Será a través del programa Friends of Fulbright, donde Lourdes Inés Pascual y Federico Emanuel Aballay, serán los representantes de la Universidad seleccionados para compartir una experiencia vivencial y académica.
Lourdes estudia la Licenciatura en Biotecnología y Federico la Licenciatura en Biología Molecular, ambos estudiantes avanzados de la Facultad de Química Bioquímica y Farmacia (FQByF), dispuestos a adquirir nuevas experiencias. De cinco (5) a siete (7) semanas, entre enero y marzo de 2020 serán enviados a universidades ubicadas en distintas ciudades que representen la diversidad de los Estados Unidos.
Los becarios asistirán a clases y seminarios en una universidad estadounidense acreditada y serán parte de un programa de inmersión cultural que incluye la oportunidad de realizar actividades culturales y de voluntariado.
Lourdes tomó la decisión de presentarse a la convocatoria debido a la experiencia compartida por una amiga, quien años atrás realizó una movilidad del mismo estilo. «Desde que ella me contó siempre me quise inscribir y la motivación es la experiencia, vivir otra cosa, conocer otro lugar, otra gente, cómo es el sistema educativo en otros países, también conocer un poco más en cuanto a la aplicación de la biotecnología que por ahí está un poco más avanzada», argumentó .
Por su parte, Federico desde que ingresó a la Universidad estuvo interesado en ser parte del Programa. «En el año 2017 se hizo una especie de difusión de la beca, vino el embajador de Estados Unidos y alguien de la Comisión Fulbright, donde nos informaron de la beca y una chica de biología molecular que se fue ese año nos contó cómo fue su experiencia en Nebraska y decidí inscribirme», comentó.
A la convocatoria se inscribieron 513 estudiantes de todo el país. Del total sólo diez (10) quedaron seleccionados. «En esta convocatoria que quedamos pedían muchos requisitos y documentación estricta y no esperaba quedar (…) Cuando nos llegó el mail de los preseleccionados y vi mi nombre dije, todavía hay que esperar, no es seguro, hasta que llegó la selección oficial y ahí sí fue increíble», expresó la joven.
Federico también arriesgó por lo que tanto soñó. «Vi que eran un montón de requisitos y dije «el no ya lo tengo», me inscribí y cuando vi mi nombre que estaba entre los preseleccionados para la entrevista me sentía muy nervioso porque la entrevista era mayoritariamente en inglés, y cuando vi los resultados tenía mucha felicidad, pero aún no caía», contó.
Uno de los requisitos solicitados fue tener un nivel de inglés mínimo aproximado a 80 puntos en el Internet Based TOEFL o su equivalente. Es por ello que para presentarse ambos se prepararon en ese idioma. En el caso de Federico decidió hacerlo en el Instituto de Lenguas (ILen) de la Universidad.
El becario dijo que su objetivo en lo personal es sumergirse en actividades culturales y académicas dentro de una universidad de Estados Unidos y como plus incursionar en un contexto de vida real donde se habla inglés de la vida real, además de conocer y establecer contactos de investigaciones que traten temas de su gusto, para tenerlo en cuenta a futuro.
«Se tienen que animar e inscribirse el año que viene, no se pongan autolimitaciones», expresó Federico hacia los estudiantes de la UNSL. «Hay que estar pendientes de las becas que van saliendo y de los programas de movilidad y animarse a inscribirse», dijo Lourdes.
Sobre Fulbright
A mediados del siglo XX, el senador estadounidense J. William Fulbright presentó en el Congreso de los Estados Unidos un proyecto que influiría en la construcción de lazos perdurables entre el pueblo de su país y el de los demás países del mundo de la posguerra. El Senador estaba convencido de que la mejor -y quizás la única- forma de promover la paz mundial era incentivando a un gran número de personas a vivir, estudiar e integrarse en la cultura de otros países. A través de esa experiencia, individuos de todas las razas y nacionalidades llegarían a conocerse y a respetar las instituciones, los valores y la cultura de los otros pueblos.
En 1946, el Congreso de los Estados Unidos votó favorablemente la iniciativa de Fulbright y dio origen al programa que lleva su nombre cuyo objetivo es, como en aquel entonces, promover un mayor entendimiento entre los pueblos de distintos países a través de intercambios educativos y culturales.
Más de medio siglo después, el Programa Fulbright se ha convertido en el programa de intercambio de mayor prestigio y reconocimiento de todo el mundo debido a la talla académica, profesional y humana de sus participantes; su independencia política e intelectual; su rigor y exigencia y su respeto a las distintas culturas de los países que participan en el programa.
Actualmente participan 155 países y más de 300.000 estudiantes, profesores, investigadores, artistas y profesionales se han beneficiado con la experiencia.
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