Así lo expresó el abogado Marcelo Leandro García, quien durante los años 1985 y 1987 fue presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Sostuvo que a los estudiantes les tocó luchar contra la indiferencia y el individualismo que emergía de las decisiones de quienes conducían el país en la última dictadura militar.
En su paso por San Luis, invitado a dar una conferencia sobre Cooperativismo en la inauguración de un curso en formación en cooperativas en Villa Mercedes, Marcelo García visitó la UNSL y se reunió con sus autoridades y estudiantes que conducen la Federación Universitaria San Luis (FUSL).
El propósito fue recordar «aquellas épocas duras» y reafirmar los ideales que dejó la puja estudiantil en Córdoba durante el año 1918 que se traducen en el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria.
García expresó en relación a los años venideros luego de la dictadura militar que «en esa época hubo un renacimiento de la democracia en toda las esferas y siempre la juventud, y dentro de ella la juventud universitaria, es la que más inquietudes tiene y se pone siempre a la cabeza de estos tipos de movimientos», dijo.
En relación al contexto que vivieron los estudiantes universitarios sostuvo que hubo un fuerte fervor y les tocó competir en el primer año de la democracia con agrupaciones que habían sido la herencia del ex presidente militar Jorge Rafael Videla. «Competíamos con el grupo que el Gobierno quería como proyecto para la juventud de toda Argentina, quienes decían que a la Universidad sólo se viene a estudiar. Fue luchar contra la indiferencia, el individualismo. A la Universidad por supuesto se viene a estudiar pero también a prepararse de la mejor forma y a tener una responsabilidad como ciudadano universitario», recalcó.
Se refirió a la vuelta de la democracia como una «época de reconstrucción», porque la dictadura cortó toda una generación. Recordó que hubo una generación de militantes que durante los años 1976 y 1983 dejaron de estar. «Hubo que hacer una refundación del movimiento estudiantil. Logré ver por suerte la primavera democrática, la etapa de euforia del movimiento estudiantil pero me tocó pasar mi formación como militante del año 76 al 83 en la clandestinidad, soledad y en la total subestimación de lo que fue la actividad política«, recordó.
Seguidamente añadió que tuvo la posibilidad de ver algunos sueños realizados. «Me acuerdo que cuando llegué a estudiar a Santa Fe mi idea era, en plena dictadura, reconstruir el movimiento estudiantil argentino. Al tiempo vi eso suceder», concluyó.