Este es uno de los principales interrogantes que intentó responder el informe especial sobre cambio climático y tierra que el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) presentó en Suiza. Del reporte participaron 107 expertos de 52 países del mundo.
El informe de las Naciones Unidas contó con el aporte científico del Dr. Esteban Jobbagy, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y miembro del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) del Instituto de Matemática Aplicada San Luis (IMASL) de doble dependencia CONICET/UNSL, en uno de los siete (7) ejes del trabajo. El de Jobbagy se focalizó en la degradación de los suelos.
El IPCC, es un organismo que depende de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este Panel realiza reportes periódicos que tienen un intervalo de cuatro (4) o cinco (5) años en los que se van evaluando el estado del cambio climático (tendencias, novedades en cuanto a procesos e impactos).
Sin embargo, este último reporte presentado es diferente, ya que intenta entender cómo se vincula el cambio climático con el uso de la tierra y los alimentos a nivel global. «Participamos científicos y expertos de todo el mundo. De Argentina fuimos tres (3) personas, una experta en atmósfera y clima, un experto en suelo, ambos de Buenos Aires y yo que trabajo en temas de circulación de agua, ambiente y algunas cuestiones de alimentos también», afirmó Jobbagy.
El cambio climático y la degradación de la tierra
El reporte se basa en una preocupación histórica que se tiene sobre el cambio climático y sobre las emisiones de gases invernaderos, que tienen un componente principalmente industrial y urbano. La tierra juega un papel en esas emisiones y por otro lado, el cambio climático afecta a la tierra.
Este informe conecta todo esto, ya que el cambio climático puede acelerar procesos de degradación de la tierra, por ejemplo: la erosión. Si las lluvias se vuelven más intensas, tendremos más erosión que antes. Por otro lado, en la tierra hay parte de la solución, ya que si se maneja mejor un suelo, se recuperan suelos degradados y se guardan dentro de ellos carbono, existe una posibilidad parcial de mitigar el problema.
«El reporte explora que lo que hacemos con la tierra, está totalmente ligado a lo que comemos, la mayor parte de las decisiones de uso de la tierra, tiene que ver con la producción de alimentos. En ese sentido, me parece que el reporte es muy exitoso porque integra estas tres (3) cosas: clima, dieta y uso de la tierra, que en algunos casos tiene conexiones muy directas y en otra más complejas», sostuvo el experto.
El IPCC no involucra trabajo científico nuevo, el trabajo que se realiza es de síntesis. En el caso de Jobbagy su mayor aporte fue revisar todo lo que se sabe entre esas conexiones de ida y vuelta, entre procesos de degradación como la erosión, salinización de suelos, inundaciones, cómo son afectadas por el cambio climático y cómo afectan el cambio climático. «Es trabajo de leer mucho, consultar mucho ya que uno se mete en espacios en los que no sabe tanto, ya que el reporte lo que busca es ser claro y sintético para que toda esa gente que no es científica, pueda usar esa información», afirmó.
En cuanto a su experiencia, la definió como muy interesante ya que tuvo la oportunidad de viajar a muchos países y aprender de nuevos colegas. «Más de la mitad de la gente que trabajó en este reporte es de países en desarrollo (…) Aprendí mucho de cómo se distribuye el poder en este mundo y cómo nosotros mismos, de países periféricos, nos autocensuramos a veces ante los expertos de los países más fuertes. Creo que eso está cambiando, que nos estamos despertando lentamente», destacó.
Posibles soluciones
En palabras del experto, cada vez hay más cuestionamiento de todas las personas sobre: «¿Cómo lo que yo hago puede incidir en el resto del mundo?» Y un ejemplo de esto es pensar en el trabajo que hay detrás de las cosas que compramos, ya que detrás de una prenda que adquirimos, puede haber gente con una vida muy indigna, niños que no van a la escuela para trabajar 12 horas en un galpón.
«Es un cambio de conciencia, el primer paso es tratar de informarse. Sin embargo, un reporte como este es un muy buen punto de entrada para entender cómo uno con la elección que hace con lo que come, con su dieta, termina teniendo impactos peores o mejores sobre el mundo».
Algunas lecciones que arroja este reporte son que lo que comemos hace una diferencia. En Argentina el tema de la carne es uno de los aspectos de la dieta más importantes en su impacto climático. En las últimas décadas ha aumentado mucho ese componente animal en la dieta y el planteo de este reporte es tener que pensar en otras dietas, no sólo por el impacto climático que tienen en los suelos, la tierra y el ambiente, sino también en nuestra salud.
«Todas estas cuestiones en punto último son políticas y el papel de la ciencia es tratar de organizar la información para que se tomen las acciones y decisiones lo más justas posibles. La cuestión de la dieta y de los animales en la dieta trasciende el cambio climático, pero hoy sí sabemos que no da lo mismo cualquier cosa que comamos», afirmó el experto .
Mirando hacia el futuro
Lo que hace un reporte como este es marcar un rumbo y probablemente motive investigaciones que no se hubiesen hecho sin él. En unos años más IPCC decidirá si se quiere hacer otro reporte como este tema.
Sin embargo, en la arena política lo que hace un reporte como este es marcar la cancha de la discusión, sobretodo a nivel internacional en cuanto a acuerdos y negociaciones, ya que ha puesto al cambio climático en un lugar muy importante en la mesa.
«Los países van a discutir más qué hacen con lo que comen, si quieren cambiar eso, si uno le está causando problemas al otro por tener una dieta u otra. Y en Argentina va a ser muy importante, tenemos que estar muy atentos a eso», sostuvo Esteban.
Según Jobbagy solamente con un desarrollo de la investigación en estas temáticas fuertes, un país puede entrar en estas mesas de discusión. La Argentina tiene actualmente muy poca gente investigando con respecto al cambio climático, el uso de la tierra y las dietas, por ello es necesario revertir esto para poder realizar una investigación fuerte sobre estas temáticas.
Consolidación del grupo para el IPCC
La forma en la que uno llega a formar ese grupo de expertos involucra dos (2) caminos prncipales: el primero es cuando se define el informe que se va a hacer, con una estructura preliminar visualizada por IPCC. Luego de este proceso, se avisa a los países que se va a trabajar sobre este reporte y se les propone que presenten postulantes. Los países los presentan y el IPCC decide con quiénes se quedan, haciendo un balance entre la experiencia que tienen, los perfiles que buscan y una representación lo más equilibrada posible geográfica, de especialidades y de género.
En el caso de Jobbagy, le llegó un informe a través del Ministerio de Ambiente en el que le proponían postularse y el Comité Central de IPCC lo eligió para ser parte.
Otra forma de integrar el Panel puede darse cuando se reúnen los grupos de expertos, ya que pueden identificar que les falta un experto en alguna temática y tienen la posibilidad de buscarlo, ya sea para convocarlo al grupo o para pedirle que ayude en un tema en particular. A través de esta segunda manera a Jobbagy le tocó colaborar y participar hace diez (10) años, sin embargo esta es la primera vez que participa en el informe completo.
Con los otros profesionales elegidos del país tuvieron muy poco trabajo previo, pero ayudó mucho el que se conocían con anterioridad. Cada experto cumplía una función distinta del equipo total, que se dividía en siete grupos (7).