Investigadores de San Luis y Córdoba pretenden que el sistema, todavía en fase experimental, pueda procesar cinco toneladas por hora. Argentina es el primer exportador mundial de ese producto.
Para la extracción del aceite de soja, producto del que Argentina es el primer exportador mundial, se suele utilizar un solvente orgánico que luego es necesario eliminar. Ahora, científicos de San Luis y Córdoba proponen el uso de nanofiltros para lograr la separación a menor costo del que demandan los procedimientos actuales, como la destilación.
Los investigadores aseguran que se está en el proceso de desarrollo de un modelo (de cascada con membranas espiraladas) para que pueda ser utilizada en una planta que procesa cinco toneladas de aceite por hora.
El sistema se basa en la síntesis de membranas de nanofiltración a partir de un material plástico (polifluoruro de vinileno o PVDF) recubierto con una mezcla que incluye un polímero siliconado y acetato de celulosa. Las membranas, cuyos poros están en el orden de la millonésima parte de un milímetro, “tienen gran resistencia mecánica y química”, aseguró Pagliero.
En los estudios de laboratorio, las membranas lograron separar el 80% del solvente (hexano) en muestras de aceite con distinta concentración. Según explican los científicos, la idea es completar la eliminación mediante la destilación tradicional. “Sería un proceso híbrido”, afirman.
Asimismo, el sistema filtrante pudo retener a los ácidos grasos libres, un indicador de la acidez de los aceites y un parámetro de su calidad. “Es ideal para emplear en la producción de aceite de soja”, subrayan los especialistas.
El proyecto fue descrito en la revista “Journal of Food Science and Technology”. De la investigación participa el Dr. José Marchese y el Dr. Ariel Ochoa, de la Universidad Nacional de San Luis, y la Dra. Cecilia Pagliero y la Dra. Leticia Firman de la Universidad Nacional de Río Cuarto.