La red está compuesta por diez (10) familias constituidas por productores, recolectores y cosecheros del Valle del Conlara que, junto a la organización Del monte, recibirán acompañamiento para constituir y definir su identidad organizacional y visual. Esto consolidará la comercialización de sus productos, de un modo más profesional y posibilitará el ingreso a otros circuitos.
Esta iniciativa surge desde el proyecto Economía social y patrimonio, coordinado por la Dra. Ana Laura Hidalgo de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). El mismo es abordado por un equipo multidisciplinar compuesto por estudiantes de Comunicación, de Ciencias Geológicas y de Turismo de la Institución, en conjunto con profesionales y organizaciones extrauniversitarias.
Asimismo, forman parte la red de aromáticas, la organización Del monte, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Concarán, personas del ámbito de la arqueología, la ingeniería agrónoma, la bromatología, las ciencias políticas, la horticultura, como también, veterinarios/as y personas del área de turismo de Papagayos y otras jurisdicciones.
En este sentido, Hidalgo expresó: «desde el 2020 venimos trabajando estos temas desde las ciencias sociales, pero también desde otros disciplinas. Compartimos la mirada de que la economía popular debe ser fortalecida desde un abordaje multi, trans e interdisciplinar, porque es muy complejo lo que sucede en los territorios. Es un equipo amplio en el que este fenómeno reúne los intereses de tan diversos actores».
El proyecto fue recientemente seleccionado para su financiamiento por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación. Dentro de las convocatorias, uno de los ejes temáticos es Universidad, cultura y territorio, en el que una de las prioridades es fortalecer el sector de la economía popular de los territorios en los que la universidad esté inserta. En ese marco, el objetivo principal de la propuesta es fortalecer y acompañar en cuestiones de redes sociocomunicacionales a las áreas previstas y, a su vez, evaluar el proceso de resignificación que realizan estos actores sobre el patrimonio cultural y natural del Valle del Conlara, a partir de las actividades que realizan.
La extensionista comentó que, a través del contacto previo con Del monte, conocieron a la red de diez (10) familias dedicadas también a las aromáticas nativas del Valle del Conlara, como parte del sector de la economía social de San Luis. «Este proyecto supone, además, trabajar desde el diálogo de saberes que estos productores, recolectores, cosecheros, tienen respecto de las nativas y, al mismo tiempo, poder hacer que esta red pueda lograr otros niveles de institucionalización y de organización en clave de economía social que impulse el establecimiento de redes sociocomunicacionales», explicó Hidalgo.
En Economía social y patrimonio, las redes sociocomunicacionales son tramas de sentido que gestionan los actores de la economía social, en los que los modos de comunicación entre estas personas son distintos a las que llevan adelante organizaciones meramente públicas o meramente privadas. Desde esta perspectiva, el concepto de patrimonio no se restringe únicamente a las manifestaciones culturales, sino que es trabajado de una manera más amplia. Buscan resignificar el patrimonio natural, entendiendo que el ambiente en el que estas personas están insertas es parte de este patrimonio.
Por su parte, las actividades planificadas se organizan en tres (3) ejes: de formación, de desarrollo y de campo. Como punto de partida, comenzarán con las instancias de formación interna al equipo, brindada por la Red de Extensión Universitaria (REXUNI). En este espacio abordarán, hasta finales de este año, qué es la extensión universitaria, cómo esta función sustantiva de la Universidad nutre los espacios de investigación y de docencia, y cómo puede y debe reunir a los actores claves del territorio.
Esta capacitación inicial permitirá que el próximo año puedan desarrollar los dos (2) ejes restantes, que incluyen la cartografía social y mapa de los actores involucrados y el relevamiento de necesidades, demandas y expectativas del sector, para luego ejecutar la etapa de consolidación y fortalecimiento de la red desde adentro hacia afuera.
Finalmente, la especialista en economía social, afirmó que hay una serie de desafíos relacionados a atender los cambios y urgencias de las sociedades y acompañar no solo a los sujetos socioterritoriales, sino también la formación de tesistas en su investigación. «Transversalmente, debemos poder incluir estos temas a la formación de grado en el que estudiantes puedan desarrollar un rol participativo y que los espacios de aula puedan resonar con la realidad social», concluyó.
Crédito de nota: Leisa González, estudiante de la Licenciatura en Periodismo. Becaria en Prensa Institucional de la UNSL.
Crédito de fotos de portada, 3 y 4: Nicolás Gnarini, estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Fotografía. Becario en Prensa Institucional de la UNSL.
Fotos 1, 2, 5 y 6: gentileza Proyecto