La doctora en Ciencias Biológicas, Carolina Guerra Navarro, dirige un proyecto científico que tiene como propósito el estudio de las especies leñosas exóticas invasoras en la Villa de Merlo y puntualmente centrarse en las implicancias ecológicas y en su percepción social. El avance de las especies exóticas invasoras es uno de los principales problemas y causas de pérdida de biodiversidad en todo el mundo y usualmente cuesta percibirlo y/o reconocerlo como problema. Merlo cuenta con diversas especies leñosas, tanto árboles como arbustos, que invaden zona urbanas o periurbanas, áreas protegidas, bordes de los arroyos, entre otras zonas.
La profesora y doctora en Ciencias Biológicas, egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y actual docente de la Facultad de Turismo y Urbanismo (FTU) sostiene que la invasión de especies leñosas exóticas sobre las especies nativas es una problemática que es difícil de identificar y reconocer. Su proyecto de investigación fue elegido en la convocatoria de Proyectos de Investigación Iniciales (PROINI), que impulsa la Universidad Nacional de San Luis a través de su Secretaría de Ciencia y Tecnología.
Según expresa la científica, a través de esta investigación se hará un relevamiento y se actualizará la información que se tiene de ciertas especies exóticas invasoras en la Villa de Merlo en distintas zonas. Además de sus implicancias ecológicas, se realizará un análisis de la percepción social, con entrevistas a habitantes de la localidad, con el objetivo de indagar en el conocimiento que se tiene del uso de las especies invasoras y de los impactos ecológicos que podrían causar. «Este no es solo un problema ecológico sino también cultural, por eso también quisimos incluir la parte de percepción social porque hay muchas especies de estas exóticas invasoras que son valorizadas por su estética o por sus usos y eso es lo que tal vez sigue fomentando la problemática», dijo la investigadora y explicó que muchas especies invasoras son elegidas para crear los cercos vivos.
Entre los objetivos del proyecto se pretende entrevistar a residentes nativos, habitantes de otras partes del país que eligieron la Villa de Merlo para residir, guías de turismo, turistas y agentes de la gestión municipal, entre otros. El propósito es generar material de difusión ajustando un mensaje de concientización sobre la invasión de especies exóticas sobre las nativas. Según explicó la doctora Guerra Navarro, estas campañas servirán para «que a futuro se puedan tomar medidas tanto individuales como colectivas, como por ejemplo decidir qué especies plantar en un cerco vivo (…) También para que esta información colabore con ordenanzas municipales que limitan el plantado de especies exóticas invasoras». Por otra parte, sostuvo que esta investigación tiene como base estudios realizados en el 2014 por un investigador de la FTU e integrante del proyecto.
«Dado que la Villa de Merlo es una zona turística y muy elegida por muchas personas para vacacionar por su calidad natural, creemos que nuestra investigación es un aporte que tenderá a colaborar con información sobre esta temática para seguir conservando la calidad ambiental que hay en la localidad y cuidar una de las principales fuentes económicas del lugar como es el turismo», acentuó la bióloga.
Herramientas metodológicas. Además de entrevistas y encuestas para investigar sobre la percepción social, se hará un relevamiento de la vegetación tanto nativa como exótica en zonas urbanas, plazas, cercos vivos y muestreos en áreas protegidas municipales y provinciales, entre ellas: reserva natural provincial Mogote bayo, reserva natural Florofaunística de Rincón del Este, reserva natural El Viejo Molino, entre otras. También se realizarán muestreos en cinco (5) arroyos de la Villa de Merlo que se encuentran a distintas distancias del casco urbano para analizar su influencia de la zona urbana.
Aporte social. Primeramente se brindará mayor conocimiento sobre esta problemática en la Villa de Merlo con la actualización de datos. Por otra parte, conocer las percepciones de las personas posibilitaría mejorar los mensajes de comunicación y concientización sobre los impactos de estas especies y generar intercambios y debates más democráticos sobre esta problemática que no generen conflictos, por ejemplo en el caso que se realicen medidas de control y manejo de estas especies.
Foto: gentileza Dra. Carolina Guerra Navarro