gente que me acompañó ha trabajado muchísimo, los/as Decanos/as me han acompañado en ambas gestiones un montón. En el Consejo Superior hubo discusiones, pero siempre brindamos un acuerdo en todos los temas, es una forma de trabajo y de conducción que es importante y positiva.

Creo que la Universidad está un poquito mejor que hace años atrás. También es cierto que como dice el dicho «por más que tengas viento a favor y si no sabés a dónde ir, no vale la pena», creo que nosotros siempre supimos bien hacia dónde ir. Vimos antes y bien el tema de la internacionalización, Félix tuvo mucho que ver con eso. Los organismos internacionales fueron un faro para la Universidad, eso llevó que las noticias de los rankings fueran muy importantes, la movilidad, los convenios fueron muy importantes también. La Universidad saliendo fuera del país y de la Provincia, con muchas acciones que se hicieron, fueron un activo. La venida de Mujica, de los rectores a ENLACES y otras cosas que sucedieron pusieron a la Universidad en un mapa.

La trascendencia está en las obras, eso es lo tangible que queda. Terminar el Bloque III fue algo histórico y algo que agradezco que me haya tocado vivir. Es una obra que se gestionó muy bien, ya que implica un gran trabajo el traer los fondos, gestionarlos o que la Universidad esté adelante en los listados para no retrasar las obras. Hay mucha gente que está a cargo de ese trabajo y no aparece en las fotos, que son quienes forman parte de lugares como compras, contrataciones, construcciones, hacienda, entre otros, a quienes les agradezco mucho.

El tema con el predio de Rawson fue muy importante también, donde se realizó un convenio con el Gobierno anterior de la Provincia. Esto fue muy cuestionado, porque era un acercamiento con una parte del Gobierno que no se llevaba muy bien con la Universidad, pero era algo muy importante para hacer. Hoy tenemos una gran pista de atletismo para que disfruten todos los chicos. Inaugurar el Comedor de Villa Mercedes para mí fue algo muy especial, porque yo estudié allí y no había un espacio así hace muchos años.

Después hay aspectos académicos y administrativos que por ahí no tienen demasiada prensa, pero creo que el rumbo que tomó la Secretaría Académica en los últimos tres (3) años es acertado. Después de la pandemia se discuten proyectos académicos importantes; solucionamos el tema de las correlatividades, ya que generamos con la Dra. Rosa Lorenzo, los centros de estudiantes y las Secretarías Académicas de las Facultades una regla de juego clara, aceptada por los chicos. Junto a esto, tenemos el programa PROFES, que fue un éxito y que el Gobierno lo tomó como algo propio para que la articulación entre la escuela secundaria y la Universidad sea algo bueno.

Se logró poner SIU Guaraní 3. Recuerdo que en el año 2019 la Universidad tenía el expediente papel y desde la Secretaría General y la Dirección de Cómputos, nos fuimos a un expediente electrónico. Hay logros importantes que hacen que crea yo que la Universidad está un poquito mejor.

¿Qué rescatá de tus experiencias en el CIN?

Eso fue algo muy especial. Empecé a trabajar en la UNSL en el 2001, siendo egresado de Villa Mercedes. Sin ser empleado de la Universidad, el primer trabajo que recuerdo es que el rector Germán «Chango» Arias me envíe en colectivo a Buenos Aires al edificio del CIN, porque se iniciaba una conversación sobre el modelo de pautas presupuestarias. Recuerdo que debo haberle puesto cara de pánico al rector, porque me preguntó si había ido a Buenos Aires alguna vez y me dio las indicaciones para llegar a la dirección exacta. Recuerdo que fui con un papel en la mano, con 22 años a las calles José Andrés Pacheco de Melo y Pres. José Evaristo Uriburu y llegué al CIN. Nunca pensé que 25 años después iba a terminar presidiendo ese organismo de todos los rectores.

En el CIN pasé por todas las Comisiones, conozco a todos los empleados también, nos vimos crecer juntos, ellos en el CIN y yo acompañando a otros rectores después. Presidir el CIN para mí fue algo muy especial, sobre todo por ese mimo que uno tiene de ser elegido por sus propios pares que son de universidades muy grandes, centenarias e históricas. Fue un año de mucho embate contra el gobierno nacional. Asumí en el CIN y vino la marcha federal más importante de los últimos 30 años y un ataque a la universidad que hizo que saliéramos todos los días en los medios defendiéndonos. Pasamos a ser un tema nacional y eso no era muy común en las Universidades.

Con respecto a lo internacional, me daba mucha bronca cuando iba a otros lugares y la gente me decía que no sabía dónde quedaba San Luis. Hemos hecho muchas cosas en estos años, nos acompañaron personalidades de Cuba, vino el embajador de Estados Unidos, entendiendo que la Universidad tiene un enorme respeto por la pluralidad. Vino gente del gobierno de Brasil, nos visitó Pepe Mujica, personalidades muy importantes que el puntano ha podido ver, eso para nosotros que estamos en el interior de la Argentina es importante.

Hoy, cuando un chico elige como destino la UNSL le aparecen estas noticias, que fue el lugar donde estuvo Mujica, que salió sexta en un ranking, que tiene una ciudad que es segura, lugares turísticos bonitos, que se puede ir y volver caminando a la casa y vuelve bien, que tenemos un Comedor que sigue funcionando pese a los problemas económicos que tuvimos, que hemos llegado a dar 5.000 comidas por día en las épocas más duras. A pesar de todo lo que ha pasado hay una Universidad funcionando y no es menor y a eso se lo debo a mucha gente que se pone la camiseta para que esto suceda.

¿Qué te ha enseñado tu paso por la UNSL para tus próximos proyectos

Siempre digo que generalmente la solución la tiene el otro y si con esa otra persona rompiste puentes, se pierde el acceso a esa solución. La Universidad en estos seis (6) años hizo paritarias, entendió y comprendió el rol de los gremios, que por ahí es diferente al de la gestión. La Universidad en eso ha sido una Institución abierta al diálogo, al consenso, los Consejos Superiores, Directivos y Departamentales han funcionado. Hemos encontrado en los gobiernos colegiados la institucionalidad de la Universidad, ojalá que este lugar donde los argumentos valen, empiece a llevar las reglas de juego a la política de San Luis, que es donde me voy. Es difícil porque allí no gana el que mejor argumenta o tiene razón, sino que en otros ambientes gana el que tiene más fuerza, o el que mediáticamente instala algo, que aunque sea negativo, vale. Me llevo eso y también esto de no hablar mal de nadie públicamente. No hace falta denostar al otro como persona para tener la razón.

Me llevo de la Universidad un lugar donde la pluralidad se respeta, el otro no es el enemigo y los temas se discuten. Ojalá que esta Universidad siga creciendo mucho.

¿Qué esperás de la nueva gestión que tendrá la Universidad?

He vivido desde el 2001 hasta acá muchos cambios de gestión. Sé que no es un momento fácil por la renovación de autoridades y las expectativas. Estoy convencido que se ha terminado conmigo y con mucha gente de mi equipo, una manera de hacer las cosas, pero van a nacer otras maneras y otros estilos y hay que confiar en que ellas serán las correctas para las nuevas épocas.

La comunidad universitaria ha tenido siempre la sabiduría para elegir a las personas correctas para la época. Las cuestiones económicas y políticas no son alentadoras para la Universidad, pero creo que eso llevará a una cohesión, que será una Institución unida, respetuosa de sus diferencias, sus disciplinas y sus visiones y se logrará tener un factor común que es la protección de la Universidad para nuestros chicos. La nueva gestión sabrá hacerlo, con otras técnicas y otras herramientas.

¿A quién querés agradecerle por estos años?

Nosotros en la heladera de casa tenemos un calendario y desde hace varios meses, el día 18 de septiembre dice: «papá me lleva a la escuela». Ahí uno empieza a ver las ausencias que ha tenido. Veo la foto de las asunciones y los chicos más grandes estaban empezando la secundaria, ahora están en la Universidad y es algo que me perdí. Hay una inversión muy grande del tiempo y ahora debo devolver con calidad y cantidad de tiempo a mi familia.

Hace 25 años me despierto y vengo al mismo lugar, ahora me encuentro con tiempo y no sé qué irá a pasar. Un enorme gracias a mi esposa, a los chicos que han tenido una enorme paciencia y a las abuelas por toda la ayuda.

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