Jubiladas y jubilados en defensa de la Universidad Pública


Hoy en la sesión del Consejo Superior, se aprobó la publicación de una nota realizada por jubiladas y jubilados autoconvocados de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) en defensa de la Universidad Pública, evidenciando su preocupación y compromiso con la educación pública en general y con la universitaria en particular.

El escrito expresa:

Nota de jubiladas y jubilados autoconvocados de la UNSL en defensa de la Universidad Pública

SAN LUIS, 16 de octubre 2024

Al Consejo Superior, a los Consejos Directivos, Centros de Estudiantes y Asambleas Interclaustros de la Universidad Nacional de San Luis.

Somos un grupo de jubiladas y jubilados docentes y Nodocentes autoconvocados que, habiendo pertenecido durante muchos años a esta querida institución, hemos sido testigos de múltiples y dolorosos ataques emprendidos contra la Universidad Pública en distintos momentos, tanto con gobiernos de corte totalitario como con democracias frágiles que atentaron contra el respeto de los derechos humanos. Hemos sido protagonistas de su defensa, involucrándonos en diversas formas de resistencia y construcción de alternativas.

Hoy, ya sin ser parte de la cotidianeidad institucional – integrando el denominado «sector pasivo»- la realidad nos vuelve a interpelar y nos convoca fuertemente a sumarnos para acompañar la lucha por la defensa de la educación pública. Esto supone asumir un posicionamiento crítico en relación a los discursos y prácticas, que desde los ámbitos del gobierno, van buscando generar consenso a través de la difamación del valor de la ciencia y de la educación, la construcción de prejuicios en relación a quiénes pueden acceder a ella, la puesta en sospecha de la transparencia en el gasto público, las afirmaciones dogmáticas e infundadas acerca de todo el quehacer universitario; estrategias todas que conllevan al inevitable desprestigio de una de las instituciones históricamente más valoradas por la ciudadanía argentina y del mundo. Por todo ello repudiamos enérgicamente las provocaciones y hechos de violencia que el gobierno estimula con su campaña de mentiras y difamaciones.

Ante este panorama, que pareciera desolador y donde el «no poder» podría adueñarse de los corazones y los cuerpos, vemos con optimismo esperanzador que son muchos y muchas, pertenecientes a los distintos claustros y a la sociedad civil en general, que se embanderan tras la defensa de la educación pública como un derecho universal y de los pueblos y de la universidad en particular.

En este contexto de provocación constante, los instamos a no bajar los brazos; a desechar la violencia y la intolerancia para dar lugar a las pasiones constructivas; a hacer el esfuerzo para volver a instalar el diálogo que permite pensar y hacer con el diferente; a no dejar que el miedo que buscan instalar, los paralice para que la silenciosa agonía que precede a la muerte se instale. La cobardía del gobierno merece actuar con coraje.

La Universidad Pública como cualquier otra institución hecha por humanos, puede ser corregida y ajustada en aquello que conduzca a su mejora, pero nunca, nunca aceptaremos ni resignaremos la insidiosa y perversa destrucción de este acervo cultural que, desde su más profunda esencia, nos distinguió y nos distingue honrosamente como país solidario, generador de derechos universales.

Por eso, acá estamos. Proponiendo compañía intergeneracional para que así, caminando juntos, podamos hacer de la utopía una herramienta de lucha y una posibilidad.

Adhesiones

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