Recientemente, Bárbara Martínez se convirtió en la primera mujer egresada del Profesorado Universitario en Música Popular y Latinoamericana de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) de la UNSL. En diálogo con Noticias UNSL, la además técnica en producción musical nos cuenta cómo transitó su formación en nuestra Institución y los desafíos que se plantea para el futuro.
¿Cómo surgió tu interés en la música y en estudiar las dos (2) carreras que se dictan en la UNSL?
Mi amor por la música es de toda la vida, desde chiquita. Cuando salí del secundario hice la Tecnicatura en Producción Musical, me recibí hace un par de años. Ya con ese título empecé a dar clases, a trabajar como docente y me encantó, me enamoré de la docencia. Estuve viviendo unos años en Córdoba y cuando volví, ingresé al Profesorado Universitario en Música Popular.
¿Cómo viviste tu paso por la Universidad? ¿Qué recordás de tus momentos como estudiante?
Con la segunda carrera ya era otro mundo, porque cuando me fui, Producción Musical pertenecía al Instituto Politécnico y Artístico Universitario (IPAU). En cambio, con el profesorado cambió todo, entramos a la Facultad de Ciencias Humanas, los profesores pasaron a tener un montón de cambios a nivel laboral, lo que cambió un montón la carrera.
Cursábamos en el IV Bloque, éramos muchos. Fui parte de la tercera cohorte de la carrera. La cursada fue hermosa, tuve la facilidad de que me dieron muchas equivalencias de producción musical, por lo que más que nada hice lo que es el campo de la pedagogía. Los profesores fueron increíbles, entré y salí siendo una persona diferente.
Hice la carrera trabajando mucho, además, la mitad de la carrera la cursé en pandemia. Tuve profesores super dedicados que hicieron lo imposible para que la experiencia fuera lo más cercana a lo presencial. El primer año (2019) lo hice presencial, luego arrancó el 2020 y tanto ese año como el 2021 fueron virtuales. De repente, tuve que hacer materias como percusión, por ejemplo, donde los profesores nos mandaban videos de ellos tocando los instrumentos y nosotros recreando en una mesa o una silla.
A fines de 2021 pudimos reunirnos todos y tocar, y volver a sentir esa energía de todos otra vez haciendo música juntos, que es por lo que uno hace música. Eso fue lo más fuerte, los años que estuvimos en aislamiento y luego volver a encontrarnos y que vuelva la vorágine de lo musical y la presencia de todos.
¿Qué podrías decirnos sobre la importancia de la formación en el campo de la música?
Te da la profesionalidad, eso te cambia muchísimo. Todo el ambiente en el que me muevo es de músicas y músicos, pero realmente el título y la experiencia universitaria en general te cambian la vida. Como profesional te da muchísimas herramientas técnicas sobre el campo que manejás, lo que hace que tengas muchas más herramientas a la hora de desenvolverte como profesional.
Con el título de Producción Musical en Córdoba conseguía trabajos por el hecho de tener la carrera universitaria y eso te cambia mucho la perspectiva. Como músico también, tenés mucho más alcance, acceso a muchas cosas que antes no tenías, tenés un título que te defiende ante cualquier cosa. La vida universitaria es importantísima.
¿Qué implica para vos ser la primera mujer egresada del profesorado de la UNSL?
Se siente como una responsabilidad, porque hay egresados varones de la carrera. Ser yo la primera egresada es muy fuerte. No hay muchos egresados, pero los que hay, han sido todos varones. La realidad es que somos pocas las mujeres que ingresamos en comparación y por eso somos menos las que nos egresamos. Recuerdo que habremos sido casi 100 los ingresantes y éramos 20 mujeres. Esto es algo que se replica en todos lados.
El trabajo de investigación con el que me recibí fue sobre la desigualdad de género y la ley de cupo en la música. Investigando y leyendo mucho veía esos datos en todos lados. El ingreso de mujeres en las universidades es menor, el egreso también, hay sesgos dados según a lo que uno se dedica. Si sos mujer cantante, está todo bien, pero si sos mujer productora encontrás más dificultades para desenvolverte.
Estoy muy feliz de ser la primera egresada y que esto se visibilice, para que eso llegue a mujeres que estén a lo mejor saliendo del secundario y vean que pueden llegar a esto y que como música y mujer podés desenvolverte profesionalmente. Hay que luchar un poco más, es la realidad, pero se puede. Hemos hecho avances super significativos en los últimos años.
¿Qué pudiste estudiar en tu investigación sobre las causas de esta diferencia?
Tuve que hacer un recorte grande en mi investigación, pero traté de afrontarla desde diferentes lugares. En un momento menciono lo histórico, la invisibilización de las mujeres a lo largo de toda la historia musical, mencionando a grandes músicas que tenían que usar seudónimos o escribir sus obras bajo el nombre de sus maridos.
A eso lo ves en la actualidad, en ver que el acceso a la educación musical no sea el mismo, el interés desde pequeñas tampoco es el mismo, porque no tenemos a los mismos referentes, tenemos a Mercedes Sosa, una número uno, pero es una entre 50 hombres.
Lo de la ley de cupo es problemático, esto viene de una lucha muy grande que hicieron mujeres y disidencias, que está vigente desde el 2020 y no se hace cumplir. Hay cosas que se pueden hacer, por ejemplo, denunciar en el Instituto Nacional de la Música (INAMU) qué festivales no cumplen con la ley de cupo.
En mi investigación hice un recuento de todos los festivales de San Luis en el verano, y por ejemplo de 70 festivales, solo un 20% cumplía con la ley. No se denuncia, no reciben la multa, lo siguen haciendo y se sigue perpetuando. Entonces, esto queda en manos de quienes luchamos por que esto se cumpla.
Yo soy parte de la colectiva de mujeres y disidencias de la música de San Luis y es siempre lo mismo, todos los veranos tenemos que presentar cartas a la municipalidad, realizar publicaciones, hacer nuestros propios festivales para visibilizar. Realmente creo que hubo un cambio, en mi investigación pude ver que desde que se implementó la ley hubo un aumento de la presencia de mujeres y disidencias en escenarios, pero es mínimo, el avance es muy lento.
Algunos varones todavía no ven su lugar de privilegio. Para hacer mi investigación hice una encuesta y una de las preguntas era: ¿Has sentido que tu género define la forma en que tu música o profesión es recibida? y la mayoría de las mujeres respondían que sí y los hombres que no. A lo mejor está bueno que leyendo la encuesta o la investigación sepan de ese lugar de privilegio que tienen, en el que pueden tocar la guitarra «así nomás» y nadie les dirá nada, a diferencia de las mujeres, que tenemos más presiones, de ser excelentes en todo lo que hagamos.
¿Cómo ves los próximos pasos en tu futuro?
Por lo pronto quiero seguir trabajando como docente, que me encanta. Estoy como docente en la Escuela Nº 49 Gobernador Lindor Laurentino Quiroga y soy profesora de canto en la Escuela de Comedia Musical de Valeria Lynch, del Instituto Santa Catalina. Por lo pronto me gustaría conseguir un par de horas más. Tengo ganas de estudiar otra cosa, profesionalizarme un poco más en el canto, que es lo que me gusta a mí y hacer posgrados.
¿Qué podrías decirnos sobre la importancia de que las carreras que estudiaste estén en la universidad pública?
Yo no estaría recibida si la carrera no hubiese estado en la universidad pública. Vengo de una familia de laburantes, mi mamá y mi papá no fueron a la universidad, porque no pudieron. Mi hermana y yo somos las primeras en la familia en poder estudiar carreras universitarias. Por eso defiendo a muerte la universidad pública, porque soy muy consciente que, de otra forma, no hubiese podido estudiar.
Yo hablo con todo el amor del mundo de la UNSL, porque tiene educación pública, gratuita y de calidad, el nivel con el que salimos de las carreras es altísimo. Creo que la carrera de Producción Musical fue la primera y única gratuita de toda Latinoamérica y es la primera en el país en estudiar la música popular.
¿Qué le dirías a alguien que quiere comenzar a estudiar alguna de estas carreras?
Le diría que tiene que tener la pasión, le tiene que gustar mucho la música, pero que la haga, creo que el mundo necesita mucho arte, muchos artistas. Es una carrera que no solo te prepara para dar clases, sino que te cambia la vida, la forma de pensar y de ver la realidad.
