Profesionales de la UNSL pusieron a punto una de las pocas guías que existe en el país con la cual es posible estudiar a pequeños mamíferos de San Luis a través de sus pelos. El material muestra a escala microscópica la cutícula y la médula de pelos de 17 especies.
Esta pieza gráfica es producto de un proyecto de investigación titulado: Ecología de mamíferos de San Luis, Procesos ecológicos y valoración de la fauna autóctona y Biodiversidad desde el Sur, y constituye una herramienta para identificar y conocer sobre los mamíferos de la Provincia.
Se trata del primer libro que desarrolla este proyecto dentro de una línea técnica que apunta a desarrollar material científico para públicos especializados. «Actualmente la estamos utilizando en Laboratorio como material de estudio para estudiantes universitarios y también sirve como referencia para profesionales que trabajan en áreas protegidas, tal es el caso del Parque Nacional Sierra de las Quijadas», expresó la Dra. Ana Ochoa, una de las autoras.
Para su elaboración intervino el trabajo de múltiples profesionales. Lo primero que se realizó fue el ordenamiento de una colección cercana a las 1.000 muestras de pelos de pequeños mamíferos. Luego eso se llevó a los microscopios, y por medio de diferentes técnicas se logró plasmar las estructuras de la cutícula (parte exterior) y la médula (parte interior) de cada muestra de pelo. Cada una de estas partes tienen tipos de células diferentes y están ordenadas de distintas maneras y varían en cada especie.
«Trabajamos con una política de no sacrificar animales (…) empezamos a estudiar que de los pelos se puede obtener bastante información», sostuvo Ochoa. Por un lado, se logra recoger material genético y por otro, analizar estructuras. «Obtenemos las muestras de los animales que capturamos y también utilizamos una técnica menos invasiva, que aún no está puesta a punto, que son las «trampa pelo»», contó la doctora en biología.
Ochoa sostuvo que en el Laboratorio se describen los patrones de ordenamiento de cada una de esas células y esbozó que cada especie tiene su identificación. También añadió que hay otras formas indirectas de estudiar a los animales que no implica su captura sino que es a partir del excremento de los depredadores. «Dentro del proyecto, a través del trabajo de una colega, tenemos colectados pelos de heces», añadió la experta.
Elaboración de la guía
Con todos los estudios técnicos realizados, un estudiante de Comunicación Social elaboró la guía, como trabajo final para optar por su título de licenciado. «Él fue el encargado de compaginar toda la información y diseñar gráficamente».
Una de las novedades de la pieza gráfica es la utilización de dibujos de los animales. En este punto se convocó a ilustradores e ilustradoras que quisieron sumarse a la propuesta. En su mayoría fueron estudiantes de biología interesados en fusionar arte y ciencia.
«Todas estas especies fueron registradas por nosotros. Algunas no estaban citadas para San Luis, otras si. La información que tenemos sobre los mamíferos en San Luis es poca y no está actualizada (…) Por ejemplo, la última lista de especies que se hizo en Quijadas es del 2001, antes de la nuestra», recalcó Ana Ochoa.
Dato
El proyecto de investigación forma parte de un programa internacional que mide la biodiversidad a escala mundial, y en el cual se trabaja desde la investigación/acción. «Buscamos que las investigaciones no queden solo en conocimiento despejado de las necesidades de los territorios, y en ese sentido articular con los territorios implica generar información que se pueda brindar y trabajar con monitoreos participativos», concluyó la bióloga.
Ana Cecilia Ochoa, Lucía Martínez Retta, David de la Cruz López y Esteban Crespo son los/as autores de la obra, compilada por Franco Aguiar Sormani.