Diseñan mapa de contaminantes para generar acciones estatales con industrias limpias


Científicos del Instituto de Investigación en Tecnología Química (INTEQUI) de doble dependencia UNSL/Conicet, dirigidos por el Dr. Luis Cadús, llevan adelante un proyecto de investigación para confeccionar un mapa de gases contaminantes industriales que les permitan a las empresas y al Estado, tomar decisiones con bases científicas y tecnológicas.

Las investigaciones que se realizan en el Parque Industrial de San Luis, intentan extenderse a la ciudad capital donde los nichos de contaminación no se conocen y por lo tanto no se regulan. El proyecto fue seleccionado en la convocatoria Universidad y Desarrollo Local, certamen impulsado por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU).

Las investigaciones, que se encuentran en su fase tecnológica, involucran a 16 científicos, posee ocho (8) tesis doctorales en desarrollo que trabajan variados temas, y forman parte de la Empresa con Base Tecnológica (EBT) que el INTEQUI está determinado a poner en funcionamiento.

Para lograrlo el equipo armó un trabajo interdisciplinario, fundamentalmente tecnológico, que les está permitiendo hacer transferencia de formación de Recursos Humanos. En este sentido, la Provincia tiene tres (3) o cuatro (4) personas involucradas dentro del proyecto, «se van a formar con nosotros», explicó Cadús.

A la Universidad, por su parte, le quedará un Laboratorio en condiciones de medir un determinado efluente en cualquier lugar, que permita hacer mediciones de aire en las ciudades. “El Estado comenzaría a tener un manejo racional de la calidad del aire para poder sentarse a discutir y charlar de las políticas con las empresas, sobre la implementación de las tecnologías de saneamiento, para evitar la contaminación”, dijo el investigador.

En este contexto, se iniciaron charlas con la Municipalidad de San Luis, porque ese mapa le va a permitir administrar el transporte público, el ingreso y egreso de vehículos de las zonas contaminadas del microcentro, disponer de indicadores en tiempo real de la calidad del aire y de esta manera generar acciones sobre el código urbano. “En ese código, podríamos definir dónde pueden o no localizarse con base técnica, ciertos emprendimientos económicos que pueden hacerse bajo una planificación, como por ejemplo un taller de pintura de automóviles que puede pasar a estar regulado”, añadió.

Para resolver el ABC de la problemática medioambiental, evitando la contaminación, el científico sostiene que deben cambiarse los procesos y metodologías, minimizando los efluentes a tratar, para luego aplicar la tecnología que resuelva el problema. “En medio ambiente la solución no pasa generalmente por solucionar la contaminación. Lo primero es tratar de encontrar la manera de reducir la cantidad de contaminantes, y eso se puede hacer dentro de la empresa muchas veces en el proceso”, explicó el ingeniero.

Toma de muestras y mediciones

Para el desarrollo de esta etapa los investigadores utilizan bombas de aire que unifican a dispositivos para retener los contaminantes, que luego conectan sobre base de temáticas climáticas y estadísticas.

Esto tiene que ver con que, la velocidad de los vientos y los cambios climáticos bruscos, repercuten en la presencia de contaminantes químicos en el aire que respiramos, alterando los valores reales que pretenden medirse y afectando la salud de la población.

Por ejemplo, graficó el científico: “si hay viento, la condición es diferente y los contaminantes tienden a diluirse y a ser rápidamente arrastrados. Entonces uno probablemente va a encontrar menos contaminantes químicos, pero muchísimos contaminantes sólidos como arena, pelusas, entre otros”.

“Nuestra especialidad -aclaró- son los contaminantes químicos, como las emisiones gaseosas de los autos. Las estaciones de servicio, las tintorerías, las rotiserías que emiten ese tipo de contaminantes que luego se conjugan en la atmósfera de un determinado lugar, y junto con otros constituyen lo que es el smog”.

Su implicancia es directa sobre la salud humana, particularmente afectando las vías respiratorias, con enfermedades como el asma, las deficiencias respiratorias, epoc y todo lo que ocurre a partir de respirar un aire contaminado. Asimismo, trae consecuencias en las ciudades sobre la vida humana, vegetal y animal. En los parques industriales trae consecuencias sobre el mismo tipo de grupos, y adicionalmente, la actividad industrial de otro.

Clústeres ambientales 

El director del INTEQUI afirmó que al concepto de parque industrial, hay que ampliarlo a la noción de clúster, que se trata de un entramado o sociedad que puede trabajar en conjunto para resolver problemas y en el cual las partes interactúan solamente en vía positiva y no en vía negativa.

“Esto es, empezar a incorporar conceptos en los cuales no existen residuos –amplió-, sino que los residuos de una empresa pueden ser los insumos de otra, minimizando así los efectos ambientales de cada una y direccionando proyectos que tiendan a vincularse a otros para aprovechar los residuos y convertirlos en valor agregado, tanto desde el punto de vista ambiental como el energético”.

Para Cadús es imprescindible que la población sepa, conozca y entienda que hay alternativas, y a partir de ellas exija que se cumplan para su beneficio. “No podemos aceptar, permanentemente, el chantaje de que con tal de sostener una actividad productiva tenemos que aceptar un pasivo ambiental», enfatizó.

En un contexto de crisis económica: “eso nos trae dos (2) tipos de problemas. Por un lado, se distorsionan las verdaderas actividades de los parques, lo que impide saber si vamos a medir lo que corresponde en plena actividad y por otro, las industrias con tal de mantener la actividad puedan decir: no me molesten con el tema ambiental”, concluyó.

Crédito

Nota producto de actividades de prácticas pre-profesionales de alumnas de la carrera Licenciatura en Periodismo en Prensa UNSL.
Alumnas: Claudia San Martín y María Antonella Biondi
Supervisora por Prensa UNSL: Fabiola Aranda

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