Desde el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) del Protocolo Institucional de Intervención de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), ante denuncias por situaciones de violencia de género, identidad de género y discriminación adherimos a la conmemoración del 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Se eligió esta fecha para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres (3) activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana, pues generaron espacios de oposición y resistencia frente a una forma de gobierno represora, homófoba y racista.
Esta conmemoración nos recuerda que la violencia machista es un fenómeno social estructural y transversal, que atraviesa las diferentes clases sociales, edades, etnias y territorios. Nos invita a la reflexión sobre que las violencias son de distintos tipos, que suceden en diferentes ámbitos y que difieren en el grado de visibilidad y de sofisticación que adquieren dependiendo del contexto en el que se producen.
En este sentido, la UNSL como institución pública no está exenta de las violencias machistas. Si bien ya hay un camino recorrido a través de políticas de género como el materializado en el Protocolo de Intervención Institucional, la adhesión a la Ley Micaela y el Programa Género Sociedad Universidad, entre otros, se necesita del compromiso político y social, de la articulación y el trabajo conjunto y colaborativo de diferentes actores que participan de la vida universitaria para continuar llevando a cabo procesos tendientes a la erradicación de las violencias.
Es urgente desnaturalizar los modos en que dichas violencias se expresan en los planos laboral, académico y político, en los vínculos interpersonales, incluyendo las relaciones sexo-afectivas. Visibilizarlas, nombrarlas y combatirlas, constituyen acciones fundamentales que se vienen instrumentando desde el ETI.
Desde este espacio, la escucha y visibilizacion de las violencias hacen parte de nuestra práctica profesional, como también lo ha sido poner a disposición estrategias pedagógicas y de reparación. De este modo reafirmamos la premisa de que ningún ámbito o institución social se transforma aplicando normas procedimentales o sanciones exclusivamente y reivindicamos la necesidad de implementar políticas integrales que tengan como objetivo transformar el contexto universitario que hace posible que se produzcan y reproduzcan las violencias machistas.
Foto: extraída de la web