Este jueves 22 de junio visitó la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) el director del Museo Casa de la Reforma de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Lic. Gonzalo Sarria, en la segunda actividad del programa “Hacia los 100 años de la Reforma Universitaria”, organizado por la Casa de Estudios.
Las actividades comenzaron alrededor de las 10:00 horas en el Salón de los Escudos del rectorado oportunidad en el que Gonzalo Sarria recordó el Manifiesto Liminar de la Federación Universitaria de Córdoba de 1918 con la frase: “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan” (…) El Manifiesto es muy rico. Siempre se aprende algo nuevo. Como universidad todos los días estamos pensando en nuevas conquistas”, dijo.
Previo a su disertación y presentación del documental: La imaginación del poder, en el Microcine la UNSL sostuvo queel objetivo de todas estas actividades es que permanezca viva la llama activa de la reforma en el camino a su centenario.“Estamos caminando una revolución. Nos dirigimos a toda América para tener posibilidades de educación pública, gratuita, inclusiva, de excelencia académica y con extensión universitaria”, remarcó.
El titular del Museo expresó que la reforma universitaria surgió del estatismo que tenía la universidad “que no evolucionaba, no avanzaba, no se preocupaba, que solamente era una cuestión de cargos de profesores. Hoy tenemos una universidad mucho más activa y protagonista”, dijo.
El Museo Casa de la Reforma se creó en 1999 por iniciativa de la Federación Universitaria de Córdoba y se propone como un espacio dinámico que no solamente custodia el acervo documental y material que da testimonio de la gesta Reformista, sino que también se configura como un espacio para la divulgación y el análisis crítico. Se presenta como un activo centro de divulgación de lo que significó este movimiento, de su actual y permanente vigencia, mediante ciclos culturales, charlas debates, clases a escuelas secundarias, entre otros.
Sobre la reforma universitaria
Es un hecho de trascendental relevancia en el ámbito universitario. Inició en junio de 1918 cuando la juventud universitaria de Córdoba comenzó un movimiento por la genuina democratización de la enseñanza que cosechó rápidamente la adhesión de todo el continente. Las reivindicaciones reformistas bregaban por la renovación de las estructuras y objetivos de las universidades, la implementación de nuevas metodologías de estudio y enseñanza, el razonamiento científico frente al dogmatismo, la libre expresión del pensamiento, el compromiso con la realidad social y la participación del claustro estudiantil en el gobierno universitario