El reconocido filósofo y politólogo visitó la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), y brindó una conferencia en el Auditorio Mauricio López.
La secretaria General del Sindicato de Investigadores y Docentes Universitarios (SIDIU) San Luis, Jimena Juri Ayub y la coordinadora de Derechos Humanos de la UNSL, Esp. Ana María Garraza fueron las encargadas de dar las palabras de bienvenida. En primer lugar, Ayub sostuvo que es un orgullo que en la Provincia tengamos actividades que confluyen entre diferentes sindicatos, organizaciones y agrupaciones: «de una forma u otra, todos nos confluimos en defender los derechos humanos, entender que tienen que ser defendidos y que la ampliación de derechos es algo constante».
En su discurso, Garraza destacó la importancia de la agenda colectiva de actividades del mes de la Memoria: «esto trata de llamarnos la atención sobre que la memoria no es pasado, sino que tiene que ver con la discusión entre los hechos pasados y el presente (…) que hoy esté en discusión si la educación es un derecho o no, tiene que ver con aquellos sucesos históricos que nuestra patria y nuestro continente han vivido», dijo.
Por su parte, el invitado reflexionó acerca de puntos claves como los derechos humanos, la democracia y el derecho universal a la educación superior. «Este evento en el mes de la Memoria lo organizamos sin saber los cambios que vendrían y es importante que pese a ello, la agenda no haya cambiado. Hay que darle la centralidad que tiene que tener este tema (…) No hay democracia sin un cuidado, un respeto y una reflexión permanente sobre los derechos humanos», expresó Rinesi.
Asimismo explicó que para que haya derecho y no privilegio, el derecho debe ser universal. En cuanto al carácter de «humanos», el politólogo definió: «estos derechos son calificados como humanos exactamente porque fue o es el Estado el que los viola, abusando de su poder. Son aquellos que queremos que no sean violados nunca más y que le exigimos al Estado que se abstengan de violar».
Durante su conferencia, el filósofo afirmó que quien dice «yo tengo derecho a…» es aquella persona que «de hecho no tiene derecho». Defendió que es el Estado quien debe intervenir con políticas públicas activas, definiciones y con los presupuestos necesarios: «la salud, la vivienda, la educación en todos sus niveles, etc., son derechos en los que el Estado debe garantizar una cantidad de posibilidades vitales que no puede ser que queden libradas a la suerte de cada uno o a la fuerza del mercado (…) Debe garantizar con presupuesto esos derechos que de otro modo no estarían garantizados», dijo.
En cuanto a la legislación actual, el politólogo argumentó que la educación superior como derecho tiene sus bases principales en este siglo XXI. En la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) del año 2008, se declaró a la Educación Superior como un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado.
En el año 2015, esta declaración se transformó en la ley 27204/2015, que brinda políticas de acceso a la educación superior y que prohíbe el arancelamiento y el examen de ingreso. En este sentido manifestó: «es increíble que esto se tenga que seguir discutiendo con colegas cuando ya es ley (…) las declaraciones no cambian el mundo pero colocan estos temas en la agenda, las leyes tampoco cambian el mundo, pero las políticas de Estado alimentadas con dinero sí lo hacen».
Finalmente, el conferencista aplaudió a América Latina y a Argentina. Expresó que podemos y debemos sentirnos orgullosos de vivir en un país cuya legislación dice que la educación superior es un derecho humano universal. «La educación es un derecho, no una mercancía. No se compra, ni se vende, es un bien público, y para garantizar que lo sea es una obligación fundamental de los Estados (…) Mientras que las universidades brindan a las sociedades, saberes, profesionales como derecho colectivo para el pueblo», concluyó.
Crédito de nota: Leisa González, estudiante de la Licenciatura en Periodismo. Becaria en Prensa Institucional de la UNSL.