La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) cuenta desde el año 2013 con el Laboratorio de Medicina Experimental y Traduccional donde se investigan los mecanismos mediante los cuales las enfermedades inflamatorias crónicas ocurren, particularmente aquellas que son metabólicas. A la vez, al ser traduccional, se trata de interpretar los resultados en algo que beneficie a la población.
Este Laboratorio, dirigido por el Dr. Darío Ramírez, conjuga sus actividades con el Laboratorio de Nutrición y Terapéuticas Experimentales. Ambos se encuentran ubicados en el segundo piso del edificio El Barco y su objetivo se centra en la formación de recursos humanos, investigación y desarrollo en salud, como por ejemplo el síndrome metabólico (conjunto de trastornos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, derrame cerebral y diabetes) en la ciudad de San Luis.
Las investigaciones versan en modelos experimentales en ratones a los cuales se los alimenta con una dieta rica en grasas y azúcares obtenidos de alimentos que las personas consumen a diario. «El objetivo es crear un modelo experimental similar a lo que sería la obesidad en humanos», expresó el científico.
El profesor, formado en bioquímica e inmunología, explicó que descubrieron que en el modelo experimental se desarrollan características del síndrome metabólico de la obesidad en humanos. Para entender bien el mecanismo mediante el cual esa inflamación del tejido adiposo ocurre, utilizan modelos experimentales en células de tejido adiposos y líneas celulares, en colaboración con la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM).
El Laboratorio está formado por becarios/as del Conicet, del FONCyT y cuentan con un personal de apoyo del Conicet (CPA) el cual tiene una base en ciencias médicas y su tarea es apoyar la investigación científica dentro del Laboratorio en cuanto al desarrollo de métodos. Ramírez expresó que su misión como mentor es guiar en la formación de recursos humanos a los/as becarios/as para que obtengan su tesis doctoral y puedan generar conocimiento en este campo específico.
Una de las particularidades que presentan es que los becarios/as son profesionales de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) en las carreras de Kinesiología y Fisiatría, y Nutrición, quienes se doctoran en Bioquímica por la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF). «Nos planteamos la posibilidad de crear la primera camada de nutricionistas bioquímicos», añadió.
Este espacio inició sus actividades en el año 2013 cuando el doctor Ramírez regresó al país luego de hacer investigación en Estados Unidos. Anteriormente estaba como directora la Dra. María Sofía Giménez quien fue su directora de tesis doctoral, «con quien estoy muy agradecido por la formación que tuve con gran independencia (…) Eso hacemos en el Laboratorio, dar independencia a los becarios para que desarrollen líneas de investigación», explicó.
Aspiraciones. Entre las proyecciones, el Director del Laboratorio expresó el desafió de acompañar en la culminación de nuevas tesis doctorales, que cada nuevo profesional pueda desarrollarse como investigador/a y pueda cumplir el sueño de que su descubrimiento impacte en salud pública. «Aspiramos a que los becarios entren en carrera de investigador, viajen al exterior y puedan ver otras realidades», dijo.
Necesidades. Son básicamente edilicias, un lugar físico donde el Laboratorio pueda desarrollarse con mayores comodidades y facilidades. «Es uno de los desafíos más grande. Tenemos equipamiento guardado que podríamos estar utilizando», concluyó.
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