«El trabajo interdisciplinario es el camino que necesita nuestra educación de aquí en adelante»


Profesionales de la UNSL y de la Escuela Técnica N° 28 de La Toma, trabajaron en la creación del proyecto: Propuesta interdisciplinaria para el abordaje multicausal de una problemática social actual. Conexión CH3-CH2-OH, centrado en concientizar acerca de los efectos perjudiciales del consumo de alcohol. El trabajo fue seleccionado para ser parte de un Simposio internacional y fue premiado para su publicación. En diálogo con Noticias UNSL, Jésica Tello y Silvia Brandana nos cuentan cómo fueron las instancias de este Proyecto y la importancia del mismo.

La propuesta surgió en el 2018 por parte de la Profesora Brandana, responsable de la asignatura Química Orgánica de 5° año de la Escuela, quien observó que las preguntas de los/as estudiantes indicaban una falta de información y conciencia respecto de los efectos nocivos del consumo de bebidas alcohólicas. Un año después, comenzó el Proyecto de Extensión que vinculó la UNSL con el colegio, buscando acompañar e impulsar este trabajo.

Este desarrollo en equipo fue presentado en el Simposio STEM Miami 2022, organizado por Broward International University de Florida, Estados Unidos. Fue 100% online y gratuito y estuvo destinado a profesionales, docentes de carreras relacionadas con las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés). Contó con más de 3.000 participantes de 37 países del mundo. El trabajo de las docentes fue seleccionado entre los 15 más inspiradores y por ello fue publicado en el número especial de la Revista Electrónica de divulgación de STEM.

¿Cómo comenzó el vínculo entre ustedes y el proyecto?

Jésica: nos conocimos en la REQ (Reunión de Educadores de Química) en el 2018. En la UNSL estábamos haciendo desde extensión capacitaciones docentes, los invitamos a participar y vinieron. Ese año hicimos un taller en química, con realidad aumentada y otras experiencias, vinieron muchos docentes de La Toma. Allí empezamos a hablar sobre poder hacer más. En el 2019 se abrió la convocatoria a los Proyectos de Extensión de Interés Social (PEIS) y pensamos que lo que hacía Silvia se tenía que conocer. Empezamos a hablar sobre el proyecto que estaba llevando a cabo con sus estudiantes sobre la concientización sobre consumo de alcohol, que ya había empezado a trabajar en química orgánica. Lo que se hace en el aula tiene que conocerse, porque se hacen muchas cosas interesantes, que aportan desde lo humano incluso, al crecimiento personal de los estudiantes. Llegamos a la convocatoria, presentamos el proyecto y así nació: Las clases de química, un punto de partida para conformar historias.

Silvia: hasta ese momento en el proyecto que estábamos llevando a cabo en el aula trabajaba solo con mis estudiantes. Era la primera vez que iba a dar a conocer lo que estaba haciendo con mis alumnos. En el 2019 trabajamos la primera parte del proyecto, pero vino la pandemia y no pudimos continuar, sin embargo, en el 2021 se enriqueció el trabajo con la participación de especialistas de la UNSL que fueron a la Escuela a dar charlas para los estudiantes y docentes. En el 2022, por un desafío que surgió en la Escuela de trabajar en forma interdisciplinaria, les comenté sobre este trabajo que hacíamos con la UNSL. En ese momento, se entusiasmaron todos y empezamos a ver cómo encarar este trabajo desde distintos espacios y contenidos, con diferentes abordajes.

¿Cómo se vivió este trabajo al interior de la Escuela? ¿cómo vivieron la participación en el Simposio?

Silvia: para los/as estudiantes fue una experiencia hermosa y enriquecedora, ya que se rompió con la dinámica de clase tradicional, de estar cada profesor en su aula y con los grupos separados. Unimos a las tres (3) divisiones en clases compartidas en el SUM, con actividades diferentes, juntando materias y luego ensamblando todo para abordar los contenidos desde ocho (8) espacios. En agosto nos propusieron participar en el Simposio internacional, con eso nos dimos cuenta que era importante compartir este trabajo, sacarlo del aula y relatar lo que habíamos hecho durante el año. Trabajar de manera virtual en el Simposio fue una experiencia nueva para todos, recibimos devoluciones de personas de otros países.

Jésica: pasamos de un nivel provincial a uno internacional, fue un gran salto. Lo que cuesta mucho es que un docente reconozca el valor de su trabajo. Soy Directora de la comisión de carrera del profesorado en química, y estamos animando a otros/as docentes contando esta experiencia, para que sepan que no solo es importante valorar lo que se hace en el aula, sino que les sirve a otros y es inspirador. Cuando estas experiencias se comparten, es algo multiplicador. En este Simposio evaluaban docentes de todo el mundo, de 37 países.

Silvia: entre 300 trabajos se seleccionaron 15 y entre ellos el nuestro resultó uno de los más inspiradores. Valió la pena esta experiencia y todo el trabajo, saber que este trabajo puede servirle a una persona, que sea una inspiración para hacer algo parecido, mejor o más grande.

¿Qué piensan de esta forma de trabajo en conjunto y de los logros obtenidos?

Silvia: este es un cambio que necesita nuestra educación desde las bases, el trabajar de forma interdisciplinaria para mostrarle a los estudiantes que los conceptos no son cosas aisladas, sino que todo está relacionado y que desde cada espacio se le incorpora la perspectiva que corresponde. Hacia allí tenemos que apuntar en la educación, trabajar en conjunto, en equipo, la conexión con otras instituciones es muy importante, porque nos abre la cabeza, nos muestra otras perspectivas. Sería muy importante seguir trabajando de esta forma.

¿Qué destacarían de la experiencia de los/as estudiantes?

Silvia: veníamos saliendo de la pandemia, trabajando en grupos chicos, en burbujas. Con este proyecto les dijimos que íbamos a trabajar de una forma diferente, uniéndose desde distintas divisiones, intercambiando integrantes de grupos. En una encuesta que les hicimos a los chicos después, valoraron mucho esta experiencia, de cómo los docentes trabajamos en conjunto. Es muy valioso poder demostrarles que cuando se hacen esfuerzos, cuando se persiste, todo se puede lograr.

Jésica: el conectar y compartir es mucha parte de esto y eso transforma.

¿Cómo ven este trabajo a futuro?

Jésica: la extensión nos anima a armar cosas con otros sectores de la sociedad y avanzar. Las escuelas del interior de San Luis necesitan esto, que la Universidad se acerque, que se rompa un esquema y las ideas florezcan y se generen cosas transformadoras.

Silvia: es un desafío para la instituciones educativas el romper con los esquemas. Venimos muy acostumbrados a lo tradicional. El desafío fue para todos, no solo para docentes y alumnos, sino también para la dirección, para los preceptores, para las familias, para la comunidad de La Toma, fue algo muy grande. Destaco la importancia de las conexiones, necesitamos que los chicos puedan tener experiencias reales, que viven día a día para que se apropien de los conocimientos y que desarrollen habilidades que después puedan aplicar en la vida, estudien lo que estudien o hagan lo que hagan.

¿Qué le dirían a los docentes para que se animen al desafío?

Silvia: creo que este es el camino que necesitamos de aquí en adelante, el trabajo interdisciplinario conectado con otras instituciones, niveles educativos, no hay otro camino posible. Hay que animarse y empezar

Jésica: conectar con los otros niveles educativos es fundamental, hay que afinar muchos mecanismos de colaboración para que los cursos que se dictan tengan una valoración y sean reconocidos de múltiples maneras.

Fotos 3, 4, 5 y 6: gentileza del Proyecto

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