El Laboratorio de Máquinas Térmicas de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) fue creado en la década de 1980, en un contexto de crecimiento y consolidación de las carreras de ingeniería en la región. En sus inicios, funcionaba en el antiguo edificio de la Facultad ubicado en la calle 25 de mayo, en la ciudad de Villa Mercedes. Allí, se realizaron las primeras prácticas y ensayos vinculados al estudio de los motores térmicos y la transferencia de calor, utilizando equipos fundamentales para la formación de estudiantes. Fue una de las primeras instalaciones prácticas de la carrera de Ingeniería Electromecánica, y sentó las bases para el desarrollo posterior de espacios tecnológicos más avanzados dentro de la Institución.
El Laboratorio tiene como principal objetivo brindar a los/as estudiantes un espacio de formación práctica donde puedan aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en materias vinculadas a la termodinámica y máquinas térmicas. Se realizan actividades prácticas orientadas al estudio y análisis del funcionamiento de los motores térmicos, con foco en los motores de combustión interna.
El profesor Lucas Rodrigo, uno de sus docentes coordinadores, explicó que actualmente cuentan con un motor de combustión de cuatro (4) tiempos, acoplado a un freno por corrientes parásitas y otro freno que se encuentra en mantenimiento y pronta puesta en marcha. Todo esto permite a los/as estudiantes realizar ensayos de carga controlada y caracterización de motores. «Es un Laboratorio con historia, que ha evolucionado con el tiempo y que hoy se proyecta como un entorno de enseñanza, investigación y aplicación tecnológica. Me enorgullece formar parte de su desarrollo y de haber contribuido a su reorganización y crecimiento, junto a un equipo de docentes y estudiantes que realmente se involucran (…) este lugar representa una forma de entender la ingeniería: con los pies en la práctica, con apertura al trabajo colaborativo entre áreas, y con una fuerte orientación a la mejora continua», dijo.

En este espacio se realiza la puesta en marcha, operación y medición de parámetros de motores de combustión interna; ensayos de rendimiento y eficiencia energética bajo diferentes condiciones de carga; medición de variables como temperatura, presión, caudal de combustible, y fuerza de frenado; análisis de curvas características del motor: par, potencia, consumo específico; aplicación de conceptos termodinámicos en situaciones reales de laboratorio y desarrollo de habilidades en instrumentación, registro de datos y procesamiento de resultados experimentales. «Estas actividades le permite al estudiantado complementar la formación teórica con experiencias prácticas valiosas, vinculadas directamente al funcionamiento real de máquinas térmicas en entornos controlados», explicó el investigador.
Entre sus objetivos específicos se destaca el promover la comprensión del comportamiento real de los motores de combustión interna mediante ensayos experimentales; facilitar el desarrollo de habilidades en la operación, medición y análisis de sistemas térmicos; fomentar una actitud crítica y analítica frente a los resultados obtenidos en prácticas de laboratorio; introducir a los/as estudiantes en el uso de instrumentos y tecnologías aplicadas al diagnóstico y evaluación de máquinas térmicas, y servir como base para proyectos de investigación, desarrollo y aplicación tecnológica en el campo de la energía térmica. «De este modo, el Laboratorio contribuye activamente a la formación de ingenieros con una sólida preparación técnica y una visión aplicada de los sistemas energéticos», especificó Lucas.
El Laboratorio de Máquinas Térmicas se vincula con la sociedad principalmente a través de la formación de profesionales comprometidos, capacitados para enfrentar desafíos reales en el ámbito industrial y tecnológico. Cada práctica, cada ensayo y cada proyecto que se desarrolla en este espacio, busca acercar a los/as estudiantes a situaciones concretas del mundo laboral, fomentando una ingeniería con sentido práctico y responsabilidad social.
Paralelamente, ofrece un entorno propicio para el desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas, que pueden ser transferidas a empresas, instituciones o municipios. A través de proyectos integradores, trabajos finales de carrera y actividades de extensión, se generan conocimientos y herramientas que pueden contribuir a la mejora de procesos, al uso eficiente de la energía y a la innovación en el ámbito de las máquinas térmicas. También cumple un rol importante como espacio de contención y crecimiento para los/as estudiantes, incentivando la vocación científica, el trabajo en equipo y la articulación con otras áreas del conocimiento. «En ese sentido, su aporte social va más allá de lo técnico: forma personas con iniciativa, pensamiento crítico y compromiso con su entorno», acentuó su Coordinador.
¿Cuántos profesionales lo integran y de qué disciplinas?. Actualmente, el Laboratorio está integrado por un equipo activo de tres (3) docentes del área de Mecánica, todos ingenieros electromecánicos. Los ingenieros Lucas Rodrigo y Humberto Greco se desempeñan como coordinadores, mientras que el ingeniero Federico Bergoglio colabora en diversas tareas técnicas y de apoyo. Además, el Laboratorio cuenta con la participación de estudiantes avanzados que colaboran en actividades prácticas, asistencia técnica y puesta a punto de los equipos. Actualmente, forman parte del equipo los estudiantes Agustín Giudice y Benjamín Artoni, de la carrera de Ingeniería Mecatrónica, y Agustín Firmapaz, de la Tecnicatura Universitaria en Mantenimiento Industrial.
¿Dónde funciona actualmente?. Se encuentra emplazado en el campus universitario de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA). Está ubicado en el sector Este del campus, en un espacio compartido con otros laboratorios de la misma Unidad Académica, formando un verdadero polo de investigación, desarrollo y aplicación de técnicas de ingeniería. Este entorno favorece la articulación entre distintas áreas del conocimiento, permitiendo tanto a docentes como a estudiantes llevar adelante actividades prácticas, proyectos interdisciplinarios y trabajos de investigación en un contexto de colaboración y crecimiento académico.
Fotos: gentileza profesor Lucas Rodrigo