Se trata de un espacio para la investigación científica y el desarrollo académico que se encuentra en la Facultad de Turismo y Urbanismo (FTU) situada en el campus universitario de la Villa de Merlo. Inició en el año 2004 conjuntamente con el dictado de la carrera Plantas Aromáticas. Poco a poco tomó su identidad hasta que en el año 2017 se formalizó su creación. Comenzó a funcionar en la sede de la localidad de Carpintería. Cuando la Facultad se mudó a su edificio propio, ubicado en Barranca Colorada, se estableció en el campus universitario donde actualmente se encuentra.
El Laboratorio nuclea a docentes/investigadores que desarrollan actividades de docencia, investigación, extensión o servicios incorporados en diversos proyectos. Las actividades conjuntas del cuerpo docente en el Laboratorio facilitan el desarrollo de aplicaciones interdisciplinarias con un mayor aprovechamiento de los recursos y equipamientos, mejorando la coordinación en la formación de recursos humanos, investigación y asesoramiento técnico.
Fundamentalmente es un Laboratorio de docencia donde hacen sus prácticas estudiantes del Departamento de Aromáticas y Jardinería, de las carreras Tecnicatura Universitaria en Producción de Plantas Aromáticas (TUPPA) y Tecnicatura Universitaria en Parques, Jardines y Floricultura (TUPJyF); allí también se desarrollan las actividades de investigación, así como las de extensión y servicios, en el marco de proyectos de investigación, extensión y/o vinculación formalizados desde la ciencia y la tecnología.
Su objetivo general es optimizar el desarrollo de las actividades de investigación, docencia, extensión y servicios a terceros. De manera específica, este espacio académico busca articular actividades curriculares para brindar a estudiantes un espacio donde realizar ensayos y prácticas relacionadas con los contenidos de los programas y del perfil profesional de las distintas carreras que se dictan en la Facultad; propiciar un ámbito para la investigación a diferentes escalas y niveles de complejidad, contemplando la innovación tecnológica, la formación de recursos humanos; ofrecer el asesoramiento técnico a instituciones nacionales, provinciales y municipales, así como la cooperación interinstitucional.
Este Laboratorio es utilizado por grupos de investigación relacionados con el estudio de recursos naturales y por el grupo de servicio Estudios en Biodiversidad Vegetal Aplicada (EBVA) perteneciente a la FTU. También por docentes con múltiples vinculaciones con grupos de investigación de la UNSL, con otras universidades nacionales como Buenos Aires, Río Cuarto, Córdoba y Rosario, y organismos del sistema científico tecnológico del país (INTA, INTI, CONICET, CEPROCOR) con actores de la comunidad de esta región (Red de aromáticas, Asociación de cerveceros del Norte, productores, artesanos, cooperativas, entre otros) y de otras partes del país, así como vinculaciones con empresas de otros países.
«Este Laboratorio es una gran herramienta de nuestra Institución que nos permite sumar calidad a la enseñanza de nuestros estudiantes, desarrollar conocimientos y vincularnos con nuestra comunidad. Aún es un espacio pequeño y básico, que requiere adecuación e incorporación de equipamientos e insumos, pero que le ha permitido sumar calidad y presencia a la Facultad», explicó su directora, la doctora en Biología Sonia Ocaño.
También sostuvo que el Laboratorio se encuentra en proceso de crecimiento. «Contamos con una planta móvil de extracción de aceites esenciales a escala piloto, ubicada en el galpón de procesamiento de plantas aromáticas, que fue donada por la Universidad Nacional de Río Cuarto. Este equipo, si bien se encuentra en un espacio físico diferente al del Laboratorio, funciona de manera articulada con este. En la actualidad estamos en el desarrollo de un espacio físico adecuado para su óptimo funcionamiento», añadió.
Aporte social
Es una gran herramienta de vinculación con diversos sectores de la sociedad. Las personas, en general y en particular, las escuelas que nos visitan siempre se llevan una mirada inspiradora del mundo científico y de la naturaleza, es motor de emociones y descubrimientos, de valoración de nuestro ambiente, de los recursos naturales, de la ciencia y del rol de las universidades. «Lo que se desarrolla en nuestro grupo es generador de múltiples conocimientos, que además de sumarse al mundo científico, impactan en las personas teniendo incidencia en lo ambiental, productivo, tecnológico, económico, cultural, histórico, políticas públicas, revaloración de actores sociales, entre otros aspectos», concluyó.
Fotos: gentileza Prensa Secretaría General UNSL