Un estudio científico determinó resultados favorables en el crecimiento y supervivencia de una planta en condiciones ambientales de estrés salino e hídrico en simbiosis con un hongo que se asocia a las raíces. Esto significa una alternativa positiva para la prevalencia de vegetación en zonas semidesérticas de San Luis donde escasea el agua y hay degradación de suelos.
La bióloga Camila Chiroli estudió la especie Cenchrus ciliaris L, un pasto que tolera el estrés ambiental causado por la falta de agua y por la alta concentración de sales en suelos. Los resultados favorables se obtuvieron al asociar esta especie a micorrizas, un hongo que se asocia a las raíces de las plantas y le da beneficios.
En una muestra de suelo extraído de la localidad de Nogolí, la bióloga estudió la simbiosis de la planta y el hongo bajo condiciones controladas en el área de Ecología de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) simulando características ambientales y analizando la especie en dos (2) grupos, uno con micorrizas y otro sin el hongo.
«La gran preocupación que hay sobre los suelos degradados en el norte de San Luis, donde no hay materia vegetal, nos llevó a investigar este tema (…) Propusimos como una posibilidad de que plantando este pasto se puedan mejorar estos suelos», expresó la Bióloga. Por otro lado, el estudio indagó en la utilización de micorrizas como biofertilizantes, ya que ayuda a que las plantas crezcan y es un material completamente biológico que se encuentra en el suelo. «Es una buena alternativa para que no se utilicen fertilizantes químicos que a la larga degradan el suelo».
Luego de que las plantas crecieron se midieron distintos parámetros morfológicos y se realizaron estudios bioquímicos para analizar pigmentos fotosintéticos, clorofila y carotenoides para ver cómo había actuado la planta bajo estrés. También se midió la prolina, un osmoprotector que ayuda a soportar el estrés hídrico, y malondialdehído, una medida de peroxidación lipídica. Cuanto mayor era ese parámetro, mayor era el daño de la planta internamente. Al mes se tomaron las medidas, y en ese contexto se comenzó a ver la simbiosis favorable entre esta planta y el hongo.
«Este estudio contribuiría con la pobreza vegetal. Lo propusimos para mejorar el suelo y proveer de alimento a los animales. Actualmente hay mucha sequía, no hay agua, no hay pasto y los animales no comen. Los productores no tienen animales para comercializar y los mismos animales mueren», concluyó.
Dato
Con parte del desarrollo de este trabajo, Camila obtuvo una mención especial en una edición de las jornadas de Biologías de Cuyo en Mendoza.
Su trabajo fue dirigido por la doctora Hilda Pedranzani y la ingeniera agrónoma Olga Marcela Ruiz, y forma parte del proyecto de investigación Mitigación del estrés abiótico en plantas por asociaciones simbióticas y su posible uso en biorremedación, dirigido por la Dra. Pedranzani.