El Dr. Galo Juan de Ávila Arturo Soler Illia recibió recientemente el Doctorado Honoris Causa de la UNSL. En diálogo con Noticias UNSL, el referente nacional en el campo de la nanociencia, la química y la fisicoquímica de materiales nos comentó cómo vivió este reconocimiento académico y de sus pares.
¿Qué significa recibir la máxima distinción de nuestra Universidad?
Es un honor enorme, estoy muy feliz, muy emocionado. Sobre todo, por este reconocimiento a la colaboración. A mí me gusta mucho la ciencia colaborativa. Una de las misiones que uno tiene como investigador en el mundo es formar a la próxima generación de investigadores. Realmente, la UNSL tiene investigadores, estudiantes, y doctorandos excelentes. He tenido la suerte de poder codirigir tesis con laboratorios de alta calidad aquí, de tener excelentes colegas y discípulos que ahora son investigadores y eso me llena de orgullo. Que uno de los jóvenes investigadores, como Germán, tan capaz y tan buena persona, haya propuesto esto me emocionó muchísimo. Como vengo de una universidad nacional considero que nuestro rol es generar el nuevo conocimiento y transmitirlo.
¿Qué podrías decirnos sobre el reconocimiento y felicitaciones que llegaron por parte de tus colegas?
Somos parte de una comunidad, nadie está solo. Somos parte de un país que necesita la ciencia para avanzar. Para mí que la comunidad se levante, salude y estén contentos con este logro me hace muy feliz, porque significa que estamos todos unidos en esto que lleva al país adelante. Eso es lo que hacemos desde las universidades nacionales, es muy fuerte y demuestra un gran compromiso con la gente.
¿Qué destacarías de la conferencia que brindaste en el Auditorio Mauricio López luego que te otorgaron el título honorífico?
La charla fue bastante general, conté un poco sobre qué es la nanotecnología, por qué estamos donde estamos y cuál es su importancia. Hace muy poco tiempo entregaron dos (2) premios Nóbel relacionados con la nanotecnología. También mostré el recorrido de quienes hacemos ciencia y trabajamos sobre nanotecnología para pasar de cuestiones muy fundamentales, como las preguntas esenciales de: ¿cómo podemos hacer la materia controlada que tenga propiedades dependientes del tamaño?, hasta ¿cómo podemos salvar a personas en hospitales?, o ¿cómo podemos actuar en minería o en biotecnología con las herramientas que hacemos?. De eso hablé, de cómo la ciencia básica a la larga termina siendo ciencia aplicada y un beneficio para la humanidad, eso es lo que nos interesa hoy en día, porque la ciencia tiene que trascender las fronteras del laboratorio.
¿Cuál es la importancia de la divulgación de la ciencia?
Tenemos que cambiar un poco la concepción que tenemos en Argentina de la ciencia como algo de las elites. La ciencia es una herramienta única, muy importante y central para el progreso de la humanidad y del país en particular. Nuestra sociedad no puede estar divorciada de la ciencia, eso ya lo decía Jawaharlal Nehru en los años 40 o 50, cuando era primer ministro de la India. Era un gran defensor de la ciencia, al que le preguntaban para qué era importante hacer ciencia si la gente se moría de hambre, y él respondía que solo la ciencia era y es capaz de liberarnos de los problemas de salubridad, analfabetismo, superstición y que tenemos que ser amigos de la ciencia para avanzar.
Hoy, la India es un país que tiene autonomía científico tecnológica, ha mandado un robot a la luna, tiene sus industrias tecnológicas totalmente pujantes, tiene su soberanía tecnológica. Argentina también tiene que tener esa soberanía científico tecnológica y la única manera de lograr eso es que la sociedad se dé cuenta que la ciencia no es la frutilla del postre, sino que es la base del progreso. Por eso divulgo, que es algo que a la academia no le importa mucho, pero la academia tiene que aggiornarse un poco.
¿Cómo esperás que siga esta relación con la UNSL?
Tenemos un montón de trabajo en común, con muchos grupos de investigación de física y de química, tenemos un proyecto federal con el protagonismo central de la UNSL y de la UNCuyo también. Esto me parece muy interesante: cómo hacer ciencia motorizada por problemas e intereses de la región. Tenemos un proyecto muy lindo sobre el desarrollo de nuevos materiales para hacer tecnologías de detección en cultivos y aguas, que son específicos de la región cuyana de Mendoza y San Luis. Hay ciertos problemas específicos de ciertas toxinas y herbicidas que son nocivos, que hay que lograr detectar.
Eso ha venido desde grupos de altísima calidad que ustedes tienen en la UNSL y en eso estamos trabajando grupos de la Universidad de Córdoba, que hacen fisicoquímica y nosotros que hacemos desarrollo de materiales, en lograr una plataforma mucho más grande que hoy involucra a 30 investigadores jóvenes, que son quienes el día de mañana van a solucionar problemas concretos de las regiones y eso es hermoso.
¿Qué más te gustaría destacar de este reconocimiento?
Soy nieto de Arturo Illia, me dieron el reconocimiento un 12 de octubre de 2023 y hace 60 años mi abuelo asumía la presidencia. Esto hace que el día de hoy sea doblemente significativo e interesante para mí, porque él fue uno de los grandes desarrolladores de la ciencia argentina. Cuando estuvo, dedicó el 23% del presupuesto en educación, ciencia y tecnología y fue un país que anduvo con honestidad, capacidad y basado en el conocimiento científico. Por eso le quiero dedicar a él y a mis padres que siempre han estado conmigo, este momento tan lindo que estoy viviendo.
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