Desde el Proyecto de Extensión de Interés Social (PEIS) Conductas obesogénicas y cronodisruptivas asociadas a la obesidad infanto-juvenil: recomendaciones para su prevención, un equipo interdisciplinario, compuesto por bioquímicos, nutricionistas y cronobiólogos, proporciona charlas informativas e imparte talleres a estudiantes de la Escuela Generativa Universo de Mentes y del Instituto multidisciplinario San Ignacio, donde se les brindan herramientas concretas para prevenir el sobrepeso, a través de cambios de hábitos y conductas.
«La obesidad, es un flagelo que atenta contra nuestros/as adolescentes y contra nuestros niños/as», expresó la directora del proyecto, Lorena Navigatore Fonzo. Por ello, a través de charlas, inicialmente sobre qué es la obesidad, los factores que predisponen a esa condición y las consecuencias de padecer obesidad infanto-juvenil, tratan de que estudiantes de secundaria, de entre 13 y 15 años, modifiquen sus hábitos alimentarios.
Seguidamente, un grupo de nutricionistas los/las introducen en el tema de los nutrientes, los hábitos saludables, el óvalo de la alimentación para que identifiquen las conductas obesogénicas que tienen en su vida diaria, en cuanto a si realizan o no actividad física, al consumo excesivo de jugos azucarados o de snacks, y se trabaja sobre las estrategias para reducirlas, para que puedan comenzar a hacer platos saludables. Incluso, este año incorporaron el taller Nutricionistas por un día, en el que los/las participantes proponen un plan nutricional acorde a la situación económica de cada uno de ellos, que después es analizado por los/as profesionales.
Por último, los/las asistentes reciben un taller en el que se les enseña qué es el reloj biológico, dónde se encuentra, sus funciones, las actividades bioquímicas o comportamentales que controla y se les brinda recomendaciones para evitar conductas cronodisruptivas. Asimismo, este último eje de cronobiología, les permite determinar su cronotipo (alondra, colibrí o búho), por medio de un cuestionario de matutinidad y vespertinidad, y conforme a ello, poder establecer su propio reloj biológico en función de las actividades que desarrollan en el día.
Tras culminar los cuatro (4) o cinco (5) encuentros anuales, dependientes de las disposiciones de los colegios, se pretende que los/las estudiantes identifiquen aquellas conductas obesogénicas y cronodisruptivas presentes en sus vidas diarias y las medidas que pueden implementar para reducir esas conductas y para evitar el sobrepeso.
La científica explicó que realizan talleres para la prevención de conductas obesogénicas porque: «si bien la obesidad ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud como una de las pandemias de este ciclo y, según un informe de UNICEF, en Argentina se ha observado un incremento en la obesidad en niños/as y adolescentes, esto es a causa del aumento de las conductas obesogénicas».
Y añadió que: «hoy, con el devenimiento de la tecnología y la alteración de los patrones de sueño como consecuencia de la exposición a las pantallas, son cada vez más los/las jóvenes que alteran el funcionamiento del reloj biológico».
¿Qué significa esto?
Las funciones bioquímicas, biológicas y comportamentales tienen un período cíclico de 24 horas y esos ritmos son controlados por un reloj central localizado a nivel del núcleo supraquiasmático en el cerebro. Ese reloj central es puesto en hora por el ciclo de luz-oscuridad, pero hay factores que contribuyen a su desregulación y esto trae serias consecuencias tales como el aumento de peso, una mayor predisposición a enfermedades cardiovasculares, a la hipertensión y a la obesidad. Por ello, desde el proyecto recomiendan limitar el tiempo de exposición a las pantallas de las tablets o de los celulares, tener un adecuado ritmo de sueño, dormir ocho (8) horas diarias y comer dentro del rango horario adecuado.
Dato
Si bien es la segunda vez que trabajan articuladamente con la Escuela Generativa Universo de Mentes, este año los/las estudiantes vieron el impacto de la pospandemia, con el incremento de las conductas obesogénicas, a raíz de las estadísticas publicadas por UNICEF. El próximo año, el PEIS bianual de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF) estará dirigido al estudiantado de primaria.
Crédito de nota: Gwyneth-Anne Maiale Lopez, estudiante de la Licenciatura en Periodismo. Becaria en Prensa Institucional de la UNSL.