Estudian la «fotooxidación», su potencial aplicación en la socio producción e industria


Un equipo científico de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF) y del Instituto de Química de San Luis (INQUISAL), estudia la incidencia de la luz y el oxígeno sobre diferentes sustratos. El conocimiento acabado de estos aspectos en condiciones simuladas de iluminación medioambiental, constituye el paso inicial hacia el control, prevención y eventualmente manejo provechoso de deterioros fotodegradativos.

La licenciada y doctora en Química, Paulina Montaña, junto a su equipo, estudian los procesos fotooxidativos, es decir, procesos que se desarrollan a partir de la luz y su contacto con el oxígeno. Esta interacción sobre diversos sustratos (muestras) podría tener aspectos negativos (oxidación) o positivos (prevención de la oxidación).

Muchas de las sustancias estudiadas son troncales en el mercado industrial dado que son materia prima para la elaboración y comercialización de productos. Por ello, su estudio científico resulta ampliamente necesario para asegurar la producción y potenciar la socioproductividad y el desarrollo industrial.

El proyecto que dirige la profesional se titula: Procesos fotooxidativos sobre flavonas, aceites esenciales y otros compuestos de interés biológico e industrial. Hace más de diez (10) años que se estudian estas temáticas. El enfoque son las reacciones de complejación y fotoquímicas de distintos sustratos.

Actualmente, en forma específica, se está trabajando en el análisis de flavonoides (derivados de las plantas y presentes en las frutas) conocidos por sus propiedades antioxidantes en general con propiedades antiinflamatorias, antivirales, entre otros; aceites esenciales provenientes de plantas aromáticas y los antiinflamatorios no-esteroides (AINEs) presentes en la industria farmacéutica veterinaria y humana que llegan a efluentes y son difíciles de eliminar de los cursos de agua. «Nuestro interés es analizar si a través de reacciones inducidas por la luz y en presencia de oxígeno pudiéramos degradar estos compuestos y menguar su impacto en los ecosistemas», explicó la investigadora.

Aplicabilidad. Paulina Montaña expresó que se trata de investigación básica con potenciales aplicaciones en el medio socioproductivo, en la industria y en la pequeña industria. Añadió que uno puede buscar prevenir (antioxidación) o puede provocar oxidaciones para obtener un beneficio. «Hemos estudiado la incidencia de la luz y del oxígeno en aceites de oliva de producción local. Se sabe que puede degradarse por acciones de la luz, esta información se puede utilizar, por ejemplo, para el envasado», contó la científica.

Otro ejemplo se puede visualizar en el estudio de aceites esenciales (orégano, cominillo). La información obtenida puede ser valiosa en el caso de utilizar el aceite como una película para proteger un alimento y así eliminar especies reactivas de oxígeno, «se podría prevenir la oxidación y no perder las características organolépticas», dijo.

«En el Laboratorio de Investigación y Servicios del Área de Química Física trabajamos con una lámpara que irradia luz blanca donde los sustratos son alcanzados por esa luz inmersos en un ambiente aeróbico (con oxígeno), entonces nuestras reacciones tienen que ver con el estudio de la oxidación que produce el oxígeno en condiciones de irradiación con luz blanca sobre distintos sustratos», especificó la científica.

Datos

Uno de los próximos objetivos del proyecto es indagar en el estudio del aceite esencial de lavanda que tiene amplios usos, entre ellos cosméticos y alimenticios. El equipo está integrado por investigadores de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) a través de sus Facultades de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF) y Turismo y Urbanismo (FTU), del Instituto de Química de San Luis (INQUISAL) y de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).

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