El Laboratorio de Medios Granulares de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) comenzó a funcionar oficialmente en el año 2008. La Dra. Ana Vidales, directora del proyecto principal del espacio y responsable general del mismo, recorre la trayectoria de uno de los pocos laboratorios que se mantienen en el edificio de Chacabuco y Pedernera.
Si bien se oficializa en 2008, el Laboratorio de Medios Granulares tiene un periodo de gestación previo. El principal motivo de su surgimiento se debió a la necesidad de la física, como campo de investigación, de diversificar las opciones para estudiantes y futuros/as investigadores/as. «Hasta ese momento había, y todavía hay, una gran tradición en la fisicoquímica de superficies», recuerda Vidales. De hecho, la conformación del espacio fue una de las causas por las que el Doctorado en Física de la Universidad pasó de tener clasificación nacional B, a convertirse en A.
El Laboratorio trabaja, a nivel general, en el estudio de materiales formados a partir de granos, y a partir de allí se desprenden numerosas posibilidades. Se pueden analizar comportamientos de los granos en movimiento, reacciones de la mezcla de materiales granulares, las deformaciones que pueden surgir, entre otros.
El proyecto inicial del Laboratorio fue en conjunto con el Departamento de Minería, estudiando las propiedades de transporte de calizas y otras rocas de aplicación, «allí se analizaron las propiedades de apilamiento, estabilidad, mezcla, entre otros, de ese tipo de material», recuerda la Dra. Vidales.
Una de las particularidades del espacio es el trabajo con simulaciones de computadora, que acompañan y actúan de soporte a la experimentación real. «Se simulan situaciones físicas de granos en movimiento, y se estudian y analizan las características pertinentes a cada investigación, puede ser la velocidad, las fuerzas de fricción, entre otras», explica la científica.
Actualmente, el proyecto principal del Laboratorio guarda relación con el estudio de la resuspensión de partículas pequeñas, del nivel de los micrones, como consecuencia de una fuerza por parte de un agente externo. La partícula, que sin esa fuerza exterior se encuentra en estado de reposo, de repente se suspende nuevamente en el aire. ¿Para qué puede servir?: «Nuestros estudios tienen lazos con la contaminación ambiental o incluso la salud, algunas partículas son tóxicas y, en caso de ser resuspendidas, pueden ser aspiradas y generar perjuicios», revela Vidales.
Si bien la investigación científica es la principal actividad del Laboratorio, también destina parte de su tiempo a realizar servicios a la comunidad. La gran mayoría consiste en trabajos con empresas de la ciudad, y suele tratarse de resoluciones de problemas o estudios particulares para devolver reportes con información sobre productos.
Además, Vidales destaca la formación continua de profesionales que ha producido el espacio, «cuando uno hace física, gran parte del trabajo es académico, formar profesionales que puedan desempeñarse correctamente a futuro. Uno de los frutos de tener un Laboratorio es poder formar recursos humanos, es una forma de crecer y continuar con el trabajo hecho», dijo.
Durante la pandemia, una de las grandes complicaciones que tuvo el Laboratorio fue la ruptura de las colaboraciones con instituciones internacionales, principalmente desde Francia, país con el que el espacio tiene numerosos vínculos. Habitualmente, un/a investigador/a del Laboratorio viajaba para realizar experimentos allí, cuestión que evidentemente no se pudo hacer. Sin embargo, al trabajar en parte con simulaciones, no se estancó completamente el trabajo. «Se hizo más difícil y se ralentizó todo, pero supimos salir adelante», recalca Vidales.
Finalmente, la doctora también hace foco en los desafíos de llevar al campo de la aplicación inmediata aquello que se investiga en el Laboratorio. «Un 80% de nuestros trabajos son de naturaleza básica, pero con un fuerte componente motivacional de ponerlo en práctica a corto o mediano plazo».
Crédito
Nota producto de actividades de prácticas pre profesionales de alumno de la carrera Licenciatura en Periodismo en Prensa Institucional de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
Alumno: Tomás Álvarez.
Supervisora: periodista Fabiola Aranda.
Fotos: Ramiro Ribas (Prensa UNSL).
Dato
Conocé el Laboratorio desde nuestras redes sociales. Allí se publicará el álbum completo de fotografías.
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