Desde el año 2015 la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) participa activamente de un proyecto internacional para el mejoramiento de la enseñanza de las energías renovables. En este contexto el Laboratorio de Energía Solar será equipado con instrumentos de alta gama que serán utilizados específicamente en docencia.
El proyecto internacional DIEGO (Development of quality system through Energy efficiency courses) está llegando a su etapa final. Por la UNSL ha trabajado activamente el físico Daniel Perelló, coordinador de la Tecnicatura Universitaria en Energías Renovables, junto a docentes y al acompañamiento de la subsecretaria de Relaciones Interinstitucionales, Prof. Liliana Mollo.
En DIEGO participan como socios activos tres (3) universidades de la Unión Europea (UE) y seis (6) universidades latinoamericanas: tres (3) argentinas; dos (2) guatemaltecas; y una (1) uruguaya. Desde sus inicios a través de seminarios y reuniones internacionales y cursos en línea se capacitó a estudiantes y profesionales de las seis (6) Universidades de América Latina.
La Universidad líder del proyecto es la Universidad de La Sapienza (Italia), junto a la Universidad de Cádiz (España) y la Universidad de Cyprus (Chipre).
«La UNSL acaba de recibir un equipamiento de alta gama para la física de energía solar. Esto viene a través de un proyecto al que nosotros fuimos convocados en el año 2014, que inició en 2015, financiado enteramente por la Unión Europea a través de la primera cohorte del Proyecto Erasmus +», sostuvo Mollo quien agregó que estos equipos están destinados específicamente a la docencia en el área de las energías renovables.
Según expresó el físico Daniel Perelló el equipamiento adquirido, que ronda los 800.000 mil pesos, es el más indicado para el dictado de las clases. Será utilizado con los alumnos de la Tecnicatura en una de las materias más disciplinares y específicas denominada: Energía Solar Fotovoltaica. «Es un equipo de primer nivel en la temática», dijo.
Específicamente se ha recibido un equipo de dos (2) paneles solares fotovoltaicos: uno policristalino y otro monocristalino. «Podríamos decir que son soles artificiales, es decir: son ideales para tener condiciones de radiación controladas desde una computadora, sin estar dependiendo de las variables climáticas (…) Actualmente si nosotros estamos en el exterior dependemos del cruce de una nube y la radiación no es constante. Con estos paneles sí tenemos una radiación controlada ya que simulamos un sol artificial «, dijo el experto.
Sobre la adquisición de los instrumentos Perelló sostuvo que dentro del proyecto la UNSL tenía un presupuesto asignado y bajo el asesoramiento de los profesionales europeos, que visitaron la UNSL, se comprobó que lo que se necesitaba en el Laboratorio eran equipos de estas características.
«Este equipamiento nos permitirá dar un salto cuali y cuantitativo importante en la parte práctica de la enseñanza de la materia. No solamente es enseñar la teoría, sino dar una demostración (…) Esto nos permite hacer un montón de prácticas, las cuales estábamos haciendo a un nivel más humilde. Ahora estamos en un primer nivel», concluyó.
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