La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) a través de su Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales (FCFMyN) cuenta con un laboratorio dedicado a la Geoinformática, una disciplina relacionada con el uso de herramientas computacionales para la extracción, obtención y análisis de información espacial, que dentro del contexto de estudios geológicos o ambientales amplios, su utilización se ha transformado en casi una inevitable necesidad.
Se trata del Laboratorio de Geoinformática ubicado en el Bloque II dentro del Departamento de Geología. Es uno de los espacios troncales de la actividad docente de las carreras Licenciatura en Ciencias Geológicas y Tecnicatura Universitaria en Geoinformática. Esta disciplina usa herramientas de software y hardware para propósitos específicos en lo relacionado a datos espaciales. En sus inicios, uno de los ejemplo más representativos fue el empleo de la geoinformática para transformar mapas geológicos análogos a digital, práctica que contribuyó a realizar un mejor uso de la información geográfica espacial.
El doctor en Geología, especialista en Sistema de Información Geográfica y máster en Procesamiento de Datos Geoinformáticos, Guillermo Ojeda, fue uno de los profesionales que impulsó esta temática en la UNSL en la década del 90. Según explicó, en el año 1991 un grupo de docentes comenzaron a tomar los primeros cursos debido a la potencialidad del uso de estos sistemas en particular asociados a la Geología y también para otros campos como la Biología y la Ingeniería Agronómica.

En su relato, el científico recordó que a fines de la década del 90 el Departamento de Geología firmó un convenio con el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) para hacer hojas geológicas. «Hasta ese momento los mapas geológicos se hacían en formato papel y eran casi un arte, un dibujo hecho a mano en formato análogo complicados de hacer (…) En ese momento ya había un grupo de profesionales formados en la disciplina con entusiasmo de generar información digital», dijo y sostuvo que la particularidad de trabajar con un sistema de información geográfica es que los datos se distribuyen en capas, es decir son archivos digitales separados que se combinan luego para hacer un mapa. Eso apuntaló más la idea del Departamento de Geología de reforzar la formación en ese campo, y surgió la necesidad de generar formación en el campo de la geoinformática específicamente.
En el año 2005 surgió el interés por parte de la Institución de generar nuevas carreras y en el año 2007 se concretó un proyecto de formación académica con la creación de la carrera Tecnicatura Universitaria en Geoinformática. «La tecnología cambia constantemente y esta formación va en tendencia. Al principio era difícil el trabajo con estas herramientas, muy costoso, las computadoras eran de muy baja potencia. El crecimiento de esto fue paulatino y un poco lento (…) Actualmente la mayoría de las computadoras tienen una potencialidad de trabajo en donde uno puede realizar casi la mayoría de las actividades (…) Paralelamente tenemos necesidades, como contar con computadoras de mayor potencia por el mismo uso y exigencia de las tecnologías y también la necesidad de contar con un procesador específico», recalcó Ojeda, junto a Luciano Chiarotto, técnico universitario en Microprocesadores a cargo del desarrollo técnico e informático del Laboratorio.
Fragmentos de historia. Cuando el Laboratorio se creó se encontraba ubicado en el edificio de Chacabuco y Pedernera. Su inicio fue de la mano del desarrollo de las hojas geológicas. Se contaba con tres (3) computadoras y tabletas digitalizadoras, «en ese momento se digitalizó mucha información que sirvió de base para las hojas geológicas», recordó Guillermo. Luego al mudarse el Departamento de Geología al Bloque II, al Laboratorio se le asignó un lugar más amplio. A través de distintos proyectos y subsidios institucionales para compras se logró adquirir 11 computadoras de capacidad estándar que actualmente se utilizan.

Durante sus primeros años el Laboratorio se destacó por tener equipamiento único, como lo fueron impresoras plotters de gran tamaño y tabletas digitalizadoras que se utilizaban para la transformación analógica a digital. Este equipamiento fue quedando en desuso a medida que la tecnología avanzó. Hoy en día se hace todo a través de la computadora. «Se han incorporado herramientas nuevas como son las estaciones totales o la incorporación de drones para capturar información en campo y luego procesarla en el Laboratorio», recalcó el profesor. Primeramente el Laboratorio se utilizaba para la actividad docente de la Tecnicatura, pero luego distintas asignaturas de otras carreras, como la Licenciatura en Ciencias Geológicas, comienzan a ver la importancia de formar a estudiantes en esta disciplina, o con software específico para hacer más eficiente el trabajo de captura y análisis de los datos de campo.
Actividades. Se vinculan fundamentalmente con la enseñanza de un software denominado Sistemas de Información Geográfica (SIG) que es específico para trabajar con datos espaciales, es decir aquellos datos que tienen una ubicación específica en el espacio. «Como geólogos es esencial saber dónde se encuentra tal o cual objeto, como por ejemplo un afloramiento rocoso o un yacimiento mineral (…) no solo importa saber qué tipo de mineral tiene, sino que es fundamental saber dónde está ubicado y qué relación tiene con otros objetos espaciales (…) Esto sirve para hacer análisis especiales, es decir encontrar patrones que faciliten la realización de diversas tareas desde cosas muy básicas, como es una salida de campo. Hoy en día ningún geólogo sale al campo sin antes mirar Google Earth, por ejemplo. Hoy en día existe una optimización del uso del tiempo geológico con estas herramientas», afirmó Ojeda.
Aporte social. Las prácticas profesionales de los/as estudiantes funcionan como servicios a entidades públicas como ha sido el Municipio de La Punta. También a empresas. Recientemente una egresada de la Tecnicatura Universitaria en Geoinformática realizó un mapeo de riesgo sobre incendios en la zona de La Punta, utilizando el Laboratorio con apoyo de docentes específicos de las materias de la carrera. «Suele suceder que las personas, en su mayoría, no saben dónde están paradas desde el punto de vista geológico, de los suelos, del ambiente o del paisaje, y en ese sentido también hemos hechos convenios con el Gobierno provincial para una mejora del conocimiento de lo que es el ambiente de la gruta de Inti Huasi, como su importancia arqueológica, paleontológica y geomorfológica (…) Todo lo que sea manejo espacial uno lo puede tratar con estos sistemas a través de una computadora. Hoy en día podemos conseguir mapas precisos de forma rápida que sirven para la toma de decisiones. Por ejemplo, un municipio con un mapa de riesgo de inundaciones puede planificar dónde construir o dónde no construir», concluyó.
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Allí se publicará el álbum completo de fotografías:
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