La Coordinación de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) emitió un comunicado que recuerda a Raúl Cobos, Pedro Valentín Ledesma, Santana Alcaraz y Graciela Fiochetti, en el marco de los hechos ocurridos en septiembre de 1976.
El escrito expresa:
La tarde del 20 de septiembre de 1976, la Guarnición Militar de San Luis se convirtió en el escenario de uno de los episodios más oscuros de la historia de nuestra Provincia. Por orden del Jefe del III Cuerpo de Ejército, General Luciano Benjamín Menéndez, se llevó a cabo una operación de detención y secuestro de jóvenes estudiantes y militantes políticos, marcando el inicio de una ola de terror que dejó cicatrices imborrables en nuestra comunidad.
Los jóvenes militantes fueron: Raúl Cobos, trabajador nodocente de la UNSL y estudiante que fue asesinado; Pedro Valentín Ledesma estudiante y maestro rural, Santana Alcaraz estudiante e integrante del Centro de Estudiantes y Graciela Fiochetti estudiante e integrante de la JUP, sufrieron el horror de la represión detenidos y luego asesinados. Las denuncias de familiares y ex presos políticos, junto al esfuerzo y compromiso inclaudicable de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de San Luis, fueron cruciales para que se iniciaran juicios por delitos de Lesa Humanidad. Estos procesos, que comenzaron en 2009, han demostrado la sistematicidad de los crímenes y han llevado a la identificación y condena de varios responsables.
Sin embargo, en la actualidad, enfrentamos un resurgir de discursos negacionistas que buscan deslegitimar estos hechos y borrar la memoria de las víctimas. La historia no debe ser manipulada ni olvidada; es fundamental reconocer el pasado para construir un futuro basado en la verdad y el respeto por los derechos humanos. La negación de estos crímenes no solo es un insulto a quienes sufrieron, sino que también abre la puerta a la repetición de la violencia y la injusticia.
La realidad política actual nos interpela a defender con firmeza los principios de justicia y memoria. Debemos permanecer alertas ante cualquier intento de minimizar o justificar los abusos del pasado. La defensa de los derechos humanos es un deber que asumimos como institución y como sociedad. Recordemos que la lucha por la verdad y la justicia no es solo una cuestión del pasado, sino un compromiso activo por el presente y el futuro.
Hoy, reafirmamos nuestro compromiso con la verdad, la justicia y la memoria. No olvidamos a aquellos que sufrieron en silencio y luchamos para que estos hechos no se repitan.
Coordinación Institucional de Derechos Humanos